Ya se ha escuchado que no todas las deudas son malas, sin embargo, diferenciar entre las positivas y las negativas a veces puede ser bastante complicado.
Según expertos consultados, la pregunta esencial que el consumidor debe realizar antes de adquirir una deuda es ¿qué beneficios a largo plazo me traerá esta deuda? Si el cliente se muestra indeciso sobre su respuesta o tiene que pensar exhaustivamente en ella, estas son señales que la determinada deuda simplemente representa una compra y no trae ningún tipo de regreso de capital.
En contraposición, si el consumidor rápidamente identifica los beneficios, seguidamente se debe preguntar '¿cómo puedo pagar esta deuda?' Antes de comprometerse con un pago puntual respecto a un producto o servicio, se debe por lo menos señalar cuáles son los ingresos o ahorros que serán destinados al pago de la deuda.
Para los expertos, existen ciertos bienes y servicios con los cuales es estratégico adentrarse en deudas. Por ejemplo, las oportunidades para que la persona promedio pueda pagar una casa en efectivo son muy reducidas. Obtener un préstamo para este tipo de compras puede ser la única opción viable.
De la misma forma, pagar los estudios universitarios, ya sean propios o de familiares, crea un enorme vacío en las finanzas. No obstante, si el pago promedio de los estudios universitarios es continuo durante cuatro años, el adquirir un préstamo parcial puede aliviar los egresos mensuales.
Los expertos también indican que de preferencia el crédito debe ser utilizado solamente en bienes necesarios y con un valor en efectivo bastante elevado.
Es mejor realizar la mayoría de sus compras cotidianas al contado y reservar los préstamos para los bienes que sean considerados una inversión.
