TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El jugador de moda durante la última temporada de la Liga Nacional es Agustín Auzmendi. El argentino, a punta de goles y grandes actuaciones con los Potros del Olancho FC, se ha ganado la admiración y respeto de propios y extraños.
Pese a caer derrotado en la final del clausura 2023 frente a Olimpia, el “Pistolero” anotó en ambos juegos de la llave y estuvo a punto de guiar al conjunto olanchano a su primer título de liga.
Por ello, aunque se rumora que el costo de su ficha es bastante elevado, durante el mercado de fichajes su nombre ha sonado en los despachos de varios clubes grandes de la Liga Nacional, como Olimpia, Motagua y Real España.
Y es que Auzmendi es sinónimo de gol pero también de muchas cosas más a las que nadie les presta atención. ¿Qué hace tan especial a este jugador? ¿Realmente vale lo que piden por él?
Zona Táctica de EL HERALDO analizó al futbolista argentino para intentar definir sus cualidades y capacidades más allá del gol.
Agustín es bueno tanto en lo tangible como en lo intangible. Los números del atacante argentino desde su llegada a Honduras son envidiables.
Sin embargo, no solo es un goleador implacable. También atesora otras virtudes de las que poco o nada se habla y que son vitales para el funcionamiento colectivo de un equipo.
Auzmendi en números
El “Pistolero” suma 23 goles y 5 asistencias en 35 juegos disputados con el Olancho FC. Esto quiere decir que ha participado en 28 anotaciones durante su estadía en el club. Cabe destacar que de esos 23 tantos, apenas tres llegaron por la vía penal.
En el Apertura 2022 compartió el título de goleo con Clayvin Zúniga, firmando 12 tantos en 13 juegos. 11 en temporada regular y uno en el repechaje ante Marathón. Además aportó una asistencia.
Durante el Clausura 2023 anotó 11 goles en 22 partidos (7 de jugada, 3 de cabeza y 1 penal). De esos, 9 fueron durante la temporada regular y 2 en liguilla. Además de sumar dos asistencias en temporada regular y dos más en la semifinal frente a Real España.
Radiografía de un killer
Pero además de su enorme cuota goleadora, Agustín Auzmendi atesora otras cualidades que lo vuelven especial.
Una de sus principales características es la capacidad para detectar grietas en la defensa rival. Agustín es un futbolista intuitivo, que exige a su oponente estar 100% concentrado porque “huele la sangre”. Ahí donde no bascule alguien o donde un adversario no haga la transición defensiva, el va llegar.
Si el lateral fue al ataque y no volvió a tiempo, Auzmendi va explotar ese espacio, como en la primera jugada del video ante Olimpia, o las otras ante Vida y Motagua.
Cabe destacar que maneja todos los tipos desmarque. Es bueno tanto en apoyo como en ruptura, tirando diagonales de afuera hacia adentro o de adentro hacia afuera, como lo hizo frente a Real España.
Otro apartado donde es sobresaliente es en los apoyos. Una cualidad que es vital para generar acciones de tercer hombre en el fútbol. Sin importar las condiciones del terreno, el clima o el tipo de pase que le envíen, Auzmendi es capaz de habilitar o poner de cara con un solo toque a sus compañeros para agilizar y clarificar las jugadas.
Como se puede apreciar en el video, gracias a su técnica y toques diferenciales, el “Pistolero” le da sentido y continuidad a los ataques del Olancho FC. Agustín le permite sus compañeros encontrar un punto de apoyo ya sea para triangular en corto o para buscarlo como hombre alejado y que él se apoye en un intermedio para ganar metros.
Sumado a ello, Auzmendi tiene una rasgo muy importante para un delantero: no necesita demasiado tiempo o espacio para armar la pierna y chutar a portería. Cómo sus recepciones generalmente son buenas, en su solo movimiento se orienta para quedar de cara al arco rival.
