El diario británico The Telegraph publicó el 24 de mayo una fuerte columna de opinión del futbolista argentino Diego Armando Maradona contra la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) y su presidente, Joseph 'Sepp' Blatter.
Dicho texto cobra relevancia este miércoles, dos días después, ante la orden de arresto en EEUU sobre 14 dirigentes de esa poderosa asociación.
Aquí carta completa:
Durante décadas he vivido y respirado fútbol todos los días. Es mi pasión. Me siento profundamente orgulloso de mi carrera y del maravilloso apoyo en Argentina como en el exterior de fanáticos, amigos y compañeros en la cancha. Es por eso que estoy escribiendo hoy.
En las últimas décadas, el fútbol ha cambiado, y no para mejor. Alguna vez fue un deporte del que podría estar orgulloso, un deporte que unía al mundo. Pero la FIFA, su órgano rector, lo convirtió en un terreno de juego para los corruptos.
La mayoría de los fanáticos del fútbol pueden predecir lo que voy a decir a continuación: bajo el mando de Joseph Blatter, la FIFA se ha convertido en una desgracia y una dolorosa vergüenza para aquellos de nosotros que se preocupan profundamente por el fútbol.
Cuando hablo con los entusiastas del fútbol, en estos días la conversación se traslada inevitablemente a las elecciones de la FIFA. Aunque veo que casi nadie apoya abiertamente a Blatter, muchos piensan que va a ganar un quinto mandato. ¿Por qué? La noción de un quinto período es un absurdo en 2015. No es aceptable en ningún país democrático. Tampoco es aceptable en las Naciones Unidas ni en la mayoría de las organizaciones internacionales en la actualidad.
Pero de alguna manera está bien para la FIFA. Tenemos un dictador vitalicio.
Llamo a Blatter 'el hombre de hielo' porque carece de la inspiración y pasión que se encuentran en el mismo corazón del fútbol. Si este es el rostro del fútbol internacional, estamos en un muy mal lugar.
El fútbol es un mundo intenso, lleno de conflictos y siempre ha tenido sus problemas, pero el jefe de la FIFA no debe ser uno de ellos.
Los medios de comunicación están llenos de historias de la serie de escándalos que han rodeado a Blatter durante más de una década. Hay tantos que se ha hecho casi aburrido repetirlos.
¿Quién va a sorprenderse por otro caso de robo y misterio en la FIFA, de otra acusación de soborno?
Cuando pregunto por qué tantas personas piensan que Blatter lo hará una vez más, la respuesta es siempre la misma: ganó el apoyo con años de clientelismo no ético y favores.
Nadie ha argumentado que él es el mejor hombre para el trabajo y merece ganar. Ellos lo 'alaban' por mantenerse un paso delante de los investigadores -sean auditores o el FBI- e ignorar cómo las finanzas de la FIFA se han convertido en un caos, con pérdidas de más de u$s100 millones por sí sola en ISL, la empresa de marketing en Suiza estrechamente asociada a la FIFA.
Hay una admiración enferma por Blatter, como la que se otorga a un antiguo jefe de la mafia que ha arreglado para permanecer fuera de la cárcel.
La historia política de Blatter es la de promover la división y ocultar fracasos.
Recientemente se comprometió a seguir adelante para abordar el racismo en el fútbol y la promoción de las mujeres en el deporte. Eso me hizo reír. Mi pregunta es: 'Sepp, ¿qué estabas haciendo en tus últimos cuatro mandatos?'.
Todos sabemos la respuesta: rodearse de ladrones que llenaban sus bolsillos a costa de este deporte. Si fuera un hombre de bien, seguramente no habría pasado la mitad de su tiempo bloqueando las investigaciones externas sobre las finanzas de la FIFA.
¿Por qué este hombre de 79 años de edad busca un quinto mandato en la FIFA? Sus compinches se robaron todo menos los muebles de su oficina y él afirma no saber nada. Tal vez deberíamos llamarlo San Sepp, el inocente. Qué gracioso.
Si las cuestiones de liderazgo importan, ninguna asociación nacional de fútbol puede, en conciencia, apoyar a Blatter para un quinto mandato. Es un incompetente. Cuando uno está hasta las rodillas en pérdidas financieras y sobornos y no nota nada, entonces es un tonto o un ladrón.
Todas estas investigaciones de corrupción están haciendo sangrar a la FIFA y el fútbol internacional se está ahogando en un mar de desprecio. Pocos deportes en la historia han sufrido la mala prensa que ha enfrenado el fútbol en los últimos años y gran parte de eso se debe a Blatter.
Patrocinadores clave como Continental, Castrol y Johnson & Johnson están huyendo de la FIFA.
El Consejo de Europa ha condenado la manipulación de Blatter sobre el colapso de ISL y más de u$s100 millones en pérdidas. El FBI está mirando el manejo de la oferta de Estados Unidos para el año 2022. Ha habido cientos de artículos de prensa sobre las pérdidas financieras masivas, la mala gestión y el soborno.
Necesitamos un liderazgo joven y creativo de la FIFA, el tipo de liderazgo que sea incluyente y abierto a nuevas ideas. Necesitamos una cultura de fútbol, no una cultura mafiosa.
¿Por qué estamos todos aceptando pasivamente esta corrupción? Ya es suficiente.
Queremos de vuelta nuestro juego.