TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con su imponente altura, seriedad que imponía respeto y un don de liderazgo capaz de transmitir confianza al resto de sus compañeros, durante su época como jugador Ninrod Medina destacó por ser uno de los mejores defensores en el fútbol hondureño.
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Aquel espigado zaguero de aproximadamente 1.82 de altura formó parte de generaciones doradas de la Selección de Honduras y principalmente del Motagua, club en el que marcó época para finalmente, años después, convertirse en uno de los encargados de guiar los sueños de la siempre noble afición Azul Profundo.
Por muchos años acompañó a su incondicional amigo Diego Vázquez como el segundo al mando del Nido, siendo esa mano derecha en los logros de la “segunda época dorada” del Mimado bajo el mando del oriundo de Mendoza.
Diego y Ninrod conformaron un dúo dinámico que por ocho años escribió un ciclo que dejó todo tipo de emociones, pero que su mayor logró fue regresarle el gen competitivo al segundo equipo más grande del país.
Tras haber emprendido vuelo hacia otro destino por un leve tiempo en 2022 acompañando a su amigo, Ninrod recibió un llamado para volver a casa, pero esta vez para ser el Águila mayor y encargarse de sacar adelante a un cuadro motagüense que inició con el pie izquierdo en el Torneo Clausura 2023.
Con todo el conocimiento adquirido al lado de Diego durante ocho años, Ninrod Medina no dudó en tomar el reto y en medio de la presión que representa su puesto más el duro presente deportivo ha logrado que las Águilas hayan logrado alzar su vuelo, hasta el punto de trascender fronteras.
Con poco menos de dos meses como el entrenador principal, Ninrod Medina y sus pupilos escribieron una de las páginas más recordadas en la historia del Motagua el pasado 16 de marzo, cuando en un partido con el guion de una película de suspenso lograron dar el batacazo ante el Pachuca, vigente campeón del fútbol mexicano.
Tras lograr algo inédito en la historia del Ciclón Azul, ahora Ninrod y compañía tienen por delante el cierre del Torneo Clausura 2023 y la esperada llave ante el Tigres de México en la Liga de Campeones de Concacaf, la cual es toda una cita con la historia para un cuadro Azul Profundo que volará por un espacio que hasta la fecha era desconocido para ellos.
Con una evidente sonrisa que disimula su mesura y sabiduría, Ninrod accedió a hablar con EL HERALDO y sostuvo un mano a mano en donde reveló interioridades de lo ocurrido en México, sus impresiones sobre Tigres y valoró su estancia como entrenador del Motagua.
Mano a mano con Ninrod Medina
¿Cómo describe estos meses al frente de Motagua?
Más que nada es una experiencia bastante bonita ya desde el plano de uno como técnico, porque había estado antes como asistente, pero indudablemente tenía un rol diferente, pero también siempre entretenido. Ahora lo estamos disfrutando un poco más seguramente, delegando las funciones como en su momento se delegó y buscando junto al cuerpo técnico aprender al máximo, desarrollar todo eso que hemos aprendido a lo largo de nuestra carrera y a la vez pues que el grupo se vaya amalgamando más dentro de la idea que queremos como cuerpo técnico.
¿Cómo recibió el llamado de Motagua?
Casualmente a medida que iba avanzando el torneo comenzando, pues en pláticas con con Iván Guerrero, más que todo, un ex compañero de aquí el equipo que vive en Estados Unidos, pues me hizo un comentario, no en relación a que como estaba mi posibilidad de si un dado caso de que las cosas no caminaban de poder llegar, entonces le dije bueno, en este momento estoy como asistente en la Selección, sin perder de vista que seguramente estaba esa oportunidad, uno de ahí va a poder tomar en cuenta si venía a Motagua. Una vez que el equipo pierde en la primera vuelta contra Olancho, una vez finalizado el juego, pues me llama Emilio Izaguirre y me explica que está la posibilidad de de agarrar el equipo, si había disponibilidad. Yo le dije que me dejara platicar con Diego (Vázquez), porque estaba en la situación de de ser asistente con él en la Selección y ya lo platiqué con Diego y bueno, a partir del 1 de febrero se puede decir que hablamos y ya el 2 de febrero que nos integramos ya las cosas se fueron dando y aquí estamos disfrutando la carrera.
¿Qué le dijo Diego Vázquez cuando le comentó sobre la oferta de Motagua?
Yo creo que en el momento nos agarra de sorpresa porque nosotros estábamos armando la convocatoria para el primer microciclo que se hizo este año, entonces en ese sentido por ahí tal vez lo pudo haber agarrado de sorpresa, pero dentro de las circunstancia creo que me entendió, me entendió, me dijo que que le diera “pa’lante”, que era la oportunidad, que yo se lo había comentado en su momento y bueno, nos apoyó, pues en ese sentido creo que actuamos derechos nosotros con él desde el momento en que él nos trajo acá (Motagua) siempre estuvimos ahí colaborando y en ese sentido creo que la disposición y aquí estamos hasta el día de hoy, dándole con todo.
