TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los productos nostálgicos hondureños cada día ganan mayor participación en el mercado internacional. Un reporte de comercio exterior del Banco Central de Honduras (BCH), correspondiente a febrero 2024, revela que el monto exportado durante 2023 alcanzó 29.8 millones de dólares.
Ese valor correspondió a refrescos, frituras (churros), rosquillas, productos lácteos, frijoles molidos, pinol y horchata, tustacas, espumillas, nacatamales, café, pan dulce, entre otros
Agrega que los principales destinos fueron Estados Unidos, España, Reino Unido y Países Bajos. En cuanto a los productos exportados sobresalen refrescos con una participación de 44.3%, boquitas (churros) con 18.5%, rosquillas con 16.8% y lácteos con 10.4%. En la lista también aparecen frijoles con 7%, pan dulce con 1%, pinol y horchata con 0.7% y otros productos con 0.7%. En otros productos aparecen, según el Banco Central, casabe, dulce de coco, alcitrones, cervezas, café tostado, tamales y tustacas.
Los refrescos tienen como destinos Estados Unidos, España y Países Bajos. Los churros, rosquillas y frijoles son enviados a Estados Unidos, España y Reino Unido. Los lácteos, pan dulce, pinol y horchata son enviados a Estados Unidos.
El destino de los productos nostálgicos está ligado a la distribución de la diáspora hondureña. De acuerdo con el análisis del Banco Central de Honduras, los productos nostálgicos evocan recuerdos de hogar, familia y tradición, especialmente para aquellos (compatriotas) que han emigrado a otros países.
Agrega que en los productos nostálgicos se considera el componente de filiación y apego al país de origen para los compatriotas que los consumen. “En la diáspora, además de ser catalogados como bienes (alimentos y bebidas), son sinónimos de identidad, cultura y cercanía. Estos productos sirven como puentes que de cierta forma unen a los hondureños en el mundo”, subraya el análisis del BCH.
Los productos nostálgicos llegan a los países en donde radican a los hondureños a través de diversos canales, sea a través de encomiendas y por medio de personas que se denominan “viajeros”, quienes cuentan con autorización para la introducción de esos bienes a las naciones de destino.