TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Tras una larga espera, apuestas y pronósticos sobre la mesa, la final de ida entre Motagua y Olimpia estuvo muy lejos de lo esperado y saldó con un poco emocionante empate 0-0.
Ambos equipos cambiaron completamente su cara, incluso partiendo desde el uniforme, pues las Águilas jugaron de celeste y los Leones de rojo, blanco y azul. Asimismo, el equipo de Diego Vázquez salió con mayor intensidad, mientras que los de Pedro Troglio lucían más desconectados.
Parecía que íbamos a vivir una fiesta de goles cuando al minuto 4 el árbitro Nelson Salgado sancionó una falta en el área de Jonathan Paz a Yeison Mejía. La acción dejó muchas dudas.
El llamado para ejecutar el penal fue el hombre más confiable del Azul, Agustín Auzmendi, quien quiso alargar su racha goleadora pero se topó con un colosal Menjívar que se lució con una espléndida atajada para evitar que el Mimado se adelantara en el marcador.
El paradón de Menjívar le bajó considerablemente el ímpetu a un Motagua que se mostró aturdido tras el fallo de su goleador, pero esto no evitó que el conjunto que vestía de celeste siguiera manejando el esférico y llevara peligro al área merengue.
Los Azules volvieron a tener una chance clara en los pies del Camellito Delgado, quien se quedó solo frente a Menjívar en el área chica, pero terminó rematando afuera de la portería.
El León al ver que estaba siendo perdonado respondió y vaya de qué forma. Maylor Núñez incursionó en el área recibiendo un balón que fue sacado a tiempo por Rougier, el balón quedó suelto y llegó a los pies de José Mario Pinto, pero el arquero argentino se lució con una gran atajada.
Nuevamente Rougier demostraría que los porteros fueron lo mejor de la noche al lanzarse sobre la línea para evitar que Julián Martínez marcara de cabeza en el tiempo de descuento.
Todo para la vuelta
El segundo tiempo del partido puede resumirse en que ambos equipos se sintieron cómodos con el empate y dejaron todo para la vuelta del jueves 21 de diciembre.
Apenas un remate de Yeison Mejía fue lo más peligroso que ocurrió en los primeros minutos de la parte complementaria.
El juego cayó en un bache en donde ambos conjuntos mucho dividían la pelota y reinaron las imprecisiones.
Fue hasta el tiempo suplementario que el Olimpia de Troglio puso el pie en el acelerador para callar la fiesta del público motagüense que no quiso que la pólvora que habían comprado se quedara sin reventar.
El aviso más claro del León estuvo en los pies de Carlos Pineda, quien se acomodó frente al área y soltó un remate que se marchó apenas desviado de la portería.
El partido acabó con una pequeña trifulca tras una serie de faltas entre Antony García, Kevin Álvarez y Yustin Arboleda. Nada pudo evitar que la primera final quedara 0-0, la desilusión entre los aficionados que colmaron el estadio era evidente.
Con el 0-0 de la ida, Olimpia y Motagua definen al campeón el próximo jueves 21 de diciembre.
En el próximo juego no hay mañana, el que gane en 90 minutos se lleva la copa y si hay empate el monarca del fútbol hondureño se definirá en tiempos extra o penales.
