MIAMI, ESTADOS UNIDOS.- Muchos dirán que el boxeo es como la vida, llena de golpes, caídas, algunas derrotas y momentos en los que se cree que ya no se puede seguir adelante, sin embargo, siempre existe la posibilidad de levantarse, pasar la página y darlo todo para cumplir los sueños.
Ese es el caso del boxeador hondureño Josec “El Escorpión” Ruiz, quien a sus 26 años de edad, ha logrado superar muchas adversidades que se le han presentado en el camino y ha podido cumplir uno de sus mayores sueños: pelear en el más alto nivel y en los dos principales escenarios que existen en el deporte de los guantes, es decir, el MGM Grand de Las Vegas, Nevada, y el Madison Square Garden de Nueva York.
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El camino para lograr esas metas no ha sido nada fácil, ya que Josec recuerda una infancia muy difícil, la pérdida de su madre, su crianza en el orfanato de sor Leonarda en Limón, Colón -donde estuvo hasta los 14 años- hasta que decidió marcharse a Tegucigalpa para vivir en Casa Alianza.
A pesar de todas las adversidades y los duros golpes que recibió en ese periodo de su vida, “El Escorpión” describió sus días en el orfanato de sor Leonarda y en Casa Alianza como los mejores días, pues ahí se forjó un hombre de carácter y un guerrero.
“Nos consideramos una persona luchadora, que nunca se ha detenido ante las adversidades y siempre ha tratado de mantenerse por el buen camino, por hacer las cosas correctamente y alguien de mucha fe, siempre he creído que todas las cosas pasan por algo y todo es por un propósito de Dios”, comenzó diciendo el pugilista hondureño en una amena conversación con EL HERALDO.
“En Limón tuve una infancia podría llamarla más o menos, ni tan buena ni tan mala, aprendí mucho pero sí fue algo duro pero gracias a Dios pudimos. Fue de aprendizaje, me sirve ahora que ya crecí. No tuve una madre, un padre, un hermano ni nada de eso. Tengo hermanos pero cada quien en su mundo, mi madre falleció y mi padre pues no tengo idea donde está, así que nunca fue una vida estable, siempre fue de estar de un lado para otro y eso para ser sincero lo repetiría si volviera a nacer porque me ha forjado como un hombre de carácter”, remarcó.
Boxeo, el puente que Dios puso en la vida de “El Escorpión”
Josec “El Escorpión” Ruiz vivió una infancia muy difícil entre la pérdida de su madre cuando tan solo tenía 5 años de edad, no conoció a su padre, su distante relación con sus hermanos y el hecho de tener que vivir en orfanatos y casas hogares, sin embargo, siempre trató de mantenerse en el buen camino y contó con la ayuda divina de Dios, quien lo iluminó y puso el boxeo como el puente para darle un impulso a su vida.
El pugilista hondureño relató que su inicio en el deporte de los guantes se dio por moda y que posteriormente se convirtió en un refugio que le permitió sobrevivir hasta convertirse en un trabajo que le apasiona.
“Cuando yo llegué al boxeo estaba atravesando un momento difícil y quizás a estas alturas de la vida no estuviéramos aquí hablando, hubiera sido un joven olvidado, muerto, tirado, que encontraron allá en Honduras porque así es como se terminaba ahí”, relató a EL HERALDO el boxeador.
Pero para hablar de la carrera boxística de Josec “El Escorpión” Ruiz es inevitable mencionar a Julián Solís, su maestro y el responsable de adiestrar a muchos de los talentos catrachos que hoy brillan con luz propia en los cuadriláteros.
Cuando Ruiz llegó a Tegucigalpa, capital de Honduras, él no sabía nada de boxeo, apenas había escuchado de un Mike Tyson o de un Óscar de la Hoya, sin embargo, desconocía cómo tirar un golpe o cómo moverse dentro del ring, pero gracias a Julián Solís logró desarrollar su gusto por el boxeo profesional.
