El ministerio público de Suiza anunció en agosto a los dos acusados su 'intención de emprender la acusación' contra ellos, dejándoles 'presentar sus eventuales requerimientos de prueba' antes de cerrar su instrucción, precisó un vocero, confirmando una información del diario Le Monde.
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Se trata por tanto de una primera indicación sobre la dirección dada a este caso por la acusación, quien descarta en estos momentos la posibilidad de un sobreseimiento. Sin embargo, la fiscalía todavía tendrá que presentar formalmente sus demandas, especificar los cargos y luego la Corte Penal Federal de Bellinzona decidirá o no abrir un juicio.
Platini, de 66 años, y Blatter, de 85, son investigados por 'gestión desleal', 'abuso de confianza', 'fraude' y 'falsedad en los títulos' por un pago de la FIFA de 2 millones de francos suizos (1,8 millones de euros; 2,11 millones de dólares) al francés en 2011 sin justificación escrita, por orden de Blatter.
Antiguos aliados convertidos en rivales, ambos exdirigentes del fútbol mundial insisten en que se trata de un pago por un trabajo de asesoría efectuado por Platini en 1999-2002.
'Si efectivamente hay una acusación, espero el juicio con optimismo. Por fin tendremos la oportunidad de poner todos los hechos sobre la mesa y aclarar el caso', dijo Blatter en una declaración a la AFP.
Según ambos, el acuerdo entre los dos se remonta a la primavera de 1998: Blatter, que entró en la FIFA en 1975 como director de desarrollo pero sin legitimidad deportiva, buscaba entonces el apoyo de Platini para alcanzar la cúspide de la organización.
La sombra de Infantino
Pero la FIFA, dirigida desde 2016 por Gianni Infantino, lamenta de su lado la falta de contrato escrito que mencione en ese momento dicha remuneración, y pide a Platini el reembolso. Es cierto que existe un 'convenio' escrito, firmado en 1999, pero solo prevé un salario anual de 300.000 francos suizos para el exfutbolista.Tanto Platini como Blatter han explicado desde entonces esta incoherencia aludiendo a los 'problemas de liquidez' que vivía entonces la FIFA. Ambos dirigentes habrían previsto verbalmente que el complemento de salario se pagaría más tarde, omitiendo precisarlo por escrito, relató el Tribunal Arbitral del Deporte en una decisión en 2016.
Además los dos sospechan que Infantino o su entorno alertaron a la fiscalía del pago, descubierto justo en el momento en que la presidencia de la FIFA parecía en manos de Platini, entonces al frente de la UEFA, antes de que su adjunto italo-suizo desbaratara los pronósticos para ocupar la cúspide del fútbol mundial.
'Todavía me pregunto quién puso los eventos de 2011 en conocimiento de la fiscalía', escribió este miércoles Blatter, 'sorprendido' de que la fiscalía suiza 'siga ocupándose' de este caso que se remonta a diez años.
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En paralelo a los cargos contra Blatter y Platini, Infantino es objeto desde el verano (boreal) de 2020 de una investigación por 'incitación al abuso de autoridad', a la 'violación del secreto oficial' y a 'la obstrucción de la acción penal', por tres reuniones informales con el exjefe de la fiscalía suiza.