¿Le dio algún consejo?
Fíjate que no, no directamente. Sí hemos hablado en el transcurso del torneo, en sí, después de los juegos platico y entre las preguntas que le hago está cómo ha visto el equipo, qué vio, qué le pareció y así, sugerencias, ideas y seguramente muy bienvenidos, porque a parte con él me une una gran amistad y seguramente que así como con él también con un par de técnicos nacionales que que por ahí se han puesto la orden y me han expresado sus muestras de buena fe.
¿Cómo encontró al equipo previo a debutar ante Olimpia?
Yo creo que hasta ese día que nosotros venimos pues sí vimos un grupo un poco diezmado en el sentido del resultado, un poco golpeado, la situación que no se les había dado el resultado, un día anterior habían perdido, estaban ahí en la tabla media hacia abajo y con esa idea. Aparte, venían de ser subcampeones, entonces por ahí el grupo estaba un poquito mentalmente cansado y los resultados no se daban, pero bueno, en esos días se logró por lo menos cambiarle las ideas.
¿Costó que el equipo retomara la confianza?
Nosotros agarrando el equipo perdemos ante Olimpia 3-1 haciendo un buen juego, lastimosamente ahí se da una expulsión y a partir de esa expulsión a función del equipo cambia para el segundo tiempo contra Olimpia, el segundo juego lo ganamos contra Vida, los siguientes juegos los empatamos, los tres siguientes juegos, entonces yo creo que siempre hay un cambio relativo cuando viene un cuerpo técnico diferente, porque hay otras expectativas, hay compañeros que no venían jugando, empiezan a jugar, hay otros que se les sigue tomando en cuenta, entonces es una serie de situaciones que se viven cotidianamente en esto del fútbol.
¿Cómo vivió esa presión inicial?
Dentro de lo claro que queríamos implementar nosotros no era tanto inventar, era más que todo cambiarle el chip al jugador, saber y orientarlos que la situación clara era en la cual estaba Motagua en ese momento, pero que seguramente en base a un trabajo y a un compromiso mayor a una responsabilidad mayor y a la vez buscar quitarnos esa presión extra que teníamos porque el equipo podía caminar mejor.
¿Cómo fue esa preparación para enfrentar a Pachuca?
Desde el momento que estábamos fuera del equipo el año pasado a finales y nos dimos cuenta que tocaba Pachuca dijimos, porque estábamos desde fuera del equipo, que iba a ser complicado, es el actual campeón, un equipo de mucha trayectoria a nivel de latinoamericana, entonces, lo vimos desde esos puntos de vista.
Cuando nosotros llegamos acá lo fuimos viendo más constantemente a Pachuca, fuimos creyendo que era un rival de respeto como todos con los que jugamos tanto en la liga local y fuera y donde íbamos a prestarnos más nosotros a soñar más a buscar divertirnos y más en base a una responsabilidad de juego de nosotros poder estar a la altura de esos dos compromisos.
¿Creyó que podían sorprender al campeón de México?
Sin afán de ser agrandados yo creo que nosotros podemos ganarle a cualquier rival del mundo y perder también con cualquier duda del mundo, el fútbol te da esa posibilidad. Yo tengo una convicción muy grande en Dios de que en base a divertirse, con la responsabilidad que amerita, el equipo puede caminar, entonces nosotros tuvimos la idea clara que había que soñar y que trabajar.
En esa línea el equipo se fue afianzando. Fuimos creyendo y fuimos trabajando, indudablemente lo que nos quedaba nosotros en la cancha, no es nada fuera de eso, solo saber que en la cancha había que correr, teníamos que tener una actitud y una concentración total todo el juego.
¿Qué sensación quedó tras empatar 0-0 en la ida?
En el partido en casa nosotros sabíamos que teníamos que buscar dar un golpe de autoridad y muchas veces un golpe de autoridad no es tanto solo en el hecho de ganar, sino que en el hecho de mostrar una buena cara, porque indudablemente las instituciones grandes a nivel de nuestro deporte, a nivel latino al venir a nuestros países piensan que somos limitados y muchas cosas.
Nosotros dijimos que independientemente como ellos nos vean nosotros debemos de hacer dos muy buenos juegos y en San Pedro buscar la manera de tener criterios sólidos a la hora de atacar y defender y de que tuviéramos un equipo con idea, un equipo claro en lo que queríamos, un equipo con valentía, un equipo rebelde y en ese sentido creo que el grupo lo asimila bien.