“El boxeo llegó oportunamente, fue el puente que Dios puso en mi vida, fue lo que Dios mandó para decir: ‘Bueno, él no va a perder su vida y esto lo va a salvar’. Llegó el boxeo y eso me salvó. Gracias a Julián Solís Güity, mi entrenador en Honduras, él me enseñó, yo no sabía ni tan siquiera tirar un golpe y yo le dije: ‘Yo no tengo nada aquí en Tegucigalpa, simplemente me vine de Limón porque no quería estar en Limón. Me vine para acá y no tengo nada, si me quiere enseñar a boxear yo voy a hacer lo que usted me diga pero no sé nada’”, confesó el pugilista.
“No sabía que el boxeo existía en Honduras y él (Julián Solís) me inculcó eso del boxeo profesional y ahí poco a poco le fui agarrando amor al boxeo y decir bueno, si Dios me trajo aquí voy a hacer algo y voy a ver que hay para mí aquí, hasta la fecha no hemos parado de trabajar”, añadió.
Asimismo, “El Escorpión” Ruiz detalló que se sintió como un superhéroe a la hora de ponerse los guantes por primera vez en Limón cuando tan solo tenía 15 años, luego de la visita del entrenador Miguel Álvarez. Sin saberlo, ahí despertó una gran pasión.
“Me sentía superhéroe, no me los quería quitar (entre risas), empecé a entrenar y entrenar ahí y se me acercó Miguel Álvarez y me dijo: ‘Mira, si te gusta el boxeo podés entrenar y hasta donde vos querrás llegar’. Él tenía varios cartelitos pegados de peleas grandes de Bernard Hopkins, boxeadores que ahora tuve la oportunidad de conocer como Miguel Cotto, Muhammad Ali, boxeadores grandes él los tenía pegados en los afiches y decía: ‘Podés llegar allá a donde vos querrás’, esas palabras siempre se me quedaron y también me motivaron”, relató.
Contrario a lo que muchos pensarían, el joven Josec Ruiz no sintió ningún tipo de temor a la hora de subir al cuadrilátero por primera vez, señalando más bien que al ver un video de 100 nocauts que les mostró su maestro, Julián Solís, le entusiasmó más para ponerse los guantes de nueva cuenta y salir a pelear.
“Cuando llegué por primera vez a la concentración a la que me llevó Julián Solís estaba ‘Pupita’, estaba ‘Muñeco’, Fernandito ‘Araña’ Álvarez y me enseñó un video que tenía él de los 100 nocauts, unos nocauts brutales y me lo enseñó y en vez de darme miedo más bien quedé entusiasmado al gimnasio al día siguiente”, detalló.
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Una incómoda victoria impulsó su carrera
Durante su conversación con EL HERALDO, fue inevitable preguntarle a Ruiz quién era su ídolo dentro del boxeo y reveló que se trata del peleador hondureño Miguel “Muñeco” González, a quien admira mucho y describe como su motivación para darlo todo dentro del cuadrilátero.
“El ‘Muñeco’ González fue el primer ídolo que yo tuve en el boxeo. Éramos compañeros y el ‘Muñeco’ fue mi motivación porque cuando yo llegué al boxeo me dio una paliza terrible, horrible la paliza que me dio el ‘Muñeco’, entonces yo me dije: ‘Yo no me voy a ir de este gimnasio hasta ganarle o hacerle frente a este tipo’, así que empecé a entrenar y en ocho meses yo ya me le cuadraba al ‘Muñeco’ como decimos y cuando él debutó yo le seguía la carrera de cerca, yo le ayudaba bastante de sparring y fue el primer boxeador al que yo admiré”, detalló.
Pero sin imaginarlo, “El Escorpión” viviría un momento incómodo cuando le tocó pelear contra su ídolo en una velada boxística ante los ojos de miles de hondureños fanáticos boxeos. Aquel combate para Josec es el único que no le gustaría repetir, ya que a pesar de haber conseguido la victoria que impulsaría su carrera se sentía terrible por haberlo hecho ante el boxeador que tanto admira.
“Sinceramente se sintió horrible. Es la única pelea que no me gustaría repetir aunque fue la que me dio auge en Honduras, me ayudó a darme a conocer pero no. La segunda fue peor, de hecho la segunda ni tan siquiera la celebré, después de que terminé la pelea me fui a acostar, me sentía terrible porque le había ganado a mi ídolo”, relató un apesarado Josec Ruiz.
