Polideportivo

Rafaela Silva, hija de la Ciudad de Dios, le da su primer oro a Brasil en Rio-2016

El título olímpico le permite además borrar el sabor amargo que le habían dejado los Juegos de Londres

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08.08.2016

Río de Janeiro, Brasil
La judoca Rafaela Silva, nacida en la favela carioca llamada la Ciudad de Dios, conquistó este lunes en casa el primer oro para Brasil en los Juegos Olímpicos de Rio-2016, al imponerse en la final de la categoría de los 57 kg a la mongola Sumiya Dorjsuren.

'Dedico esta medalla a todo el pueblo brasileño', dijo la judoca de 24 años, que con la presea ya en el cuello estalló en llanto mientras el himno brasileño sonaba en su honor en la Arena Carioca 2.

Aupada por su estruendosa 'torcida' (hinchada), Rafaela Silva se impuso en la final a la mongola Sumiya Dorjsuren, número uno mundial, por waza-ari.

La militar brasileña se subió a lo más alto del olimpo en la misma ciudad en la que, en 2013, se convirtió en la primera mujer brasileña en ganar un título mundial de judo.

El primer oro de Brasil en estos Juegos es el final de un cuento de hadas para esta judoca que se crió en Cidade de Deus, la favela conocida en todo el mundo gracias a la película de Fernando Meirelles.

'Ver a alguien como yo, que salió de Cidade de Deus, que comenzó el judo con cinco años como un juego, ser campeona mundial y olímpica es algo inexplicable', declaró la joven. 'Si esos niños tienen un sueño, tienen que creer que se puede hacer realidad'.

El título olímpico le permite además borrar el sabor amargo que le habían dejado los Juegos de Londres hace cuatro años, donde fue descalificada en los octavos de final por un golpe ilegal, y que estuvo a punto de hacerle tirar la toalla.

Foto: El Heraldo

Por aquel entonces fue víctima de comentarios racistas en las redes sociales, donde algunos llegaron a decir que 'un mono tenía que estar en una jaula, no en una Olimpiada'.

'Tras mi derrota en Londres, pensé que iba a abandonar el judo', explicó la campeona. Pero el golpe le hizo reaccionar. 'Empecé a trabajar con una psicóloga, que no me dejó abandonar. Mi entrenadora me incentivaba cada día (...) Me entrené al máximo y éste es el resultado'.

Un año después del fracaso de Londres, con la tenacidad y la mentalidad de acero que la caracterizan, esta militar que participa en el programa de Atletas de Alto Rendimiento del Ministerio de Defensa, logró el título mundial.

Silva, campeona del mundo junior en 2008, ya había dado un primer aviso con su medalla de plata en el Mundial de París dos años antes.

Para subir a lo más alto del podio olímpico, contó este lunes con la ayuda del público que llenaba la Arena Carioca 2 y que no dejó de animarla a lo largo de la jornada.

'La torcida me ayudó bastante, incluso el tatami temblaba, por eso pensé que no podía decepcionar a todas esas personas que vinieron a verme', dijo la judoca, que lamentó que algunos de sus familiares de la favela no pudieran comprar una entrada para vivir este histórico momento.

Para alegría de Rafaela Silva, la favorita japonesa Kaori Matsumoto, campeona olímpica en 2012 y del mundo en 2015, fue eliminada en semifinales por la que fue su rival en la final.

Matsumoto tuvo que contentarse con el bronce. El otro fue para la portuguesa Telma Monteiro.

El oro de Silva es la segunda medalla para Brasil en sus Juegos, después de la plata lograda el sábado por Felipe Almeida Wu, en la prueba de tiro con pistola de aire comprimido a 10 metros.

La judoca espera ahora que su medalla 'abra las puertas para que vengan más'.

El equipo auriverde quiere lograr en Rio su mejor resultado olímpico de la historia, cuatro años después de haber cosechado 17 medallas en Londres, con tres oros, menos que los cinco de Atenas-2004.