TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Tal parece que los equipos que usan el blanco como su uniforme principal están destinados a hacer épicas hazañas para seguir saciando su sed de gloria. Esta noche el Olimpia, pese a no vestir con su tradicional uniforme, realizó una hazaña “estilo Real Madrid” y con una épica remontada derrotó 4-3 a Motagua para ir a una nueva final en el fútbol hondureño.
Los 180 minutos que duró esta serie, una de las mejores en la historia de fases de liguilla en Honduras, solo pueden definirse como una montaña rusa de emociones en donde el León tuvo mejor temple y pegó en los momentos precisos para dejar tendido en la lona a su más enconado rival.
Con una fuerte dosis de mística, hambre de gloria y casta de campeón, el Olimpia logró sobreponerse cuando todo parecía perdido y en un impresionante cierre que tuvo como héroe a Andy Najar lo dio vuelta cuando el partido iba 3-2 en favor para el Ciclón que no supo manejar bien el encuentro.
Cargado de la épica que ha caracterizado al Olimpia de Pedro Troglio, el Albo va a una nueva final en donde espera el Marathón que a primera hora cumplió los deberes ante el Génesis. El Viejo León sueña con otro tetracampeonato y la copa 38 en sus vitrinas.
Eléctrico partido
Más allá del resultado y el desenlace final, Motagua y Olimpia jugaron una serie de primer nivel que agradece el aficionado. Habían muchas dudas sobre si veríamos un partido similar al de ida y ambos se encargaron de disiparlas en los primeros minutos.
Fue el conjunto merengue quien pegó primero. Edwin Rodríguez tiró un gran pase diagonal para Yustin Arboleda, quien impuso su físico, controló de espaldas, se perfiló al marco y soltó un cañonazo por bajo para batir a Rougier y poner el 1-0 cuando tan solo iban 4 minutos.
El gol de Arboleda despertó a un Motagua que no estaba dispuesto a pasar sustos como en el partido anterior y que encontró en Rodrigo “Droopy” Gómez una de sus mejores armas para poner en aprietos al León. El argentino demostró que es un experto con el balón parado y al 11’ tomó la redonda al borde del área y soltó un cañonazo que se fue al ángulo de Menjívar para poner el 1-1.
Motagua estaba inspirado y presionando fuertemente a Olimpia, eso provocó un grosero error de José García, quien regaló el balón a Marcelo Santos y luego lo derribó en el área provocando una clara falta penal.
Rubilio Castillo no falló a su cita con el gol y con un certero derechazo venció a un experto como Menjívar y ponía el asunto 2-1 a los 20 minutos. El Estadio Chelato Uclés era una locura en la parcialidad azul.
Olimpia no se hallaba en el partido y las Águilas dispusieron de más oportunidades para encaminar la serie, pero simplemente no aprovecharon. Primero fue Luis Vega que no supo definir en el área y luego Walter Martínez, quien se perdió una buena chance.
En la parte de complemento el Olimpia recompuso con la entrada de Jerry Bengtson y pocos segundos después del silbatazo inicial se encontró con una falta penal tras una mano en el área de Vega.
El goleador de los blancos tomó la responsabilidad y ni todos los distractores que le pusieron evitaron que marcara un gol más y mantuviera con vida a los meregues. Estábamos 2-2 con 40 minutos por jugar.
Con el Olimpia cerca de la remontada, Diego Vázquez dio entrada al “Zapatilla” Mejía, quien recibió una falta que ejecutó “El Droopy” Gómez repitiendo la misma fórmula en el juego aéreo. Mala salida de Menjívar y cabezazo de Meléndez para marcar un 3-2 que parecía definitivo al 63’. Nadie imaginó lo que estaba por venir...
Najar MVP
Todo parecía perdido para el León, la paternidad sobre Motagua, el pase a la final y la gran hegemonía de Troglio que nunca había quedado eliminado en estas instancias, pero las ganas de vencer de los blancos tuvieron la última palabra.
Andy Najar, el muchacho de Marcovia que este año cumple su sueño de jugar con el equipo de sus amores después de una larga carrera en el exterior, se puso la capa de héroe para impulsar al Albo a una nueva final.
Al 88’, cuando Olimpia no parecía una amenaza y Motagua ya se sentía en la final, a pura garra entró el volante al área, tomó la pelota, se escabulló entre los defensas y soltó un remate que dejó estático a Rougier y decretaba un nuevo 3-3 de locos y con mucho tiempo para obrar el milagro.
El experimentado futbolista no vio imposibles en ningún momento y casi de inmediato evitó que un balón que parecía irse a la línea de fondo abandonara el campo y sacó un centro envenenado que en el forcejeo entre Bengtson y Meléndez terminó siendo un autogol que significaba el 4-3 y el pase a la gran final para el Olimpia. Otra vez el León golpeó a su máximo rival en el ocaso del partido.
Con la locura en la parcialidad melenuda, Motagua se lanzó desesperado al ataque, pero en el tiempo de descuento apenas se acercó a la portería de Menjívar. La clasificación melenuda fue inevitable y una vez más los merengues dan un zarpazo mortal a las ilusiones de las Águilas para mantenerse reinando en el fútbol hondureño.
Ahora Olimpia y Marathón definirán al campeón del Clausura 2024. Los Leones van por su tercer tetracampeonato y la coa 38, mientras que el Monstruo va por la décima seis años después de su última conquista.