Pero además de la admiración y respeto que existe hacia Miguel “Muñeco” González, “El Escorpión” señaló que también tiene el mismo sentimiento hacia su compañero Ismael Barroso (campeón mundial de las 140 libras) y a boxeadores de élite como Juan Manuel Márquez, Mike Tyson y Terence Crawford.
Ejemplares boxeadores nacionales que han tratado de impulsar el deporte de los guantes en un país que es más conocido por su pasión por el fútbol y pugilistas de élite han servido de principal inspiración para un “Escorpión” Ruiz que a lo largo de su carrera ha demostrado no importan las adversidades, él siempre ha estado a la altura a la hora de subir al cuadrilátero.
En medio de un camino en donde ha experimentado momentos gratos y otros muy duros, Ruiz señala que las claves para salir adelante dentro de una disciplina que requiere de mucho esfuerzo son mantener la fe, motivación y creer en uno mismo, las cuales han sido determinantes para que dio sus primeros pasos boxísticos en Limón, Colón, hoy esté peleando en el más alto nivel.
De ser reconocido por toda Honduras a pasar casi al olvido
A inicios de la década pasada, el boxeo en Honduras tuvo un importante auge, hasta el punto que la federación que rige este deporte llevó a cabo veladas boxísticas en donde pugilistas como Miguel “Muñeco” González, Jorge “El Chele” Munguia, Carlos “Pupita” Güity y el propio Josec “El Escorpión” Ruiz pudieron demostrar al pueblo hondureño sus habilidades dentro del cuadrilátero, consiguiendo trascendentales victorias en los principales escenarios deportivos del país.
Sería “El Escorpión” Ruiz quien llegaría más lejos y terminaría convirtiéndose en el principal referente del boxeo en Honduras, situación que al propio atleta le produce mucho orgullo, aunque no niega sentirse mal por haberlo logrado tras vencer a su ídolo en un combate disputado en la Villa Olímpica.
“La pelea con el “Muñeco” fue un triunfo agridulce, porque después de esa pelea ya nos pusieron como máximo exponente del boxeo hondureño, pero lo había hecho a costas de mi ídolo, entonces no fue algo como que me hiciera sentir feliz, sino así (hace un gesto de desmotivación), pero agradecido con Dios por todo lo que me ha permitido lograr hasta ahora, espero que el día de mañana que ya no estemos el boxeo hondureño nos recuerde”, manifestó Ruiz.
Luego de esa pelea, el boxeo tendría un inesperado auge en Honduras, en donde los fanáticos de este deporte acudían en gran número a diferentes escenarios para apoyar esta disciplina, algo que motivaba mucho a Ruiz para seguir adelante.
“Fue una gran motivación. El apoyo de la gente se vio bastante, la gente quería ver otro deporte. Aunque seamos un país futbolero, no a todos les gusta el fútbol y sí se vio bastante el apoyo de la gente. Fue una lástima que después se perdiera esa confianza que el pueblo le había dado al boxeo, pero confiemos en que esos tiempos volverán. Hubo una época en Honduras que el boxeo sí se escuchaba muy bien y se hablaba muy bien”, señaló.
Para Ruiz este periodo fue la mejor etapa de su carrera, reconociendo que cuando los boxeadores vienen iniciando disfrutan más el momento en que suben al cuadrilátero, a la vez que remarcó que esta época fue muy importante para esta disciplina, ya que había un fuerte apoyo de la población que incentivó a muchos jóvenes para ir a entrenar a los gimnasios.
“Cada momento que tuve en Honduras en mi carrera lo disfruté bastante, son los mejores. Aunque no haya terminado al final bien, consideró que las peleas, todo eso que peleamos en La Ceiba, San Pedro Sula y todo eso lo viví muy bien, sobre todo porque la gente lo disfrutaba, era lo más importante, la gente lo disfrutaba y nos demostraba ese cariño y ese apoyo”, indicó. Pero a pesar del éxito que supusieron esas veladas boxísticas estelarizadas por “El Escorpión”, los conflictos entre las autoridades que rigen el boxeo en Honduras terminaron afectando a los deportistas, orillándolos a tener que buscar una oportunidad en otros países y teniendo que abandonar Honduras ante la falta de apoyo y organización de los directivos. Este fue el caso de Ruiz, quien al ver la gravedad de las circunstancias y la imposibilidad de trascender en su carrera dijo: “Me tengo que largar, me tengo que ir”.
