Tegucigalpa, Honduras
De arco a arco era posible escuchar lo que el meta le decía a sus defensas. El silencio en las gradas y la desolación en el ambiente del estadio Nacional de Tegucigalpa fue lo que reinó en el primer duelo de semifinal entre Olimpia y Motagua.
Jugadores intentando demostrar sus destrezas teniendo como testigos nada más que a sus compañeros, cuerpo técnico y las cámaras de televisión.
Y es que Olimpia y Motagua iniciaron la batalla en el campo este miércoles a las 3:00 de la tarde, duelo correspondiente a los primeros 90 minutos de la semifinal de la Liga Nacional.
Pero la emoción del clásico no fue igual que la de los anteriores, pese a que lo que está en juego es el pase a la gran final del Apertura 2017-18, pues la bulla, los cánticos, aplausos y gritos no estuvieron presentes porque las puertas del coloso capitalino se cerraron para los aficionados.
Debido a la turba que irrumpió el pasado jueves la semifinal entre Real España y Marathón en el estadio Morazán de San Pedro Sula cuando se jugaba el minuto 71, las autoridades de la Liga Nacional determinaron jugar estos importantes duelos con las gradas vacías.
Clásicos sin sabor, sin color y con algo de tristeza son los que se juegan en las semifinales del Apertura 2017-2018.
De arco a arco era posible escuchar lo que el meta le decía a sus defensas. El silencio en las gradas y la desolación en el ambiente del estadio Nacional de Tegucigalpa fue lo que reinó en el primer duelo de semifinal entre Olimpia y Motagua.
Jugadores intentando demostrar sus destrezas teniendo como testigos nada más que a sus compañeros, cuerpo técnico y las cámaras de televisión.
Y es que Olimpia y Motagua iniciaron la batalla en el campo este miércoles a las 3:00 de la tarde, duelo correspondiente a los primeros 90 minutos de la semifinal de la Liga Nacional.
Pero la emoción del clásico no fue igual que la de los anteriores, pese a que lo que está en juego es el pase a la gran final del Apertura 2017-18, pues la bulla, los cánticos, aplausos y gritos no estuvieron presentes porque las puertas del coloso capitalino se cerraron para los aficionados.
Debido a la turba que irrumpió el pasado jueves la semifinal entre Real España y Marathón en el estadio Morazán de San Pedro Sula cuando se jugaba el minuto 71, las autoridades de la Liga Nacional determinaron jugar estos importantes duelos con las gradas vacías.
Clásicos sin sabor, sin color y con algo de tristeza son los que se juegan en las semifinales del Apertura 2017-2018.
Mientras la afición espera que todo vuelva a la normalidad, los alrededores del estadio Nacional permanecen resguardados por agentes uniformados previniendo cualquier incidente en las cercanías del espacio deportivo más importante de la capital hondureña.