Honduras es el segundo país de Latinoamérica con mayor dependencia de remesas
En números brutos, Honduras está entre los cinco países de América Latina que más dinero recibió por concepto de remesas, pero al hacer una representación de esa cifra con el PIB, es el segundo, después de Nicaragua
Según el INE, uno de cada cuatro hogares recibió al menos una remesa en 2022. El estudio indica que hay hogares en los que dependen completamente del dinero que envían sus parientes en el extranjero.
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Honduras es el segundo país de Centroamérica y también de toda Latinoamérica que más depende de las remesas familiares.
En números brutos, el país registró durante 2023 más de 8,800 millones de dólares en remesas, lo que representa el 25.9% del Producto Interno Bruto (PIB).
Este porcentaje solo está por debajo de Nicaragua, que en el mismo año reportó 4,668 millones de dólares en remesas, es decir, el 26.9% del PIB, según las Perspectivas de la Economía Mundial del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El PIB es el valor monetario de los bienes y servicios que produce una economía (en este caso Honduras).
El año pasado, el país tuvo un PIB de 33,992 millones de dólares, mientras que Nicaragua alcanzó los 17,353 millones de dólares.
Ambas naciones encabezan la lista de los países en los que las remesas representan un alto porcentaje del Producto Interno Bruto, no solo al compararlos con otros de Centroamérica sino también de Latinoamérica.
Edgar Aguilar, investigador en temas de migración de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), afirmó que estos porcentajes evidencian cómo las remesas en Honduras ya son parte importante de la economía,
“Las remesas familiares pasaron de representar el 6.1% del PIB en 2000 a 25.3% en 2021. Este es un importante componente de la economía, el asunto es cuando de este ingreso se destina al incentivar la productividad y de esta forma crear una bola de nieve de progreso que saque a más gente de la pobreza. El reto es que las remesas no se usen solo para consumo”, sugirió.
Cubren necesidades básicas
Doña Teresa depende completamente de las remesas que le envían sus cuatro hijos desde Estados Unidos.
Le mandan dinero para pagar la luz, cable, comprar medicamentos, pagar consultas médicas, alimentación y cualquier otra cosa que ella pueda necesitar.
Tiene más de 20 años de no verlos en persona, luego de que decidieron emigrar para tener mejores condiciones de vida y “no es fácil”, contó en diálogo con EL HERALDO Plus.
Hablar de sus hijos le saca lágrimas, pero “ellos tenían sus familias y debían salir adelante”, comentó.
Sus hijos no la desamparan, por eso cada que necesita algo le envían dinero para cubrir sus necesidades. A veces recibe 500 o 1,000 dólares al mes (entre 12,346 y 24,693 lempiras), otros días más, todo depende de los gastos que deba cubrir, sobre todo cuando debe ir al médico.
Según la Encuesta Nacional de Migración y Remesas en Honduras, realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), uno de cada cuatro hogares recibió remesas familiares en 2022.
El documento, publicado a finales de 2023, menciona que 454,733 hogares tiene algún familiar que emigró a otro país, por eso Honduras es de los que más dinero recibe de personas en el extranjero. En el caso de doña Teresa son cuatro.
Estos preocupantes datos, sumado a la situación del país, según analistas, posicionan a Honduras como el segundo de Centroamérica y de Latinoamérica más dependiente de las remesas familiares (solo después de Nicaragua) en relación al PIB.
Incluso, es más recurrente que las remesas tengan un alto porcentaje del PIB en naciones de Centroamérica que en el resto países de América Latina, de acuerdo con la Perspectivas de la Economía Mundial del FMI, analizadas por la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus.
Los reportes dicen que Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, justo en ese orden, reportaron en 2023 mayor dependencia del dinero que envían los emigrantes a sus familiares o parientes para solventar sus gastos.
Posteriormente está Haití, donde las remesas equivalen al 16.3% del PIB.
México, por su parte, los emigrantes enviaron 67,000 millones de dólares en concepto de remesas. En términos porcentuales, y haciendo un cálculo matemático, podemos decir que equivale al 3.7% del PIB.
Costa Rica y Panamá, también ubicados en la región centroamericana, son de los países que menos dependencia de remesas familiares reportan, al igual que Argentina, Brasil, Uruguay y Chile, todos en Sudamérica.