“Como siempre, un pelo en la sopa, cuando el éxito de uno siempre le estorba a los demás. Íbamos bien, empezaron los problemas en las federaciones y realmente a quien afectaba era a los atletas directamente. Esto para ellos es solo un trabajo, pero esto para nosotros los atletas, los que estamos metidos en el boxeo, es un estilo de vida, de eso vivíamos y ellos nos estaban afectando sin importarles. El problema es entre ellos, nosotros siendo afectados”, comenzó contando a EL HERALDO Josec Ruiz.
Luego agregó: “Para ese momento yo ya tenía a mi hija mayor, mi esposa estaba embarazada y pues yo no iba a seguir esperando, tenía que buscar la manera de llevar el sustento a mi familia y decidí salirme del boxeo hondureño. Intenté buscar la oportunidad para poder venir para acá a Estados Unidos porque tenía visa, pero es por esto que le digo que el boxeo a veces es cruel, porque todo mundo te apoya, eres el mejor, pero de un día para otro pues ya nadie cree en vos. En ese momento necesité ayuda porque quería volver a levantar mi carrera y entendía que estaba solo, estaba totalmente solo porque la federación hondureña estaba en contra mía, el equipo que tenía ya estaba completamente destemporizado, estábamos pensando otra cosa... entonces ya no servía eso”.
Ante la falta de apoyo en Honduras, haciendo uso de sus ahorros y con el apoyo de su incondicional esposa, “El Escorpión” tuvo que tomar una drástica decisión para poner de pie nuevamente su carrera; marcharse a Nicaragua.
“Ya tenía dos años sin pelear y cómo le decía, mi sustento es el boxeo y con mi esposa en Nicaragua tuve que buscar ayuda y en ese aspecto Honduras me cerró las puertas en todos los sentidos, los medios de comunicación, la empresa, el gobierno de ese momento, la federación, nadie me quiso apoyar, tuve que agarrarme de mis ingresos personales y buscar apoyo en Nicaragua, me recibieron con los brazos abiertos y ellos me ayudaron a poner de pie mi carrera y ahí en Nicaragua pude tener contacto con una persona que ya me pudo contactar con la promotora, con William Ramírez y Osmir “Moro” Fernández, que son personas con la que voy a estar agradecido toda la vida”.
Tras su encuentro con sus ahora entrenador y manager, “El Escorpión” Ruiz inició un camino que lo llevaría ante los reflectores del mundo en las que se puede llamar que son las capitales mundiales del boxeo (Las Vegas y Nueva York), sin embargo, para él es difícil no recordar el momento en que estuvo a punto de dejar el deporte que tanto ama luego de un incidente en su comunidad, Limón, en donde estuvo a punto de perder un ojo.
“Fue un incidente en mi propia comunidad, en Limón, me agredieron con un palo en el ojo, estuve a punto de perder el ojo. Los pocos ahorros que tenía los tuve que gastar en hospitales, mi esposa, que en ese momento solo éramos novios, me ayudó, amigos me estuvieron ayudando y poco a poco me pude recuperar. Al principio era muy difícil que yo volviera a pelear, incluso el doctor me decía que no podía hacerlo, pero por la gracia de Dios pudimos volver a pelear”, relató.
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Su familia, la razón para ponerse de pie
Por la mente de Josec “El Escorpión” Ruiz pasó muchas veces la idea de dejar el boxeo ante la falta de apoyo y las complicadas situaciones que vivió estando en Honduras, en donde señala que muchas veces fueron tratados como delincuentes cuando solamente se disponían a entrenar en el gimnasio para prepararse para darle una alegría al país a nivel internacional.
