San Pedro Sula, Honduras
El 4-0 de Real España a Marathón trajo consigo el enésimo episodio de polémicas arbitrales.
Sintiéndose afectado por un penal y la roja al portero José Calderón (expulsado por lanzar el balón al árbitro), al final del clásico Héctor Vargas se fue encima de Saíd Martínez y el juez insertó en el acta que el entrenador del Verde lo trató de “sinvergüenza y sicario”.
Luego, Marathón envió un comunicado solicitando “que se hagan públicas las calificaciones del asesor arbitral de los últimos dos encuentros del equipo”.
Vargas dijo ayer que “esa palabra (sicario) yo no la utilizo, por eso pedí una reunión con la Comisión de Disciplina porque se debe contar la verdad”.
“No es palabra santa el acta”
“¿Por qué tengo que creerle a Saíd? Hay otras cosas que el profesor va a exponer ante la Comisión. Tampoco es palabra santa lo que dice el acta, solo porque yo vengo y pongo lo que quiero y busco perjudicar a alguien”, dijo Rolando Peña.
El gerente deportivo del Monstruo dijo que “hay una animadversión de los árbitros hacia Marathón” y que piden tres cosas puntuales: calificaciones de los últimos dos partidos, que informen quién está al mando de la Comisión de Arbitraje y una reunión en Fenafuth.
Ante ese escenario, Pedro Rebollar -asesor arbitral de Fenafuth- dijo que sostuvo una charla con “Rolin y en alto nivel de plática quedamos en que yo emitiré un comunicado del aspecto técnico que ocurrió en el partido, para que se quede tranquilo... y si nos equivocamos, decir a todas luces que nos equivocamos”.
Los errores son parte de...
El exasistente mexicano reconoció que “los errores no los podemos esconder, están claros,” y también dejó claro “que no hay aversión y mucho menos persecución para Marathón y hacia ningún equipo”.
Rebollar aclaró que “si el árbitro se equivoca es por las circunstancias del fútbol, ya que el que menos quiere equivocarse es el juez”.
En ese contexto, dijo que semanalmente hacen un diagnóstico del trabajo arbitral.
“Me parece justo que en esta semana tengamos un parámetro para saber en qué partido nos hemos equivocado, si esa equivocación fue solamente en el marcador o si el fallo afectó al ganador, ya que eso es más grave.
En ese sentido, puede haber uno, dos o tres partidos de suspensión (para el árbitro), dependiendo del error”.
