Tegucigalpa, Honduras.- Su épica narración del “Bennett, te lo pide Honduras” le salió del alma en aquel ya lejano septiembre de 1996 y hoy Kilvett Bertrand aún guarda vestigios de aquella emoción que abrazó a todo un país.
Han pasado 28 años del primer triunfo de la Selección Nacional de Honduras ante México y el relator del histórico gol que significó el definitivo 2-1 entra al ruedo para hacer revelaciones entorno a aquel momento y, además, palpitar la reedición de esa batalla que tendrá otro capítulo en el mismo escenario en el que se quebró la historia: el Estadio Morazán..
“Hay tantas anécdotas como que de repente voy por la carretera y me encuentro con un agente de tránsito que me para y me dice: ‘Ah, usted es Kilvett, el de el gol de Bennett’”, revela quien estuvo durante décadas agitando la pantalla a punta del grito sagrado del fútbol.
Retirado momentáneamente de los relatos desde 2008 y vigente en el periodismo con su programa “Vistazo Deportivo”, Kilvett revive con Diario EL HERALDO una de sus narraciones más recordadas y aborda otros tópicos con su particular estilo directo.
Confiesa cuál es el mejor futbolista de todos los tiempos de la Selección de Honduras, elige el 11 ideal en la historia de la Bicolor, se refiere a la candidatura de Salvador Nasralla a la presidencia de la República y aclara por qué no volvió a narrar partidos.
“Todos pensaban que yo era muy caro,” dice sentado en su acogedora vivienda en medio de un mano a mano marcado por lo que envuelve ese Honduras-México del próximo 15 de noviembre.
Es tiempo de entrar de lleno a la plática porque -como decía él en sus narraciones- “la dinámica es buena” y esta charla “pinta para más”...
Kilvett, un gusto platicar con usted aquí en su casa. ¿En qué etapa de su vida está en este momento?
Creo que uno cumple metas, como cumple ciclos también. Desafortunadamente yo salí de Televicentro por algunas cosas que no me gustaban y tomé la decisión que correspondía. Yo pensé que iba a haber otra apertura en otro medio de comunicación, pero lamentablemente todos pensaban que yo era muy caro, entonces nadie se atrevía a darme las condiciones que yo podría haber pretendido porque realmente yo en Televicentro era una figura importante, no solamente en lo que corresponde a las transmisiones, sino que también dentro de la misma administración porque yo tenía una muy buena relación con el licenciado Ferrari. Él me había adoptado como el más importante asesor que tenía en el campo deportivo. Hoy me siento bastante bien porque estoy con mis hijos, que es lo más importante, la familia no es algo mas, es lo toral; mi esposa y mis hijos han sido los que han determinado realmente mi fuente de motivación y de incentivos.
¿Extraña las narraciones o ya es un capítulo cerrado?
Sí las extraño porque abiertamente te digo que hoy estamos improvisando mucho en las narraciones. No tenemos la calidad que hubo en el momento en el que yo era partícipe de los grupos en donde definitivamente había mejor escuela o mejor orientación, mejores voces. Eso se ha perdido. Hoy no tenemos la calidad que se debe exigir para que sea un narrador. Antes los locutores tenían vozarrona y hoy cualquiera lo hace.
Se viene el Honduras-México y me imagino que su mente vuela a aquel 21 de septiembre de 1996. ¿Qué es lo primero que se le viene a la memoria?
Primero la cantidad de gente que había en el estadio, había una nube envolvente de incentivo, motivación. Teníamos una gran Selección y teníamos al que yo sigo pensando que es el mejor entrenador que tenemos en Honduras: Ramón Enrique Maradiaga. De ese partido me acuerdo hasta dónde estábamos sentados, que no era en el palco en el que habitualmente nos ubicábamos. Estábamos jugando contra una selección poderosa, México siempre ha sido superior. Fue de esos partidos en donde la afición juega un papel fundamental. Cuando hablamos del Morazán, estamos hablando del estadio más acogedor para ser local, no hay otro estadio como ese en el país. La cercanía que se tiene con la grama es como ser parte del juego. Había una intuición general de que Honduras le podía ganar a México en ese partido.
