LOS ÁNGELES, Estados Unidos — Kobe Bryant sigue ganando después de retirarse del básquetbol.
El exastro de los Lakers de Los Ángeles ganó un Oscar el domingo en la categoría de cortometraje animado por “Dear Basketball”, basado en un poema que escribió en 2016 al poner fin a sus 20 años de carrera en la cancha.
La estatuilla se sumará a una colección de premios ya extensa que incluye cinco campeonatos de la NBA con los Lakers, dos medallas olímpicas de oro, premios al jugador más valioso de la final de la NBA, un premio al jugador más valioso de la liga y cuatro al mejor participante del Juego de las Estrellas.
Entre bambalinas, Bryant miraba con adoración al premio que sostenía entre las manos, y dijo “Dios mío”.
“Me siento mejor que al ganar campeonatos”, dijo sin perder la sonrisa. “Esto es una locura, una locura”.
Como productor ejecutivo de la cinta de seis minutos, Bryant recibió el domingo por la noche su Oscar de manos de la estrella de “La Guerra de las Galaxias” Mark Hamill y compartió el premio con el animador de Disney Glen Keane.
“No te tienes que meter en una tina con hielos”, le dijo Keane a Bryant entre bambalinas.
A través de Twitter llegaron felicitaciones de estrellas como Magic Johnson, Bill Russell y Saquille O’Neal, excompañero de Bryant en los Lakers y que admitió en broma “estoy celoso”.
Desde que colgó los tenis del basquetbol, Bryant se ha dedicado a proyectos como lanzar una nueva zapatilla de Nike y experimentar con diversas formas de narración.
El superastro de 39 años dijo que la nominación al Oscar demuestra que puede tener éxito fuera de la cancha.
“Como basquetbolistas se supone que debemos callarnos y driblar, pero me alegra que podamos hacer algo más que eso”, dijo Bryant en el escenario.
Bryant contó que recibió comentarios condescendientes como “qué tierno” cuando dijo que quería dedicarse a contar historias tras su retiro.
“Lo más difícil cuando empiezas de cero es que hay que silenciar el ego y comenzar de nuevo. Hay que aprender lo básico”, explicó.
Entre bambalinas, Bryant dio las gracias a su esposa Vanesa y a sus tres hijas. También agradeció a Oprah Winfrey y a la guionista y productora Shonda Rhimes por compartir sus conocimientos del mundo del espectáculo.
“Cuando tienes mentoras como ellas en la vida, todo tiende a salir bien”, dijo.
El premio para Bryant llegó en un momento de apogeo de los movimientos #MeToo y Time’s Up contra el abuso y el acoso sexual a las mujeres.
Bryant fue acusado en 2003 de violar a una empleada de hotel de 19 años en Colorado. Él admitió un encuentro sexual con la mujer, pero negó las acusaciones de agresión.
El caso penal se desestimó después de que la denunciante se negara a declarar. Más tarde presentó una demanda civil, que se resolvió con un acuerdo extrajudicial que incluía una disculpa pública de Bryant, aunque él no admitió culpabilidad.
El exastro de los Lakers de Los Ángeles ganó un Oscar el domingo en la categoría de cortometraje animado por “Dear Basketball”, basado en un poema que escribió en 2016 al poner fin a sus 20 años de carrera en la cancha.
La estatuilla se sumará a una colección de premios ya extensa que incluye cinco campeonatos de la NBA con los Lakers, dos medallas olímpicas de oro, premios al jugador más valioso de la final de la NBA, un premio al jugador más valioso de la liga y cuatro al mejor participante del Juego de las Estrellas.
Entre bambalinas, Bryant miraba con adoración al premio que sostenía entre las manos, y dijo “Dios mío”.
“Me siento mejor que al ganar campeonatos”, dijo sin perder la sonrisa. “Esto es una locura, una locura”.
Como productor ejecutivo de la cinta de seis minutos, Bryant recibió el domingo por la noche su Oscar de manos de la estrella de “La Guerra de las Galaxias” Mark Hamill y compartió el premio con el animador de Disney Glen Keane.
“No te tienes que meter en una tina con hielos”, le dijo Keane a Bryant entre bambalinas.
A través de Twitter llegaron felicitaciones de estrellas como Magic Johnson, Bill Russell y Saquille O’Neal, excompañero de Bryant en los Lakers y que admitió en broma “estoy celoso”.
Desde que colgó los tenis del basquetbol, Bryant se ha dedicado a proyectos como lanzar una nueva zapatilla de Nike y experimentar con diversas formas de narración.
El superastro de 39 años dijo que la nominación al Oscar demuestra que puede tener éxito fuera de la cancha.
“Como basquetbolistas se supone que debemos callarnos y driblar, pero me alegra que podamos hacer algo más que eso”, dijo Bryant en el escenario.
Bryant contó que recibió comentarios condescendientes como “qué tierno” cuando dijo que quería dedicarse a contar historias tras su retiro.
“Lo más difícil cuando empiezas de cero es que hay que silenciar el ego y comenzar de nuevo. Hay que aprender lo básico”, explicó.
Entre bambalinas, Bryant dio las gracias a su esposa Vanesa y a sus tres hijas. También agradeció a Oprah Winfrey y a la guionista y productora Shonda Rhimes por compartir sus conocimientos del mundo del espectáculo.
“Cuando tienes mentoras como ellas en la vida, todo tiende a salir bien”, dijo.
El premio para Bryant llegó en un momento de apogeo de los movimientos #MeToo y Time’s Up contra el abuso y el acoso sexual a las mujeres.
Bryant fue acusado en 2003 de violar a una empleada de hotel de 19 años en Colorado. Él admitió un encuentro sexual con la mujer, pero negó las acusaciones de agresión.
El caso penal se desestimó después de que la denunciante se negara a declarar. Más tarde presentó una demanda civil, que se resolvió con un acuerdo extrajudicial que incluía una disculpa pública de Bryant, aunque él no admitió culpabilidad.