El uso de tarjetas de crédito (sin importar banco o rubro) es beneficio para aquellos que saben 'jugar con ella'. Muchas veces no nos damos cuenta del porqué estamos pagando más de lo que hemos gastado. Es por eso que es preciso entender dos conceptos: la fecha de corte y la fecha de pago.
Sin embargo, hay que tener claro que al momento de adquirir, tener o manejar una tarjeta de crédito, que esta no es dinero extra, sino una extensión de tus ingresos o presupuesto para ser usada en tu beneficio o emergencia como dinero plástico.
Siendo así, debés saber cuáles o cuándo son tus fechas de corte y de pago.
La primera es aquel período de tiempo en la que el banco u institución financiera te 'permite' hacer compras, pagos o retiros con el fin de que ellos puedan hacer un cálculo de cuánto gastaste.
Para poner un ejemplo. Si mi fecha de corte es el 12 de cada mes, entonces mi 'permiso' para hacer compras, pagos o retiros será del día 13 al 12 del siguiente mes.
OK, hagámoslo con fechas reales.
Si mi fecha de corte es el 12 de mayo, mi crédito mensual o ciclo de compras, pagos o retiros será del 13 de mayo al 12 de junio. El banco entonces incluirá en mi estado de cuenta todas las actividades que haya realizado con mi tarjeta durante esos días.
Ahora bien, el segundo concepto es la fecha de pago. El banco, a partir del 12 de junio, me da un plazo de 20 días para pagarle lo que yo gasté en ese mes con la tarjeta. Si yo, pago entonces dentro de este margen de tiempo, el proveedor de la tarjeta (banco, cooperativa, financiera) no me podrá cobrar intereses.
Ahora bien, si dento de esos 20 días no pago lo consumido o no lo pago completo, entonces, comienza el negocio del proveedor de la tarjeta en concepto de haberme 'prestado' su dinero para hacer compras, pagos o retiros.
Es decir, esto es como que un familiar te presté una suma de dinero y te diga que si no le pagás en 20 días el monto completo, te cobrará intereses por no cumplir con tus obligaciones. Evidentemente, si le pagás todo a ese familiar en 20 días, no le pagarás ni céntimo más. ¡Pues con la tarjeta de crédito es igual!
Más detallado
Vamos a verlo con cifras. Si yo tengo una tarjeta de crédito y me gasté el 14 de mayo 1,000.00 lempiras en un supermercado, el 25 de mayo 500.00 más en un restaurante y el 4 de junio compré una camisa por 850.00, quiere decir que en mi fecha de corte el 12 de junio yo le deberé al emisor de la tarjeta 2,350.00 lempiras.
Desde ese mismo instante, tengo 20 días (hasta el 2 de julio) para pagar los 2,350.00 lempiras. De ese modo, no pagaré intereses.
Ahora bien... ¿qué pasa si consumo más?
A ver, hasta mi fecha de corte (12 de junio) el banco me dijo que le debía 2,350.00 lempiras y luego realicé una compra el 16 de junio por 715.00 lempiras y no pienso pagar los 2,350.00 hasta el 2 de julio, entonces estos 715.00 lempiras nuevos los puedo pagar el 2 de julio junto con los 2,350.00 o bien hasta el 2 de agosto.
Cosas importantes para sacarle ventaja a tus tarjeta de crédito:
1-Evitá pagar el pago mínimo
Eso solo provocará que los call center no te llamen por 20 días en las que tu fecha de pago está habilitada.
2-No usés la tarjeta para lo que está fuera de presupuesto, lo que no necesités o 'lucirte'
Recordá esto en letras mayúsculas: la tarjeta de crédito NO ES DINERO EXTRA, es una extensión de tu capacidad de pago.
3-Sacar efectivo no es ventajoso
Todas las tarjetas de crédito existen con el fin de generar ganancias al emisor. Todas cobran comisiones por ciertos servicios.
4-Saber jugar con ella o utilizarla
Comprá únicamente cuando podás cubrir los pagos mensuales, siempre pagando más del mínimo.
5-Lleva tu propio registro
No botés nunca los vouchers, recibos o facturas emitidas por el POS (la maquinita con la que te cobran), llevá un registro de todo lo que hagás con la tarjeta. Éstas deben coincidir con las que aparecen en tu estado de cuenta. Cualquier anomalía reportala de inmediato.
6-En caso de robo
Tené a la mano siempre el número telefónico de la institución que te ofrece el servicio y el número de la tarjeta, así podrás reportar inmediatamente el robo, pérdida o cualquier otra anomalía.
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