El recién nombrado técnico del Juticalpa, Ramón Primitivo Maradiaga, no pudo contener las lágrimas mientras se llevaba a cabo el partido en el que se su equipo perdió ante el Marathón.
Entró al campo mostrando una sonrisa, pero en su interior se quebraba en llanto por la muerte de su madre en Houston, Texas.
Tras pisar la cancha, todos en el Yankel Rosenthal de San Pedro Sula lo saludaron y le mostraron su cariño durante este difícil momento en su vida.
Sin embargo, y pese a su profesionalismo, el Primi no pudo contener las lágrimas luego que se ofreciera un minuto de silencio por la mujer que lo trajo al mundo y que hoy reposa en el Señor.
Segundos después, se refugió en el banquillo mientras sobrellevaba su dolor durante los 90 minutos del encuentro.