“Hay esa dependencia fuerte en nuestra economía de las remesas y ese es un problema porque esta variable se vuelve vulnerable, tomando en consideración que estamos al vaivén de lo que pasa en la economía de Estados Unidos”, explicó Liliana Castillo, expresidenta del Colegio de Economistas de Honduras.
La experta en economía se refirió a que al aumentar el desempleo en Estados Unidos, uno de los países donde residen más migrantes hondureños, las remesas enviadas a Honduras ingresan “con menor crecimiento”. Además, se está a la expectativa de las políticas antiinmigrantes que implementa cada estado, lo que también genera un impacto.
“Ahí es donde es un problema para nuestra economía, estar dependiendo solo de esa variable porque de todo el ingreso de divisas que entra al país o que entró en 2023, las remesas representaron el 52% y las exportaciones solo del 22%. Los otros números que ingresan en menor medida de la inversión extranjera directa, alguna contratación de deuda, entonces sí es preocupante que se vaya agudizando este tema en el futuro”, dijo.
Castillo lamentó que la emigración de hondureños se disparó después del huracán Mitch, aunque dijo que hubo un pico mayor hace una década y, posteriormente, con la salida de caravanas migrantes a partir de 2018.
“Se han agudizado más las condiciones de pobreza, las condiciones de desigualdad todos los indicadores sociales se han agudizado y desde ahí entonces vemos que más gente sale y, por lo tanto, están entrando más remesas, pero siempre la relación de remesas se ha mantenido ahí alrededor del 20% del Producto Interno Bruto en la última década”, recordó.
Las necesidades de la población se ven reflejadas en el uso que le dan a las remesas, según el INE y la OIM, pues en la encuesta que levantaron en 2022 encontraron que 78.1% del dinero que recibieron en concepto de remesas lo usaron para alimentación, el 31.4% para salud y el 30.1% para pagar servicios básicos.
Aguilar, especialista en temas migratorios de ASJ, aconsejó que el gobierno debe proporcionar y garantizar servicios públicos de calidad, especialmente de salud y educación. “De esta forma se liberan fondos que pueden utilizarse para actividades productivas que estimulen el crecimiento económico y la creación de empleos”.
En una serie de recomendaciones, Aguilar sugirió que es necesario estimular la inversión y servicios financieros, crear incentivos para atraer las inversiones de la diáspora, reducir los costos de transacción de remesas, apoyar la inversión de remesas en la expansión agrícola y garantizar que no haya barreras para que las mujeres puedan comprar terrenos y otros bienes inmuebles.
Dependencia
Aunque las remesas benefician a las familias y ayudan a dinamizar la demanda interna, como país nos vuelve dependientes de esa variable para mantener la economía hondureña, indicó Liliana Castillo.
Al igual que Castillo, el economista Claudio Salgado opinó que el envío de remesas generan divisas, pero que algunos hogares se han convertido completamente dependientes, al punto que ni siquiera le dan un buen uso al dinero.
“Si la balanza comercial de Honduras es deficitaria, o sea que las exportaciones menos las importaciones, es negativa. Esto lo que lo vuelve menos negativo son las remesas familiares, porque no está dentro de las exportaciones, sino que está en lo que nosotros le llamamos la balanza de servicios”, detalló.
El experto dijo que sin esos 8,800 millones de dólares de las remesas familiares en 2023 “nuestras reservas internacionales estuvieran cayendo y eso hubiera provocado una fuerte devaluación y todas las consecuencias que trae una devaluación”, advirtió, al poner el ejemplo de Argentina.
Recordó que las remesas sustentan muchos hogares para pagar y adquirir bienes y servicios.
Recalcó que Honduras está entre los cinco países de América Latina que más dinero recibe en concepto de remesas familiares, pues en 2023 fueron 8,800 millones de dólares.
Esta cifra apenas representa un 13% de las remesas familiares que recibió México, ya que los reportes dicen que fueron 67,000 millones de dólares.
El tercer país de América Latina y el primero de Centroamérica más dependiente de las remesas (en números brutos) es Guatemala: percibió 19,855 millones de dólares. Luego está República Dominicana y Honduras.
“Es beneficioso porque es nuestra mayor fuente de generación de divisas, pero lo otro es que significa que en Honduras no estamos creando las condiciones necesarias para que los ciudadanos se queden. Lo que está ocurriendo es que mucha gente le echa la culpa al gobierno, pero yo diría que hay otros elementos que hay que tomar en cuenta, que es el modelo económico que se está siguiendo en el mundo”, señaló Salgado.