CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO.- Una madre mexicana conmocionada por los hechos atroces ocurridos el sábado durante el partido Querétaro-Atlas, y tras reconocer que su hijo es uno de los sospechosos de haber participado en la paliza grupal que dejó 26 heridos, decidió este martes entregar a su vástago ante las autoridades.
La mujer llevó a su hijo para presentarlo ante la Policía de Investigación para que se determine si participó en los polémicos hechos que manchó al fútbol mexicano.
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Este día se sumaron cuatro personas más a las 10 detenciones que ya se habían realizado por este mismo caso. Las detenciones se realizaron en los municipios de Querétaro, Colón y El Marqués.
A los primeros 10 de los sospechosos se les detuvo con órdenes de aprehensión por su posible participación en delitos de homicidio en grado de tentativa, violencia en espectáculos deportivos y apología del delito.
Castigo contra el Querétaro
El Querétaro, de la primera división del fútbol mexicano, deberá jugar un año sin público como local y sus dueños tendrán que vender la franquicia, como castigo por los hechos de violencia ocurridos en su estadio el sábado en el partido frente al Atlas.
La asamblea de dueños de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) anunció las sanciones este martes, horas después de que la Fiscalía reportara la captura de diez hombres presuntamente involucrados en la batalla campal que dejó 26 heridos y obligó a suspender el partido, en el segundo tiempo, contra el actual campeón.
Además, la actual directiva del club fue inhabilitada por cinco años, mientras los propietarios deberán vender la franquicia en un año.
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La FMF también multó los ‘Gallos Blancos’ con 1,5 millones de pesos (unos 70.200 dólares) y prohibió que sus barras organizadas acudan a los estadios por tres años como locales y un año como visitantes.