Tegucigalpa, Honduras.- Las empresas constructoras de Honduras atraviesan una situación de insolvencia por los atrasos de pago de la Secretaría de Finanzas (Sefin).
Son 2,400 millones de lempiras que suma la deuda por la construcción de carreteras, sin embargo, la Tesorería General de la República dispone de L15,083.2 millones en superávit.
Así lo constató EL HERALDO al verificar los ingresos del Presupuesto General de la República 2024 que hasta ayer sumaban 349,584.7 millones de lempiras versus los egresos que totalizaban L334,501.5 millones.
Al restar ambas cantidades reflejadas y actualizadas a diario en la plataforma de Inteligencia de Negocios de la Secretaría de Finanzas (BiSefin) da como resultado la diferencia favorable entre los ingresos y gastos durante el presente ejercicio fiscal.
El pasado 13 de diciembre, Finanzas comunicó que se transferiría 234.9 millones de lempiras a empresas constructoras que ejecutan obras de infraestructura al gobierno y que acreditaron su documentación ante la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT).
Sin embargo, esto solo representa apenas el 10% de la deuda y todavía se sigue a la espera del cumplimiento del 90% restante.
Asignación
“El viernes de la semana pasada nos debían 2,400 millones de lempiras e hicieron una carga presupuestal que fue lo que informaron de L239 millones, quiere decir que si ese dinero se asigna a carreteras nos deberían L2,165 millones al día de hoy (ayer)”, mencionó a EL HERALDO el presidente de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), Gustavo Boquín.
Agregó que “si ese dinero que fue asignado el viernes -13 de diciembre- a la SIT lo cargan a hospitales, nos siguen debiendo en este momento 2,400 millones de lempiras”.
Boquín advirtió que si el compromiso financiero con las empresas de este rubro persiste mañana ya no se podrán generar mucho menos cobrar las órdenes y estimaciones de pago hasta la segunda semana de enero de 2025.
“Quiere decir que no le vamos a pagar el aguinaldo, salarios a nuestros empleados, no se pagará el diésel, cemento y así una cascada de no pago que generará una bola de nieve en la economía”, enfatizó.
El entrevistado sostuvo que el impacto sería “monstruoso, de hecho, hay empresas que pueden quebrar el próximo año porque al cerrar con deuda los bancos no les darán créditos y sin estos una constructora no puede trabajar”.
Hace un mes desde la Chico se ha instado al titular de la Sefin, Christian Duarte, a que se honre la deuda con las empresas constructoras, no obstante, el funcionario se ha llamado al silencio y no responde las comunicaciones.
Un desfase en la ejecución de parte del sector construcción se produjo en el 2023 cuando se asignaron L12,400 millones, de lo que únicamente L4,400 provinieron de fondos nacionales, indicó en un comunicado la asociación.
De su lado, el Banco Central de Honduras (BCH) destacó en una de sus publicaciones que “la industria de la construcción en Honduras ha experimentado una notable transformación en los últimos años caracterizada por una creciente industrialización y una mayor dependencia de componentes importados; evidenciado en un crecimiento promedio anual de 10.6% en los últimos 10 años, lo que representa un aumento de 119.9% en el valor de las importaciones entre 2014 y 2023”.
“Esta reconfiguración ha sido impulsada por factores como acceso a nuevas tecnologías y materiales de construcción prefabricados, mayor demanda de viviendas con diseños modernos y estilos vanguardistas, así como el creciente desarrollo de edificios de apartamentos para el aprovechamiento del espacio, combinado con una mayor eficiencia energética”, se añade.