CORTÉS, HONDURAS.- La violencia en los encuentros futbolísticos crece cada vez más, pero algo que comenzó a ocurrir entre aficionados de un equipo y de otro ha trascendido de tal forma que ahora alcanza hasta a personas que en el pasado no representaban una figura de “rivalidad” para los individuos que esconden su comportamiento violento detrás de la camiseta de un equipo.
Este fue el caso ocurrido durante la final de la Liga Nacional de Fútbol de Honduras el domingo 29 de mayo, cuando tras finalizar el encuentro Motagua vs. Real España, un hombre que se encontraba en una de las graderías pateó por la espalda a una oficial de policía, alzándola por el aire y provocando que cayera aparatosamente.
La mujer fue trasladada inmediatamente a un centro asistencial para revisar sus heridas -al menos las físicas- y afortunadamente fue dada de alta horas después tras verificar que su estado era estable. El agresor huyó sin poder ser detenido.
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Las imágenes del condenable acto quedaron grabadas en un video tomado por un aficionado desde el otro costado del estadio Olímpico Metropolitano y gracias a ese clip las autoridades de la Policía Nacional han ofrecido una recompensa de 100 mil lempiras para quien ayude a dar con el paradero del responsable.
Tras varias horas transcurridas, el rostro del individuo ha sido plenamente identificado y la Policía Nacional busca su paradero. Pero mientras el caso intenta resolverse, la gran interrogante que queda en el aire es ¿Por qué la atacó?
El hecho
En las imágenes de pocos segundos de duración se observan los instantes previos a la agresión, los cuales muestran que la oficial le dice algo a otro aficionado y él continúa su ruta hacia la salida del estadio, posteriormente, mientras ella se encuentra de espaldas, el atacante la mira y le propina una fuerte patada, provocando que ella caiga de frente sin tener cómo detenerse.
La subinspectora Denia Michell Contreras (23) cayó desde varios metros de altura y antes de detenerse rodó, dejando caer el peso de su cuerpo sobre su cuello y cabeza. Afortunadamente, no sufrió heridas de gravedad, sin embargo, las consecuencias pudieron ser peores.
Teniendo únicamente ese video como contexto se podría entender que el hombre la atacó sin justificación, pues en ningún momento se ve que ella haya interactuado con él anteriormente.
Esta situación nos llevó a consultar a la psicóloga Patricia Mackay, quien tras analizar las imágenes concluyó que podría tratarse de un individuo con inclinación sociopática.
“No puedo decir que tiene un trastorno de personalidad porque no lo he analizado personalmente, pero sus conductas son de sociopatía, son reñidas a la figura de autoridad y son de violencia y de intolerancia”, comenzó explicando la experta en salud mental durante una entrevista con EL HERALDO.
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Conductas de inclinación sociopática
Según el análisis de Mackay, podría tratarse de una persona a la cual le hace falta tolerancia a la frustración y utiliza un mecanismo de defensa que en psicoanálisis social se conoce como desplazamiento. O sea, “no puede contener la frustración, necesita sacarla de su cuerpo y la puede desplazar en objetos, animales y personas”, detalló.
Los individuos que presentan estos rasgos tienden a identificar a una “presa débil”, la cual posiblemente él habría encontrado en la policía, pues además de que estaba desprevenida, sin tener posibilidad alguna de reaccionar al ataque, era una mujer. Y es aquí donde entra otra de las características destacables.
Machismo
A criterio de Mackay, la agresión contra la oficial también se puede percibir como un acto machista, pues aunque podría tratarse de una persona irreverente que fácilmente le falta el respeto a la autoridad, en este caso, esa autoridad era una mujer.
En las imágenes se observa que en el lugar habían varios agentes masculinos, sin embargo, el atacante eligió a la única mujer como víctima de la agresión. Es ahí donde se puede interpretar como un acto con un trasfondo que va más allá de su posible enojo por la derrota futbolística.
“Aquí podemos considerar tres escenarios: O es una persona que tiene un trastorno de control de los impulsos, o es acostumbrada a la violencia de género, o puede ser una persona proclive a conductas sociopáticas, que no les interesa causar daño a las personas y que tiene un resentimiento con las figuras de autoridad”, sostuvo la psicóloga.
La profesional de la salud detalló que hay algunos factores de alarma que pueden ayudarnos a identificar a personas con características sociopáticas en nuestro entorno y recomendó estar alerta si se llega a encontrar con este tipo de individuos.
De manera general son personas irreverentes, que fácilmente le faltan el respeto a la autoridad, que tienen una baja tolerancia a la frustración y la desplazan sin medir consecuencias. Además, pueden maltratar a animales, niños y mujeres y no respetan las reglas establecidas, porque constantemente violan la ley y se saltan las normas de sana convivencia.
Llamado a la coherencia
La experta finalizó la entrevista con un llamado a la población, pues lamentó que este tipo de actos continúen ocurriendo en el país, empañando una actividad deportiva y de esparcimiento.
“Es cierto que son equipos encontrados, pero solo es fútbol. Es necesario llamar a la cordura, la gente debe reordenar su jerarquía de prioridades, valores e importancia, pero a veces pierde la dimensión. Los encuentros deportivos son para irse a relajar, para botar el estrés, para encontrarse con otros que comparten nuestros mismos intereses. Ningún partido de fútbol vale la vida de una persona”, concluyó.
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