Asimismo, Ruiz indicó que el 2017 es el peor año que ha vivido, superando incluso al momento en que perdió a su madre siendo solamente un niño de 5 años, por lo que la idea de dejar el boxeo empezó a rondar con mayor fuerza, sin embargo, el embarazo de su esposa y el futuro nacimiento de su hija menor le hizo cambiar de planes y no bajar los brazos.
“EL 2017 es el peor año que yo he tenido en mi vida, no lo comparo ni cuando perdí a mi madre, es el peor año que yo he tenido en mi vida, yo quería dejar el boxeo, ya no quería seguir boxeando, nos trataban como delincuentes que nos mandaban militares para sacarnos de la casa. Un día estoy peleando en Colombia por un título para darle un poco de alegría a Honduras y otro día nos están tratando como si fuéramos delincuentes... quería salirme del boxeo, pero ya cuando mi esposa salió embarazada me di cuenta de que eso es lo que me gusta hacer, eso es lo que yo sé hacer, no me veo en un trabajo o haciendo otra cosa, esto es lo que yo sé hacer”.
“La motivación de que mi hija ya venía en camino, tener a mi hija mayor y tener a mi esposa, eso fue lo que me motivó a poner en pie mi carrera y buscar una fuente para poder ayudarles a ellas. Mi esposa y mis hijas son mi mayor soporte, son la razón por la que yo me levanto cada mañana, es la razón por la que todos los días me levanto. Dios ha bendecido y por eso nos da la oportunidad de seguir peleando”, confesó mientras sonreía.
“El Escorpión” Ruiz lo tiene claro y para él muchas veces el boxeo es como la vida, lleno de caídas, fuertes golpes y derrotas pero donde siempre existe la oportunidad de ponerse de pie y seguir adelante para dar pelea.
“El boxeo es como la vida, cada vez hay que levantarse, a veces uno se quiere quedar en el suelo y todo mundo quiere hacer leña del árbol caído, entonces hay que mantenerse motivado y seguir adelante, en la vida así es, siempre hay momentos difíciles, cada quien tiene su lucha y no hay que rendirse, siempre para adelante”, afirmó.
De estar al borde del retiro a cumplir un gran sueño
Durante su estadía en Nicaragua, Josec Ruiz logró establecer contacto con Osmir Fernández y William Ramírez de la promotora MR Promotions, la cual le abrió las puertas para poder pelear en Estados Unidos y poder cumplir su sueño, pelear en el MGM Grand y en el Madison Square Garden.
“Después de que llegamos aquí íbamos con la promotora MR Promotions, empezamos a trabajar, empezamos a mirar videos, comenzamos a construir la confianza, empecé a estar con otros boxeadores, de más nivel y he aprendido mucho ellos, tengo un gran entrenador como lo es ‘Moro’ Fernández que me ha hecho mejorar bastante, un manager que pasa muy atento de sus peleadores y ha sido una gran experiencia la que hemos vivido acá en Estados Unidos y agradecido con Dios más que todo, sino hubiese sido por él nada de esto estuviera pasando”, comenzó reconociendo.
A la hora de ser consultado sobre su primer combate en el mítico MGM Grand de Las Vegas, “El Escorpión” confesó que no lo podía creer, ya que ese era uno de sus mayores sueños.
“Cuando se me dio la oportunidad de pelear en el Madison Square Garden y en el MGM Grand no me lo podía creer, ese era un sueño logrado para mí. Mi sueño en el boxeo siempre fue pelear en el Madison Square Garden y en el MGM Grand, gracias a Dios lo hemos cumplido”, indicó.
En aquella ocasión en Las Vegas, el pugilista hondureño se midió en combate al mexicano Gabriel Flores. Ruiz reveló a EL HERALDO como se sintió esa noche en la que pisó el cuadrilátero del MGM Grand, escenario testigo de grandes combates y en donde varios históricos escribieron su nombre con letras de oro en el boxeo.
“Un orgullo, un sueño logrado el simple hecho de poner un pie ahí y una gran bendición. Una motivación saber que se puede y que se pudo pelear en un escenario tan grande al ser de un país no boxístico es un orgullo muy grande”, reconoció el catracho que esa noche hizo sentir orgullosa a la nación cinco estrellas a pesar de la derrota por decisión unánime.
