De tez morena, ojos verdes, sonrisa simpática -que puede confundirse con coquetería-, y una envidiable altura de 1.85 metros, hoy Jorge es de los periodistas deportivos más conocidos en el medio, pues su trayectoria la avalan casi 14 años laborando en Diario Deportivo Diez.
Pero para conocer más a fondo al espigado periodista deportivo, quien se destaca como jefe regional de redacción en Tegucigalpa, además de productor y presentador del programa Diez TV, que se transmite todos los días en el canal GoTV, tenemos que regresar a 1990, donde emprendió la travesía junto a su familia.
En aquel año, mientras Televicentro se preparaba para transmitir el Mundial de Italia, el pequeño Jorge abordó un día el viejo pick-up de don Raúl Fermán, su abuelo, quien lo trajo hasta Tegucigalpa para que conociera cómo era la capital de su país, pues aquel humilde cipote, originario de la remota aldea El Cubulero, fronteriza con El Salvador, solo había escuchado las historias de los mayores de la casa sobre el ajetreo capitalino. Ahora lo viviría en carne propia. ¡Qué emoción!
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La nueva vida en la capital
Su nombre completo es Jorge Alberto Fermán Alvarenga, nacido el 18 de diciembre de 1984 y graduado de la Licenciatura en Periodismo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en 2006, quien soñaba con una vida ligada al deporte, pero no a través de los medios de comunicación, sino como futbolista.En entrevista con la Calculadora Deportiva de EL HERALDO, el reconocido periodista habló a fondo de lo que le ha tocado vivir desde su niñez, su vida en la capital y cómo fue que dejó de lado su sueño de ser futbolista y se 'consoló' con el periodismo, profesión que se convirtió en el amor de su vida.
Fermán, como se le conoce en el medio, no olvida la primera vez que disfrutó de un partido mundialista frente a un viejo televisor en blanco y negro, era un Argentina versus Camerún, duelo en el que la Albiceleste cayó por la mínima. El gol fue de Biyik, recuerda.
Sus primeros cinco años en aquella aldea de Alianza, Valle, le sirvieron para aprender que la vida no solo se trataba de disfrutar los deliciosos curiles, tradicionales en la zona, o de los jugosos mangos que bajaba a pleno mediodía, cuando el furioso sol amenazaba con rostizar su piel. Ahora le tocaba madurar rápido, siendo apenas un niño de seis años que, pese a tener su corazón en el sur del país, decidió adaptarse rápido a la fría capital de aquellos años.
No obstante, aún con sus sueños como horizonte, no dejó de hacer travesuras. Una vez instalado con su familia en la capital, Jorge no perdía oportunidad para meterse en problemas junto a sus hermanos Alba y Noé. Los tres les sacaban canas verdes a sus papás.
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El fútbol, su meta
Fermán recuerda que la primera camiseta deportiva que vistió en una liga fue la del Federal, equipo que le sirvió de vitrina para que tiempo después el Olimpia se fijara en su prodigiosa zurda, con la cual no dudaba en mandar la número 5 al ángulo.Se vistió de blanco, asistía cada mañana religiosamente a entrenar y tiene el privilegio de decir que compartió cancha con Wilson Palacios, Maynor Figueroa y Frank Arévalo, entre otras estrellas de aquel gran Olimpia. Sin embargo, su sueño de jugar en Primera División no llegaría. Nahún Espinoza, entrenador del León en ese entonces, no tenía ojos para aquel zurdo sureño con sed de triunfo.
'Había mucha competencia', recuerda Fermán entre risas y queriendo evitar entrar en polémica.
¿Renunció a su sueño?, se puede decir que no, pues simplemente lo transformó. Aprovechó el revés que le dio la vida con el fútbol y ahora se enfocaría en sobresalir en las aulas de clases.
En 2006, cuando recibió su título universitario y le dio la alegría a su familia de verlo triunfar académicamente, su vida tomó otro rumbo con el surgimiento del primer periódico deportivo del país. Era la nueva contratación de Diez. 'Las primeras veces que me tocó cubrir partidos, lloraba', detalló Fermán, pues inicialmente soñaba con jugar al fútbol y ser entrevistado, no al revés.
Pese a sentirse bien con lo que había logrado, el histórico exentrenador de Olimpia, Danilo Tosello, se encargaría de ponerlo a dudar. Fue en una cobertura de un entrenamiento del León en Amarateca que Jorge conversó con el argentino, quien le dijo que se había 'precipitado en dejar el fútbol a los 21 años', pues 'tenía que ser periodista a los 40', Fermán sonrió, pero por dentro le entró de nuevo la nostalgia; rompió en llanto al sentir que se había equivocado en su decisión.
No obstante, hoy mira hacia atrás y valora lo vivido. Asegura que todas las experiencias que le ha regalado el periodismo no las cambiaría por nada.
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A lo largo de casi 14 años de carrera periodística, Estados Unidos, México, Centroamérica, el Caribe y los Juegos Olímpicos Río 2016 han sido su destino, Jorge Fermán puede presumir que como periodista deportivo lo ha vivido casi todo...
Las mujeres de su vida
Casado con la periodista Gabriela Matamoros, con quien ha procreado dos hijas -Sofía y Emma-, Fermán dice que no tendría problema alguno si algún día sus pequeñas decidieran seguir los pasos de sus padres. 'Mi hija mayor celebra los goles y hasta sabe quiénes anotan en los partidos'.Gabriela, amante del deporte y con experiencia en la profesión, define a su esposo como una persona excepcional. 'Siempre trata de darnos lo mejor de su tiempo a nuestras hijas y a mí. Como buen periodista sabe que no hay que pestañear ni un momento, pero, aunque muchas veces es difícil porque su teléfono no para de sonar con mensajes y llamadas, siempre da tiempo de calidad a su familia. Estar en los medios es muy difícil y nosotras lo entendemos'.
Ella entiende perfectamente lo que significa dedicarse al periodismo. 'El habernos conocido en el medio me ayudó a saber que el 80% de su tiempo es para su trabajo, cuando lo vemos por la televisión con las niñas nos sentimos orgullosas de que explore una nueva faceta en su vida'.
Fermán también asegura que vive para ellas. Pese a no pasar físicamente todo el tiempo que desearía, dice que la mayor parte del día la pasa pensando en que llegue la hora de estar en casa para verlas.
Volviendo a su carrera, el sureño no niega que se siente afortunado de haber compartido con los grandes del periodismo deportivo. Le tocó trabajar con Juan Carlos Pineda, uno de sus ídolos en su etapa de futbolista, además aprendió de Mauricio Kawas y del periodista de EL HERALDO Alexeiev Morales, una enciclopedia andante.
'Soy apasionado por lo que hago, me defino con un insaciable para aprender', aseguró, pero revela que aún tiene una cuenta pendiente: cubrir una Copa del Mundo.
Cuando eso pase, Jorge Fermán dice que será su verdadera graduación, aunque recalca que no solo le gustaría cubrir uno. 'Si me preguntan, quiero cubrir muchos', expresa con cierta emoción. Pero, viendo más allá, para cuando llegue el final de su carrera, confiesa que se ve en chancletas y calzoneta, disfrutando de un delicioso plato de curiles, que él mismo buscará, en su amada aldea El Cubulero.