ROMA, ITALIA.- 'Traición', 'privatización', 'discriminación'... El proyecto de
Superliga anunciado por doce grandes clubes europeos para sustituir a la
Champions League suscitó el lunes muchas críticas de los aficionados, decididos a defender la 'incertidumbre deportiva'.
Con los estadios vacíos por la pandemia de coronavirus, los fans mostraban su disconformidad al proyecto de doce grandes clubes europeos (Arsenal, Manchester City, Manchester United, Liverpool, Chelsea, Tottenham, Barcelona, Atlético de Madrid, Real Madrid, Juventus, Inter de Milán, AC Milan), sobre todo en las redes sociales.
'Los aficionados, también los de los equipos fundadores (de la Superliga europea), sentimos vértigo, traición, desposesión', resumía para la AFP, Ronan Evain, coordinador de la red de hinchas Football Supporters Europe.
'Acaban con toda la incertidumbre deportiva, la base de la atracción por este deporte', añadía.
El patrón de la Juventus, Andrea Agnelli, aseguró que la Superliga europea proporciona 'a los aficionados y seguidores partidos de alta calidad, lo que alimentará la pasión por el fútbol'.
Algo que contrasta con la opinión mayoritaria de los interesados: 'Es una decisión motivada por la codicia y las ganas de llenarse los bolsillos de los dirigentes. Tomada sin tener en consideración a los hinchas locales, a nuestra historia o al futuro del fútbol en nuestro país', afirmó la Fundación de aficionados del Chelsea.
El mismo sentimiento que expresaban los fans del Manchester United, que pidieron a su club que 'se retire inmediatamente'.
El exentrenador y leyenda de los 'Red devils', Alex Ferguson afirmó además que 'a los aficionados del mundo entero les gusta' la Liga de Campeones 'tal como es'.
De una forma más prosaica, los fans del Inter de Milán mostraron el lunes en las redes sociales su preocupación por la posible sanción de la liga italiana a su club en caso de acogerse a este proyecto, con el riesgo de perder un 'Scudetto' que tienen al alcance de la mano ahora mismo.
En medio de la indignación general, algunas voces defendían el proyecto, como la de Antonio Gazzella, aficionado del Arsenal de 57 años, entrevistado el lunes en Londres por la AFPTV: 'Estoy contento. Con todo el respeto que tengo por el Slavia de Praga, no tienen figuras para jugar contra el Arsenal', afirmó en referencia al último rival de los 'Gunners' en la Europa League.
Ivano, un apasionado hincha de 75 años de la Roma, equipo que no forma parte de los fundadores del proyecto, habló por su parte de 'una discriminación hacia los otros equipos. El Atalanta o el Nápoles merecen estar', contó a AFPTV en Roma.
'Nos consideran una clientela cautiva pero que no es seguro que sigamos apoyando a estos clubes', explicaba.
Además, Evain considera que el valor internacional de los clubes puede palidecer, de cara a los seguidores de Asia o América del Norte a raíz del conflicto con la base tradicional de este deporte: 'Si te enfrentas con los hinchas locales, el producto no tiene el mismo valor. La gente al otro lado del mundo se identifica con un grupo'.
El periódico francés L'Équipe, que se opone abiertamente al proyecto, no descarta una movilización: 'Podemos soñar con que los aficionados puedan impedirles seguir adelante, que no se abonen a las cadenas que difunden la competición, que no compren las camisetas de los equipos que las juegan', escribieron el lunes.
Un apoyo en la línea del comunicado publicado el domingo por la UEFA y las ligas y federaciones llamando a los 'enamorados y enamoradas del fútbol, aficionados y políticos a unirse para luchar contra este proyecto si saliera adelante'.
Con los estadios vacíos por la pandemia de coronavirus, los fans mostraban su disconformidad al proyecto de doce grandes clubes europeos (Arsenal, Manchester City, Manchester United, Liverpool, Chelsea, Tottenham, Barcelona, Atlético de Madrid, Real Madrid, Juventus, Inter de Milán, AC Milan), sobre todo en las redes sociales.
'Los aficionados, también los de los equipos fundadores (de la Superliga europea), sentimos vértigo, traición, desposesión', resumía para la AFP, Ronan Evain, coordinador de la red de hinchas Football Supporters Europe.
'Acaban con toda la incertidumbre deportiva, la base de la atracción por este deporte', añadía.
El patrón de la Juventus, Andrea Agnelli, aseguró que la Superliga europea proporciona 'a los aficionados y seguidores partidos de alta calidad, lo que alimentará la pasión por el fútbol'.
Algo que contrasta con la opinión mayoritaria de los interesados: 'Es una decisión motivada por la codicia y las ganas de llenarse los bolsillos de los dirigentes. Tomada sin tener en consideración a los hinchas locales, a nuestra historia o al futuro del fútbol en nuestro país', afirmó la Fundación de aficionados del Chelsea.
Y el Atalanta, ¿qué?
La Fundación de aficionados del Arsenal aseguró que haría 'todo lo necesario para oponerse'.El mismo sentimiento que expresaban los fans del Manchester United, que pidieron a su club que 'se retire inmediatamente'.
El exentrenador y leyenda de los 'Red devils', Alex Ferguson afirmó además que 'a los aficionados del mundo entero les gusta' la Liga de Campeones 'tal como es'.
De una forma más prosaica, los fans del Inter de Milán mostraron el lunes en las redes sociales su preocupación por la posible sanción de la liga italiana a su club en caso de acogerse a este proyecto, con el riesgo de perder un 'Scudetto' que tienen al alcance de la mano ahora mismo.
En medio de la indignación general, algunas voces defendían el proyecto, como la de Antonio Gazzella, aficionado del Arsenal de 57 años, entrevistado el lunes en Londres por la AFPTV: 'Estoy contento. Con todo el respeto que tengo por el Slavia de Praga, no tienen figuras para jugar contra el Arsenal', afirmó en referencia al último rival de los 'Gunners' en la Europa League.
Ivano, un apasionado hincha de 75 años de la Roma, equipo que no forma parte de los fundadores del proyecto, habló por su parte de 'una discriminación hacia los otros equipos. El Atalanta o el Nápoles merecen estar', contó a AFPTV en Roma.
Llamamientos a la movilización
Ronan Evain critica, por su parte, el criterio puramente económico que empuja a la 'privatización del deporte' por equipos de talla mundial, con la vista puesta en los 'mercados exteriores'.'Nos consideran una clientela cautiva pero que no es seguro que sigamos apoyando a estos clubes', explicaba.
Además, Evain considera que el valor internacional de los clubes puede palidecer, de cara a los seguidores de Asia o América del Norte a raíz del conflicto con la base tradicional de este deporte: 'Si te enfrentas con los hinchas locales, el producto no tiene el mismo valor. La gente al otro lado del mundo se identifica con un grupo'.
El periódico francés L'Équipe, que se opone abiertamente al proyecto, no descarta una movilización: 'Podemos soñar con que los aficionados puedan impedirles seguir adelante, que no se abonen a las cadenas que difunden la competición, que no compren las camisetas de los equipos que las juegan', escribieron el lunes.
Un apoyo en la línea del comunicado publicado el domingo por la UEFA y las ligas y federaciones llamando a los 'enamorados y enamoradas del fútbol, aficionados y políticos a unirse para luchar contra este proyecto si saliera adelante'.