Josec “El Escorpión” Ruiz lleva cuatro años en Estados Unidos, en donde reconoce que en comparación a Honduras el trabajo es más duro y que se requiere de mucha más entrega, mayor compromiso y sobre todo enfoque.
En marzo de este año logró concretar su segundo gran combate ante el puertorriqueño Henry Lebrón, esta vez en otro escenario icónico como el Madison Square Garden de Nueva York. En esta ocasión “El Escorpión” perdió el combate por la vía del nocaut frente a gran rival, sin embargo, no baja los brazos y ya piensa en su siguiente pelea.
“Fue una pelea muy dura, es un peleador fuerte, zurdo, siempre se me han complicado mucho los zurdos y traté de hacer lo mejor, de tratar de pararme a pelear. Estaba peleando en 130 e incluso la gente pensaba que era en 140, demasiado grande la pelea pero la hicimos en 130 y muy fuerte pero es una pelea que me ayudó al aprendizaje. Todas las derrotas yo las tomo como que nunca pierdo, yo gano, empato y vuelvo”, reconoció.
Para Josec Ruiz cada derrota dentro del boxeo son una oportunidad de aprendizaje y a pesar de que el peleador se sienta el peor boxeador del mundo tras la caída lo importante está en el trabajo y en las ganas de superarse para volver al cuadrilátero.
“Depende de uno si se echa a morir después de una derrota porque como decía en este deporte a veces uno se vuelve el peor boxeador del mundo pero ahí es donde uno tiene que mantener su motivación y mantener esa fe en uno mismo. Después de esa derrota tomamos unos días de descanso y nos alistamos en el gimnasio para trabajar en los errores e intentarlo una vez más porque lo vamos a intentar una vez más y a seguir trabajando”, adelantó.
Estos cuatro años de aventura en Estados Unidos han dejado muchas enseñanzas a Josec “El Escorpión” Ruiz, quien reconoce que nada ha sido fácil en dicho país, en donde se tiene que trabajar más duro y existen mejores condiciones para la práctica del boxeo que en Honduras.
“Las cosas no son fáciles, aquí las cosas son muy difíciles y se trabaja mucho para poder lograr pero creo que ha sido más difícil lo que he vivido en Honduras. Todos los días son una pelea, aquí es una gran experiencia, es otro nivel pero que también se pasan momentos difíciles, que también se tiene que trabajar más fuerte, hay muchas diferencias la verdad”, señala.
Para el pugilista catracho es motivo de satisfacción haber podido darle un realce a su carrera en el primer nivel luego de haber dejado Honduras, en donde reconoce haber sobrevivido en medio de las condiciones que existen para la práctica del deporte en el país.
“Ni se comparan, desde las condiciones de entrenamiento, alimentación y apoyo no se comparan, no es ni de compararlo. Después de que llegué aquí a Estados Unidos y empecé a trabajar todo lo comparaba con Honduras y dije que sobreviví por milagro de Dios. Si yo ya sobreviví a lo que viví en Honduras yo puedo sobrevivir a la guerra de Afganistán (dijo con una gran sonrisa en su rostro), ahí se pasan cosas muy difíciles”, manifestó.
La aventura de Josec “El Escorpión” Ruiz dentro de los Estados Unidos también le permitió alcanzar un sueño que hace algunos años le parecía imposible cumplir haciendo lo que más le gusta y mejor sabe hacer, construir un hogar para su familia, algo que reconoce que lo ha dejado muy contento.
“Es una gran bendición, nunca me imaginé que iba a tener un hogar. Es un hogar, una casa la puede tener cualquiera, yo tengo un hogar, tengo a mi esposa, mis hijas, es una gran bendición y una gran motivación haber logrado eso con la ayuda de mi esposa y la ayuda de Dios”, expresó.
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Futuro inmediato y situación del boxeo en Honduras
Tras su combate en marzo ante Henry Lebrón, Josec Ruiz y su equipo esperan volver a los cuadriláteros en el mes de junio con una pelea de alto nivel.