¿Qué pensaron viendo que la moneda estaba en el aire para la vuelta?
Nosotros sabíamos que iba a ser más difícil, indudablemente de visita, porque está el punto de ir a una cancha diferente a la nuestra, un clima diferente, cierta situación emocional diferente, entonces en ese sentido sabíamos todo eso por menores que ya se conocen, pero sabíamos también en la parte más intrínseca que teníamos que iba a ser un partido bonito, porque seguramente íbamos a vender la cara de un Motagua que queríamos todos, la oportunidad de que hubiera un Motagua con hambre, un Motagua con una idea un Motagua que en el juego tuviera un diseño para ese juego.
¿Cómo respondió el grupo durante el partido en Pachuca?
El grupo sabía de de la complejidad que había y a la vez respondió, indudablemente hay veces que también hay circunstancias de vida, que por ahí lo trabajas bien y no se te da, en este caso, Gracias a Dios se te da, al compromiso de los jugadores y en esa línea vamos apostando de cara a que cada vez se nos viene una responsabilidad mayor.
¿Recuerda alguna anécdota de ese día en Pachuca?
Lo que más puedo recordar es que íbamos convencidos. Cuando íbamos de camino a Pachuca. Durante todo el viaje, seguramente que en el vuelo, se acercaron muchas personas fuera del fútbol y nos daban una palabra aliento nos encontramos muchas personas que iban a ver al vecino (Olimpia), que iban directamente a Guadalajara con la escala en Ciudad de México y muchos iban con mucho optimismo, entonces muchas personas de esas nos comentaron que en base a nuestro trabajo podíamos lograr algo.
¿Pesó en el ánimo ver lo que ocurrió con Olimpia y Real España?
No tiene que influir porque cada quien maneja una historia diferente, el único rival de los tres que estábamos que había ganado era Olimpia y había jugado un gran juego y fue muy contundente, pero vos tenés que creer que son realidades que las podés lograr, entonces nosotros al ver eso nosotros creíamos que íbamos a hacer una buena fase e íbamos a estar a la altura.
¿Cómo vivió todo el asedio del Pachuca?
Uno en el plano personal muy tranquilo, porque seguramente el fútbol tiene esa línea, que cuando te van a anotar te anotan de la manera más ilógica o de la manera más lógica de acuerdo a cómo se da el juego. Nosotros teníamos la idea de que iba a ser complicado porque ellos van a manejar la pelota y nosotros teníamos que estar bastante bien defendiéndonos.
La pelota nos costó tenerla muy poco, cuando la teníamos la perdíamos muy fácil, la recuperaban ellos y volvía otra vez el asedio de ellos, entonces logramos como que medio entender más para el segundo tiempo que ellos se nos iban a venir un poco más encima que estudiamos bien parado y que una vez, lográramos hacer pasar en los primeros minutos, el grupo se iba a sentar un poco más, ellos a desesperarse y nosotros a poder agarrar la pelota.
¿Sentía que se venía abajo el equipo tras el gol de Pachuca?
Por Dios en los cielos que no. Nosotros teníamos la idea de que no nos anotaban y que si nos anotaban pues íbamos a tener una, eso lo tenemos claro. Este es un partido que sentíamos que no lo perdemos. Lo habíamos hablado mientras nos preparamos para este juego... Vamos a ir allá Pachuca, vamos a ir a demostrar buen juego, vamos a ser valientes y rebeldes y tenemos que tener esa convicción de que se puede.
¿Qué sintió cuando sancionaron el penal?
Estábamos con el cuerpo técnico, unos no miraron, por un momento se me dio una idea de no ver, pero me cayó el 20 ahí mismo y digo: “¿por qué no voy a ver si tenemos la tranquilidad en nuestros penaleros?”.
¿Qué pensó cuando Eddie Hernández tomó el balón?
Eddie no era el penalero para esa noche, los penaleros eran Campana y Decas que eran con los que que veníamos trabajando y los que regularmente andan mejor. Eddie es de los que hace penales, pero el día anterior no estuvo muy acertado, entonces teníamos así como la duda de pensar que podía ser más Campana si estuviera en el campo o Decas, pero bueno la agarró él y gracias a Dios se la logra anotar.
¿Cómo vivió esos angustiosos minutos finales?
Intenso porque yo generalmente ando un cronómetro en mi mano, esa noche el cronómetro se me arruinó... estaba con aquel sufrimiento preguntándole a los asistentes, cuánto tiempo iba, que tranquilo me decían de repente, van dos, van cuatro o faltan dos y uno como que lo hacía muy eterno, tenés esa sensación, se te alarga mucho y bueno, ahí les exigíamos al cuarto árbitro que le dijera al central que terminara, que ya era más de ocho minutos, sin embargo, yo creo que teníamos la idea, que no nos volvían a anotar, eso sí lo teníamos claro.
