El aparente suicidio del exjugador de los New England Patriots, Aaron Hernández, acaparó este miércoles los titulares de los medios de comunicación.
Hernández -condenado a cadena perpetua por el asesinato de Odin Llyod Jr, un jugador semiprofesional muerto a tiros en junio de 2013- apareció muerto esta madrugada en la celda del Centro Penitenciario Souza Baranowski de Shirley, Massachusetts.
La noticia tomó por sorpresa a Brian Murphy, exagente de Hernández, quien publicó en su cuenta de Twitter que no cree que su exrepresentado se haya quitado la vida.
'No hay posibilidad de que se quitara la vida. El chico no era un santo, pero mi familia y yo lo amábamos y él nunca se suicidaría', escribió.
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Los guardias de la cárcel en la que residía el exjugador de la NFL aseguraron que Hernández no presentaba síntomas de depresión o de querer atentar contra su vida, de lo contrario habría sido enviado a tratamiento.
