El número 200 para Luciano Emilio tiene mucho significado. El brasileño está a dos goles para llegar a esa cantidad de anotaciones en ligas y su meta ante Marathón es precisamente lograrlo.
'Siempre hay una motivación extra al jugar un clásico y sobre todo para mí, que me faltan por allí dos goles para llegar a mi gol 200 en las ligas y esto me viene motivando”, dijo el sudamericano que cumpliría en Olimpia esa meta.
Los goles que lo han acompañado siempre desde que apareció en el XV de Piracicaba de Brasil hasta su regreso a Olimpia.
Ante Marathón, mañana, sabe que se enfrentará a una dura defensa en la cual tendrá que esforzarse un poco más de lo acostumbrado para intentar hacer su logro personal.
“Tenemos que trabajar fuerte para tratar de tener los espacios, si los tenemos creo que podemos lograr anotar”, dijo el brasileño.
Marathón está necesitado
Luciano sabe bien que hablar de anotar goles es fácil, hacerlos no lo es y menos aún ante un equipo como el Marathón, que viene de perder dos partidos y que por nada del mundo querrá perder un tercero.
“Trataremos de preocuparnos por lo nuestro, sabemos que tienen problemas allá y vamos a tratar de compenetrarnos en lo nuestro. Va a ser un partido difícil, ellos vienen de una mala racha y nosotros tenemos que hacer nuestro trabajo aquí en nuestra casa”, manifestó.
Sin embargo, es muy optimista de cara a lo que se les viene ante los Panzas Verdes.
“He jugado bastantes clásicos en Honduras, he enfrentado muchas veces a Marathón y hemos hecho cosas buenas contra ellos, ojalá se repita ahora”, puntualizó.
Coleccionista de camisetas
La semana pasada, Luciano, sumó a su colección personal de camisetas la de su compatriota del AC Milán, Robinho.
Emilio intercambió su camiseta con la estrella brasileña y la pondrá junto a las otras que guarda con cariño.
“Anteriormente ya había cambiado camiseta con Ronaldinho, Beckham, Kaká y Denilson, que son jugadores de grandes quilates y la verdad que esto a uno lo deja muy contento porque son lindos recuerdos”, dijo respecto al intercambio.
“Con Robinho platicamos un poquito, conoce jugadores que yo conozco en Brasil, hablamos muy poco y luego hicimos el trato de intercambiar luego del partido la camiseta”, explicó.
Seguidamente dijo que hasta ese momento no lo conocía en persona y que le pareció “un buen muchacho que ha hecho grandes cosas en el fútbol mundial”.
En la corta plática que se dio entre el astro del Milán y él surgió el tema de la nacionalidad.
“Se alegró mucho (cuando supo que era su compatriota), y dijo que por todos lados los brasileños están y con mucho gusto vamos a cambiar la playera”, dijo.
