TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Poco a poco Honduras avanza en el cumplimiento del plan de reapertura económica en medio de la
pandemia del coronavirus. El lunes 15 de junio comienza la segunda semana de la primera fase del proyecto nacional que buscar rescatar unos 250 mil empleos, ya que durante la cuarentena fueron 500,000 hondureños los que resultaron afectados con suspensiones y despidos de sus puestos de trabajo.
De esa forma, los próximos siete días son vitales para la continuidad del plan, ya que de llegar a detectarse un alza en el número de contagios durante esta primera etapa de la reapertura, el plan podría ser suspendido y los hondureños volverían al confinamiento estricto que comenzó en marzo pasado.
De esa forma, los próximos siete días son vitales para la continuidad del plan, ya que de llegar a detectarse un alza en el número de contagios durante esta primera etapa de la reapertura, el plan podría ser suspendido y los hondureños volverían al confinamiento estricto que comenzó en marzo pasado.
VEA: ¿Qué actividades incluye la segunda semana de la reapertura económica?
Es por eso que durante los próximos días se evaluará el impacto que el retorno del 20% de empleados de algunas empresas e instituciones del país ha significado para la salud y la economía hondureña.
En caso de que el plan funcione de manera óptima, el próximo 22 de junio más personas podrán sumarse a sus actividades económicas y la reintegración continuará de manera progresiva con un margen de dos semanas por etapa hasta llegar al 100% de reactivación en agosto próximo.
'La reapertura gradual de los sectores facilita el inicio de las actividades de las empresas, permite recuperar los empleos suspendidos y, parcialmente, los perdidos que calculamos que son más de 500,000', consideran autoridades del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).
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Medidas de bioseguridad son clave
Autoridades de distintos sectores del país han insistido reiteradamente en que el cumplimiento de las medidas de bioseguridad es la única manera de lograr avanzar en cada etapa de la 'nueva normalidad'.'Todos los hondureños debemos cuidar a los propios hondureños', ha dicho de forma clara el Cohep, postura con la que coinciden los médicos que han estado de frente desde hace 13 semanas en la lucha por salvar a los enfermos del virus.
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Por su parte, el mandatario Juan Orlando Hernández ha insistido en que 'tenemos que llevar de la mano, de manera prudente, el manejo de la pandemia y el manejo de la economía', por lo que una falla en el plan de reapertura que ocasione un retroceso sería catastrófico para cientos de trabajadores. Un retroceso significaría incrementar fenómenos como la mendicidad y la precariedad que han aumentado visiblemente en los últimos meses en el país a causa del brote.
Por el momento las actividades parecen estarse desarrollando con optimismo. Las empresas habilitadas para operar han implementado las medidas de bioseguridad y se han creado comisiones de vigilancia de los protocolos, algunas incluso han gestionado lugares para vigilar a los empleados que puedan presentar síntomas, ayudando de esta forma a la temprana detección del virus.
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'Creemos que la reapertura va bien, algunas empresas todavía están preparándose, pero estamos dando acompañamiento. Salvando empleos vamos a salvar vidas' ha dicho José Luis Rivera, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT).
EL HERALDO ha logrado evidenciar que las empresas, los empleados y una gran parte de la población parece estar comprometida con el cumplimiento de las reglas sanitarias. A medida avanza el tiempo, los hondureños comienzan a tomar conciencia de la magnitud de la enfermedad y de la diferencia que significa acatar los protocolos establecidos.
Cada vez es más común ver personas portando mascarillas (acción obligatoria), guantes, usando gel antibacterial y colaborando con el personal de los diferentes locales para que la actividad económica funcione.