“Estamos esperando, si Dios lo permite, regresar en el mes de junio para poder empezar a pelear, Dios mediante vamos a encontrar otra pelea de alto nivel. Gracias a Dios en esas carteleras grandes un peleador que le gusta mucho a la gente que da guerra, que le gusta pelear y eso nos abre puertas para seguir peleando y primero Dios ahora para el mes de junio vamos a buscar una pelea grande”, apuntó.
En su aventura por el primer nivel en el mundo del boxeo el catracho tiene claro cual es su mayor objetivo en el plano deportivo, conseguir un título y poder convertirse en campeón mundial, pero no pierde de vista su misión principal; darle lo necesario a su esposa e hijas.
“Si Dios lo permite y así lo quiere podemos conseguir un título, nos podemos convertir en campeón mundial, pero mi objetivo principal es darle lo necesario a mi familia, a mis hijas y a mi esposa, que mi hogar esté unido. También darle un motivo de orgullo a mi país, a mi gente, a la que generalmente me apoya”, aseguró.
Durante la conversación con EL HERALDO uno de los temas a tratar con Josec Ruiz también fue la situación actual del boxeo en Honduras, tomando en cuenta que en su momento él fue el mayor exponente de este deporte en el país.
A la hora de ser consultado de como mira al deporte de los guantes en Honduras actualmente, Ruiz dijo sentirse muy sorprendido y contento al ver la apertura de gimnasios de boxeo en varios puntos del país, reconociendo a la vez que le sigue la pista a varios jóvenes prospectos boxísticos hondureños.
“Actualmente estoy muy sorprendido y muy contento con lo que está pasando en el boxeo en Honduras. Creo que todo lo que se vio en el pasado, todo lo que la gente vio, lo que los atletas vivieron, todo eso le sirvió de experiencia a toda la gente que le gusta el boxeo porque ahora hay muchos gimnasios en Honduras. Hay gimnasio en El Progreso, La Ceiba, San Pedro Sula, hay muchos gimnasios de boxeo y eso me alegra mucho porque no están dependiendo de una federación. Con el esfuerzo de ellos aunque no debería de ser así, la federación debería de apoyar a todos los boxeadores pero no lo hacen, entonces con el esfuerzo de ellos han abierto gimnasios y están haciendo no dejar morir el boxeo, eso es una gran bendición, estoy muy contento con eso y espero que el boxeo vuelva a tener esos momentos muy bonitos en donde la gente llenaba lugares a ver peleas”, dijo Ruiz.
Para “El Escorpión”, quien se define como un guerrero, la disciplina, dedicación y determinación son las tres principales claves para seguir impulsando el boxeo en Honduras, deporte que considera que tiene mucho potencial y vale la pena seguir apoyando.
Josec “El Escorpión” Ruiz finalizó su conversación con EL HERALDO agradeciendo a los hondureños por todo el apoyo brindado durante estos años y señalando que en algún momento espera darles una gran alegría en el cuadrilátero.
“Más que todo agradecido con el apoyo de la gente que está mandando sus palabras de apoyo y motivación. Estoy muy agradecido con ellos y si Dios así lo permite esperamos poder darle una alegría grande a Honduras, podemos darle un título mundial, un logro importante, algo que haga sentir orgullosos a los hondureños”, concluyó Ruiz.
En corto
Boxeo: El puente que Dios puso en mi vida para salvarme.
Escorpión Ruiz: Un guerrero.
Osmir Fernández: Un gran entrenador con mucho conocimiento boxístico.
William Ramírez: Un gran manager, muy pendiente de sus peleadores.
MGM Grand: Un sueño logrado.
Madison Square Garden: Un sueño logrado.
Motagua: El mejor equipo de Honduras, aunque le duela al Olimpia (entre risas).
Deporte en Honduras: Espero que se fortalezca cada día más.
Dirigentes del deporte: Que se enfoquen más en los atletas y no en sus bolsillos.
Teófimo López: El mejor boxeador de Honduras.
Muñeco Gonzáles: El primer mejor boxeador de la historia de Honduras
Canelo Álvarez: Uno de los mejores de la historia.
Manny Pacquiao: El mejor de la historia, después de Mohamed Ali.
Floyd Mayweather: El más inteligente del boxeo.
Julián Solís: El padre que nunca tuve.
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