¿Cree que lo hecho en Pachuca es de las mayores hazañas en la historia del Motagua?
No sé si sea una de las mayores, seguramente que en su momento es una oportunidad muy buena que se logró, creo que cada cuerpo técnico que ha llegado y llegará al equipo tiene la responsabilidad de hacer su trabajo y por ende mejorar lo que han venido haciendo los otros técnicos. La verdad que nosotros no nos basamos tanto en una historia así, nos basamos en el día a día, seguramente es una posibilidad, era una posibilidad importante y que dentro de la historia del Motagua quedará este grupo de hombres. Yo siento que seguramente habrá por ahí más cosas importantes que se pudieron haber logrado.
¿Cómo valora este resultado iniciando su camino en Motagua?
Para ser el inicio de carrera como técnico, ya como técnico directamente, es un paso muy importante, pero vamos confiando en Dios que seguramente de acuerdo a cada objetivo y de cada paso que nos toca adelante, en base al trabajo y la confianza en Dios poder ir avanzando
¿Cómo mira el partido frente a Tigres?
Sabemos que Tigres es un rival que tiene un peso muy grande a nivel deportivo, a nivel institucional, ,a nivel del fútbol mexicano, sabemos que es una llave como todas las demás, también bastante complicada, pero en nuestra parte seguimos soñando, seguimos trabajando y seguimos haciendo hincapié a quien en base a esos elementos, más lo que podamos dar nosotros como jugador, seguramente el equipo pueda seguir escribiendo una historia buena.
¿Cómo se prepara Motagua con un calendario bastante apretado?
Con las situaciones de los viajes, los desgastes, las lesiones... eso muchas veces merma en un rendimiento, un funcionamiento de equipo, pero en base a todas las circunstancias estamos trabajando. Lo que nos cansa, fuera de los juegos son los viajes, eso es muy matado, pero bueno, uno busca entre la plantilla sacarlos lo mejor posible, tenemos un grupo bastante reducido de jugadores, sí hay muchos jóvenes, pero para esa competencia sí necesitamos tener una base y hay un par de compañeros importantes que se han lesionado, entonces están en ese periodo. Estas dos semanas de paro por la cuestión de la fecha FIFA nos ayudan mucho de cara a eso.
¿Intimida enfrentar a Tigres?
Nosotros creemos que siempre le hemos dado respeto a todos los equipos, tanto los de afuera como los de Liga Nacional, porque seguramente ese partido es el que nos da la posibilidad del siguiente juego, poderlo hacer mejor e ir creciendo, entonces le damos la responsabilidad.
En este caso no va a ser la excepción, vamos a hacer lo mismo y seguramente que el nivel de activación de uno de ganas para que hacer las cosas de mejor manera va a ser mejor, porque bueno nos vamos a enfrentar un rival que solo con el nombre llama mucho la atención y seguramente que con las figuras que tiene nos va a ayudar a que nuestra carrera pueda desarrollarse mejor.
¿Por dónde está la clave para vencer a Tigres?
Creo que la clave, como en todo partido, está en que el equipo logre hacer un buen juego en línea general, que desde nuestro portero hasta nuestro delantero, desde los delanteros al portero el equipo logre estar bastante junto, la líneas muy cerca, los bloques cerca, criterios sólido para jugar sin pelota, a la vez también para jugar con la pelota, que tengamos esa rebeldía, que tengamos esa mística que queremos.
¿Veremos la misma estrategia que contra Pachuca?
Creo que nosotros lo que debemos de cambiar y mejorar cada día son las líneas cada vez que sean mejor, que si en un juego, por dar un ejemplo, contra Pachuca vaya cometimos 10 errores, que contra Tigres sean los menos posibles y las virtudes los aciertos si fueron cierta cantidad, contra este equipo que sean mayor, entonces creo que esos son los balances nada más.
¿Se sienten capaces de dar una nueva sorpresa?
Como dije en su momento siento que en el fútbol, ahora por la distancias, podes ganarle al equipo con mayor renombre, como también te puedes comer la mayor goleada por ese equipo, es una realidad. Nosotros seguimos soñando y seguimos apostando a que en base al trabajo las cosas se puedan facilitar un poco más.
Mensaje a la afición motagüense
El mensaje directo es que esperamos ver un estadio a ‘full’. Nos quedamos con la sensación, no tan buena en relación que un día anterior en la fase pasada vimos un estadio lleno de aficionados del vecino y es lo que nosotros quisiéramos también de la afición de Motagua, sabemos que es una afición grande, sufrida, afición que está constantemente ahí, pero creo que el equipo le ha dado argumentos para que puedan acompañarnos. Nosotros queremos ver un estadio pintado de azul.