El ícono del Borussia Dortmund, Marco Reus, se despidió del Signal Iduna Park sellando su historia en el equipo con un golazo y una asistencia en su último partido en casa.
El adiós de una leyenda del club
El Darmstadt 98 era el elegido para ser el último rival de Reus en la Bundesliga. El modesto equipo alemán, colista y ya descendido, tenía que ser su última víctima. Para el capitán de los negriamarillos, era casi obligatorio dar una última muestra de clase a los más de 80.000 espectadores que habían venido a verle por última vez en el Signal Iduna Park. Y Reus respondió
En ocho minutos, Woody se encargó de recordar por qué fue una de las piezas más deseadas del mundo hace apenas siete años. Primero, una asistencia milimétrica para que Ian Maatsen abra el marcador y, después, una magistral falta directa que Marcel Schuhen solo pudo recoger en la red. Dos zarpazos para enloquecer a la afición, una vez más.
Wembley, el punto y final a una carrera llena de infortunios
Marco Reus cumplió el sueño de muchos futbolistas: jugar para un gran club. Y siendo un natural de Dortmund, qué mejor que hacerlo en el Borussia. Woody llegó en 2012 al equipo desde el Borussia Mönchengladbach y se convirtió en una figura clave para el equipo prácticamente desde su aterrizaje. Desequilibrante, excelente pasador y goleador, todo lo que un equipo necesitaba. La pieza necesaria para que el Borussia Dortmund se convirtiera en uno de los favoritos en las apuestas final Champions en el año 2013, que se celebraba en Wembley... el mismo estadio en el que vestirá la camiseta negriamarilla por última vez.
Hace 11 años, el verdugo fue el máximo rival en Alemania: el Bayern de Múnich, con un tanto de Arjen Robben justo antes del final del tiempo reglamentario en un partido que parecía destinado a irse a la prórroga. En esta ocasión, el Real Madrid eliminó en semifinales a los de Baviera y serán el último club al que se enfrente Reus como jugador del Borussia Dortmund.
En ese período entre la primera y la última final de Champions League para Marco Reus, la suerte se ha cebado con él. Apenas un año después de la final ante el Bayern, Reus se encontraba en uno de los mejores momentos de su carrera deportiva. Su mejor temporada goleadora, su mejor temporada asistiendo... Todo era perfecto justo antes del Mundial de 2014, en el que Alemania partía como una de las favoritas en las apuestas de Betfair. Pero ahí fue el inicio de su relación con las lesiones. Un tobillo maltrecho cuando ya estaba en la lista definitiva le dejó sin Copa del Mundo, que solo pudo ver en la televisión, mientras los que debían ser sus compañeros hacían historia.
Dos años después, ya totalmente recuperado, Reus había terminado otra gran temporada. Todo parecía de cara para una Eurocopa 2016 en la que Alemania volvía a estar entre las grandes candidatas. Pero, otra vez, las lesiones. Una pubalgia le dejó fuera, otra oportunidad perdida para poner su nombre en letras de oro en el fútbol internacional.
Por eso, la final de Wembley será más que una simple despedida, más que su último partido con el Borussia Dortmund. Es la última ocasión para llevarse un título internacional. De momento, lo único seguro es que el Signal Iduna Park ha despedido a su ídolo por última vez.
