TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La crisis económica de Honduras empeoró drásticamente en los últimos dos años y se puede observar en la fuerte caída de la Inversión Extranjera Directa (IED), los índices de desempleo y pobreza que se registraron al cierre de 2020.
La IED, que es básica para la generación de empleo y desarrollo para el país, mostró una reducción del 56% entre 2019 y 2020, bajando los flujos de capital invertido desde los 961.4 a 418.6 millones de dólares, según los informes del Banco Central de Honduras (BCH). Esto representa 543.4 millones de dólares menos, unos 13,000 millones de lempiras, que la economía hondureña dejó de percibir en el último bienio.
Las razones principales, según lo explicado por las autoridades del BCH, fueron en 2019 la desaceleración de la economía y la crisis política y social que se agudizó luego de la reelección del presidente Juan Orlando Hernández en las elecciones generales de noviembre de 2017, cuando la oposición alegó fraude electoral. Ya para 2020 se profundizó con los efectos de la pandemia del covid-19 por los cierres de las empresas, las restricciones de movilización y además por las tormentas Eta y Iota.
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Los retos
Para este año 2020 la meta es cerrar con alrededor de 372 millones de dólares, con lo que no se esperan grandes resultados en materia de empleo y desarrollo para el país.
“Con la inversión privada se generan empleos y muchos beneficios para Honduras”, explicó la directora ejecutiva del Consejo Nacional de Inversiones (CNI), Jaqueline Foglia, quien reiteró que esa institución continúa trabajando en promover los incentivos que ofrece el país para atraer capital fresco.
Analistas económicos explican que en efecto Honduras es un país atractivo por sus ventajas competitivas, pero requiere de esfuerzos en materia política para atraer lo que se necesita. Entre los retos indican que están la estabilidad política, el combate a la corrupción, la seguridad jurídica y transparencia en el uso de los recursos del Estado.
“Va a ser difícil que se pueda recuperar de un solo, recordemos también que el 65% de la inversión es reinversión de utilidades, es decir que el año anterior y este no tuvieron fondos frescos”, explicó Helmis Cárdenas, presidente del Colegio Hondureño de
Economistas (CHE).
“La incertidumbre también obedece, entre otros aspectos, a la falta de vacuna, sin ella no podría dinamizarse la economía a la velocidad que se requiere. Por eso es que los inversionistas mejor tienen depositado su dinero”, analizó la economista Liliana Castillo.
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