Pese a jugar en canchas sumamente irregulares en la Liga Nacional, donde los pases no siempre le llegan en buenas condiciones, se las arregla para rematar rápido. Eso le regala décimas de segundo vitales y no le permite a su par (defensor) llegar a tiempo al cierre.
Otra de sus principales virtudes es que protege muy bien la pelota. Una vez que se posiciona para recibir, es muy difícil entrarle o pellizcarle el balón. El argentino utiliza bien su cuerpo tanto para cubrir el esférico y apoyarse como para desplazar al defensa con un giro.
De esta forma le ha metido en problemas a la mayoría de defensas de la liga. Lo han sufrido los denominados equipos grandes y también los los “pequeños”.
Agustín Auzmendi no es un futbolista sobresaliente en el 1 vs 1, pero tampoco le rehuye a ese tipo de jugadas. Tiene recursos para salir de lugares con poco espacio donde hay muchas piernas. Su inventiva y gran intuición le permiten encontrar soluciones creativas ante situaciones de apremio.
Finalmente, llegamos a su característica más visible y conocida. Anotar goles es el objetivo del juego y Auzmendi los hace de todos los colores. Tiene todo tipo de anotaciones y utilizando todas las superficies de golpeo.
Agustín es un “asesino eficaz y silencioso”. Suele fallar muy poco, es certero y tiene la capacidad de tomar la mejor decisión en situaciones de alto estrés. Su abanico de movimientos dentro del área suelen dejar a su rival sin respuesta.
Siempre aparece en el lado “ciego” de la jugada. Amaga con ir a segundo palo y ataca el primero. No es tan espigado, pero con 1.81 metros de estatura es muy buen cabeceador. Se impone más por ubicación y técnica de salto y golpeo que por estatura.
Pese a “vivir del gol”, no es un delantero egoísta. Actúa por y para el beneficio del equipo.
Todas estas características y cualidades hacen que Agustín Auzmendi sea tan apetecible en el mercado de fichajes. Motagua y Real España lo ha sondeado y Olimpia podría entrar en la puja.
El “Pistolero” es el tipo de futbolista que todos quieren tener en su plantilla y nadie como adversario. Un verdadero refuerzo de lujo de cara al próximo Torneo Apertura 2023 y a la Copa Centroamericana.
Adquirir a Auzmendi, con 26 años y una calidad probada de sobra en el ámbito local, es comprar una certeza. Además de tener un gran valor de reventa por edad, talento y potencial.
Obviamente que las condiciones de un hipotético contrato pesan, sin embargo, el tópico del salario y la prima de fichaje, que dicho sea de paso, las cantidades que se manejaban fueron desmentidas por su agente, suena más a excusa que a otra cosa.
Si tomamos como parámetro los últimos jugadores extranjeros que llegaron a Olimpia y Motagua, es fácil darse cuenta que ambos clubes han dilapidado mucho más dinero en apuestas que terminaron como fichajes fallidos que en certezas.
Auzmendi no representa un gasto, sino una inversión. Es entendible que los clubes locales no quieran pagarlo y sería hasta extraño que un jugador con su talento continúe en la Liga Nacional, pero al menos deberían ser sinceros con sus aficionados.
Si el argentino se marcha del fútbol hondureño, pierden los equipos al no contar con un jugador diferencial, pierde atractivo y competitividad la liga y también se priva a los aficionados de apreciar su talento.
Si Auzmendi se va de Honduras, pierden todos.
Últimas contrataciones de extranjeros en Motagua y Olimpia.
Motagua:
Matías Galvaliz, Diego Auzqui, Gonzalo Klusener, Franco Olego, Lucas Bandunciel, Mauro Ortíz, Fabricio Brener, Miguel Asprilla, Santiago Montoya, Gaspar Triverio y Lucas Campana (fichado de Marathón).
Olimpia:
Cristian Maidana, José Cañete, Jonathan Ferrari, Matías Morales (casi no jugó), Matías Garrido, Ezequiel “Topo” Aguirre, Gastón Díaz, Yustin Arboleda (fichado de Marathón), Gabriel Araujo y Yan Maciel.