¿Allí el rival siente más presión que en cualquier otro estadio del país?
Sí, definitivamente. El Estadio Morazán es acogedor para el que es anfitrión. Evidentemente el visitante se va a sentir incómodo. Ramón Enrique empezó a darle una personalidad diferente a los jugadores. En esa eliminatoria Honduras debió clasificar al Mundial. Después de la Selección de José de la Paz de Herrera de 1982, no hemos tenido una experiencia importante, tan agradable como la que provocaba la Bicolor de Ramón Enrique.
¿Cómo recuerda ese partido hablando propiamente del juego?
Es un partido inolvidable porque era la primera vez que le íbamos a ganar a México, porque yo intuía que lo podíamos ganar en ese juego por el nivel mostrado de la Selección y porque México necesitaba tener una experiencia negativa en suelo hondureño. Se ocupaba ir generando condiciones para que hoy tengamos aspiraciones; si ese partido no lo hubiésemos ganado, estaríamos de la misma manera que antes y siendo aquellos que nos escondemos como escarabajo cuando vamos a enfrentar a México. Hoy eso sirve de referencia, marcó un antes y un después ese partido. El ambiente era inhóspito para los mexicanos y altamente efusivo para los hondureños. Las condiciones del estadio eran extraordinarias.
Allí aparece aquella frase: “Bennett, adentro por favor, te lo pide Honduras”. ¿Salió del alma?
Obviamente, porque esos son momentos de inspiración, son instantes en los que uno no es que dice ‘me voy a preparar y, si pasa esto, voy a decir esto’... no, eso es espontáneo y me salió porque así lo sentía Honduras. No era mentira lo yo estaba diciendo, Honduras estaba pidiendo: “Por favor, Bennett, anotá ese gol, Dios está contigo”. Uno tiene una serie de improvisaciones provocadas por el momento, estábamos viendo una afición encendida, una afición que estaba queriendo ese gol; es más, la pelota no sé si entra porque Bennett la impulsa o porque la afición impulsa a Bennett. Era una noche inolvidable, algo que va a ser imborrable para quienes lo vivimos.
¿Fue una expresión más del Kilvett relator o más de un hondureño?Hondureño, hondureño... obviamente se combinan las dos cosas porque estoy como relator, pero el sentimiento que yo tenía en ese momento no era de un aficionado, era de un fanático. Fue el gol del primer triunfo de Honduras contra México en la historia, claro que me marca esa narración. Tuve la dicha y la satisfacción de haber narrado ese gol, y de la forma en que lo hice. Es parte de una historia muy bonita.
¿En qué lugar pone ese relato?, ¿la mejor de sus narraciones?
Es de las mejores, pero yo soy de los digo que la mejor narración todavía no la he hecho. No fue una más, pero no es la mejor. Para la gente sí es la mejor narración. Todavía hoy en día la gente vive con ese gol y con esa narración. Es más, si hoy le preguntan a la gente que si le gustaría que Kilvett estuviera en la narración del partido Honduras-México del 15 de noviembre, le aseguro que dijera: “Por favor”.
Al repasar los partidos de Honduras ante México, ¿en qué sitio pone ese primer triunfo en el Morazán?
Como número uno, por encima del Aztecazo, porque era el primero, porque habíamos recibido palizas, siempre nos agarraban... Ya lo que pasó después, como el Aztecazo, es porque ya teníamos aquella referencia, habíamos ganado y eso es una motivación extra. Ya Honduras va con el conocimiento de que se puede.
¿Cómo ve este duelo del 15 de noviembre?, ¿cree que pesará el escenario como en aquel 1996?
Yo pienso que tenemos condiciones para ganarle a México y a cualquiera, el problema es que don Reinaldo Rueda se ha venido equivocando mucho en cuanto a las variantes que él quiere aplicar. De cara a este duelo, aparte de lo de Henry Figueroa, lo de Yustin Arboleda me parece extraordinario. En el fútbol de Honduras no hay un pivote como él. Yo creo que Arboleda hará un aporte importante, si lo utiliza; yo lo llevo y de plano lo pongo de titular. En el mediocampo tenemos una amalgama importante, yo creo que es de las mejores selecciones del área en ese sector de la cancha. El problema que tenemos es al frente y en defensa. La llegada de Figueroa va a fortalecer a la Selección, no me queda la menor duda.
