Las manifestaciones en contra del gobierno central de Brasil y el comité organizador de los Juegos Olímpicos se han intensificado en los últimos días, sobre todo porque estamos a cinco días para que arranque la justa olímpica.
Una parte de la sociedad en Río de Janeiro, que son minoría, se han organizado para seguir manifestándose en contra de la organización de los Juegos Olímpicos, pero principalmente en contra de Dilma Rouseff, presidenta suspendida de Brasil tras ser castigada por el senado de este país durante 180 días.
La inversión millonaria que ha hecho Brasil para la realización de estas olimpaidas, asciende a los casi 4 mil 600 millones de dólares y eso ha causado el descontento de un buen sector de la sociedad brasileña. Este domingo, aprovechando la euforia por los Juegos Olímpicos y que las playas de Copacabana estaban a reventar, una multitud de ciudadanos se han reunido para exteriorizar su descontento por el que ellos consideran, un despilfarro terrible de dinero.
Al menos unas tres mil personas se reunieron en Copacabana para expresar su desaprobación de la organización de los Juegos y el PT (Partido de los Trabajadores), del que es miembro Dilma Rouseff y el expresidente Luiz Inacio 'Lula' da Silva, quien pretende volver al poder en las elecciones del 2018.
'Fuera Dilma, los Juegos son una 'vergonha' (verguenza)', gritaban los miles de manifestantes. 'No tenemos hospitales ni buena educación para nuestros hijos, pero sí hay dinero para botarlo en unas olimpiadas', gritaba Felipe, uno de los integrantes de la manifestación.
A lo largo de las últimas semanas el tema de las manifestaciones habían frenado, debido a la sanción contra Rouseff, pero en este momento que los Juegos Olímpicos están por arrancar, las turbas han aprovechado para expresar su molestia.
Dilma Rouseff no estará en la ceremonia de los Juegos Olímpicos el próximo viernes 5 de agosto y su lugar lo ocupará el vice presidente Michel Temer.