TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los hondureños acudirán el 14 de marzo a una cita con la democracia para elegir a los candidatos a cargos de elección de tres partidos en el marco de las undécimas elecciones primarias e internas que se celebran desde 1987. Se trata de unos comicios atípicos. Con una pandemia de salud que no cesa en los contagios, con un país debilitado económicamente por los efectos, no solo por la crisis sanitaria, sino por los efectos de los dos recientes huracanes.
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El proceso también tiene la peculiaridad de que tres de los consejeros electorales (uno propietario y dos suplentes) están contagiados de covid-19 al igual que unos 12 funcionarios de mandos intermedios del Consejo Nacional Electoral (CNE).
| Historia
El origen de las primarias e internas se remonta a 1987 cuando los políticos, después de la crisis institucional, decidieron celebrar elecciones internas en lugar de convenciones para elegir autoridades de partidos.
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Aun con este marco sombrío, los actores políticos desarrollaron su campaña durante 50 días y en las últimas semanas se vio entusiasmo y convicción, tanto en ellos como en sus simpatizantes congregados en caravanas y reuniones políticas.
El ente colegiado ha garantizado un proceso electoral dotado de todas las medidas de
bioseguridad.
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No obstante, el abstencionismo podría crecer en esta nueva fiesta cívica. Por un lado, por la incertidumbre de la exclusión de ciudadanos en el censo nacional electoral, la ausencia de una efectiva planificación en los organismos electorales y el mismo temor al contagio de una parte de la población, estimó el experto electoral Augusto Aguilar.
Origen y ejemplo
Honduras se ha convertido en un ejemplo de democracia en América Latina por su modalidad de escogencia de sus candidatos. Fue a partir de 1987 cuando se efectuaron las primeras elecciones internas.
Dos años antes, en 1985, se produjo la “crisis institucional” que se originó por la ambición de poder de varios políticos de los dos partidos tradicionales.
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La polémica, que confrontó a los tres poderes del Estado, concluyó con la “opción b” mediante la cual acudieron a las elecciones generales cuatro candidatos presidenciales del Partido Liberal, tres del Partido Nacional y uno por cada uno de los partidos emergentes (Pinu y PDCH). Este fue el origen de las primarias e internas para tener un mecanismo más democrático de escogencia.
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Unos 80 mil aspirantes
Para esta ocasión, el Partido Nacional inscribió dos corrientes, el Partido Liberal tres y el más reciente Libertad y Refundación (Libre) 10 para un total de 15 movimientos.
Todos estos grupos registraron a unos 80 mil aspirantes en los niveles electivos presidencial, diputados, alcaldes y regidores que se disputarán este domingo 3,038 candidaturas a cargos de elección. Entre estos cargos están un candidato a presidente de la República, tres designados presidenciales, 298 alcaldes, 298 vicealcaldes, 256 diputados (128 propietarios y 128 suplentes), 40 diputados al Parlamento Centroamericano (Parlacen, 20 propietarios y 20 suplentes) y 2,142 regidores.
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Los diputados al Parlacen saldrán favorecidos bajo la figura presidencial porque así lo establece la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas. O sea que no pidieron el voto ni gastaron en campaña.
El Parlacen es un foro regional no vinculante que surgió tras los acuerdos de paz Esquipulas II en 1987.
La convocatoria
Fue precisamente bajo el mandato de la ley actual (porque la nueva solo está a nivel de dictamen) que el 13 de septiembre del año pasado, el CNE convocó a elecciones primarias (cargos de elección) e internas (autoridades de partido).
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El ente colegiado -que sustituyó al Tribunal Supremo Electoral (TSE)- convocó a las unas en el marco de una polémica. ¿Con cuál censo se citaría a votar? Al final se decidió que se haría con el viejo padrón porque aún no se ha aprobado el nuevo
cuerpo jurídico.
El censo y sus problemas
Para mañana están aptos para ejercer el sufragio 4,832,117 hondureños que tramitaron su nueva tarjeta de identidad al cierre del 30 de diciembre de 2020. Pero después del 30 de diciembre, los hondureños continuaron enrolándose (actualizando su base de datos).
El CNE estima que unas cien mil personas lo hicieron pero no aparecen en el censo definitivo. Otro problema: hay unos 54 mil que tramitaron a tiempo su nueva tarjeta de identidad pero tuvieron problemas con su huella dactilar o fotografía y tampoco aparecen. También está el caso de los traslados de domicilio. A última hora, el CNE aprobó los listados complementarios para los partidos que quieran hacer uso de ellos y así garantizar el derecho a votar, que es constitucional.
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