¿Cómo ve este proceso de Rueda?, ¿mira a Honduras en el Mundial 2026?
Yo veo a don Reinaldo Rueda ya cansado, desmotivado, como que ya no tiene el mismo ímpetu que tuvo para el 2010. Han pasado 14 años, se estuvo paseando por Sudamérica, el hombre ha tenido excelentes ingresos y creo que hoy gana 45 mil dólares. A mí para nada me ha gustado esta etapa de Rueda. Tampoco me gusta lo que están haciendo los miembros de la Federación, les falta para ser dirigentes. Yo les digo negligentes y no dirigentes.
¿Le parece correcta la forma en que Rueda ha manejado el tema Quioto?
Es que cuando se toman decisiones tan abruptas, como la de Reinaldo Rueda con Quioto, la vamos a aceptar porque fue un momento realmente de imponer disciplina, pero de allí llega un momento en que no se puede excluir a nadie porque me acuerdo que hizo aquella cosa. Hay que traerlo una vez, hay que ver las condiciones que tiene; a nosotros no nos sobran jugadores de la categoría de Quioto. Romell puede ser un aporte importante, hablando seriamente con él; hay que sentarlo en el banquillo de los acusados y decirle: “Si vos cumplís con esto, te puedo volver a convocar”. Pero no se puede excluir de la manera en que lo ha hecho el entrenador. Rueda ya cometió un error cuando dejó afuera a James Rodríguez en Colombia. Para mí Quioto debió haber sido convocado ya ratos.
Respecto a la H, Nicaragua se ha acercado y Panamá está arriba en el ranking. ¿Se debe a que Honduras se estancó o que estos rivales crecieron en mayor proporción?
A lo primero, nos hemos estancado. No hemos tenido realmente una evolución que marque una diferencia entre lo que éramos y lo que somos. No progresamos. Además, pésimos dirigentes ahora y mejores dirigentes ayer. Una cosa te lleva a la otra.
Haga un cambio de juego y métase a la historia, ¿quiénes son para usted los tres mejores futbolistas de la Selección de Honduras de todos los tiempos?
Gilberto Yearwood, Primitivo Maradiaga y Carlos Pavón. El número uno es Gilberto... respecto a los otros dos es difícil porque uno era goleador, pero el otro era sacrificio total. No les demos lugar mejor.
¿Cuál es su 11 ideal de la historia de la Bicolor?
Julio César el Tile Arzú el portero. En la defensa tiene que estar Jaime Villegas y Allan Anthony Costly, y en los laterales Maynor Figueroa y me gusta Andy Nájar. En el mediocampo Gilberto Yearwood, Ramón Enrique Primitivo Maradiaga, Amado Guevara y podríamos meter a Rambo de León; adelante Carlos Pavón y voy a poner a Roberto el Macho Figueroa.
En cuanto a otros temas, ¿qué opinión tiene de Salvador Nasralla como candidato a la presidencia de la República?
Que se quede dirigiendo deportes mejor, hombre. La verdad que mis respetos, yo le tengo mucho aprecio a Salvador, trabajamos 30 años juntos, pero definitivamente dirigir un país es otra onda. Es que no solamente es usted, es quién lo rodea. Yo lo quiero mejor como mi colega.
¿Y qué piensa de la candidatura de Rambo de León como diputado?
Decisiones simplemente, pero no por convicción, simplementa lo agarraron allí... como dice él, la “terapía” que le dieron, y dijo: “Yo voy tambié allí, y acepto”.
¿Se volverá a ver a Kilvett Bertrand narrando partidos?
Nunca debe decir uno que no, solo Dios sabe lo que va a pasar en el futuro, pero estamos para disfrutar lo que se venga. Cuando Dios dice, uno obedece nada más y Él es el que tiene la última palabra en todo lo que podamos materializar.