IHSS no se da abasto para cubrir a todos sus afiliados

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Levantarse a las 4:00 de la mañana, salir de casa, pedir un taxi (porque a esa hora no hay buses) y arriesgarse a ser víctimas de violencia: eso significa conseguir un cupo para consulta externa en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).

Karla lo sabe. Salió a las 5:00 de la mañana de casa para estar media hora más tarde en el IHSS de La Granja, en la capital de Honduras, pues un día antes había avisado en su trabajo que faltaría porque ocupaba que un neurólogo la atendiera.

“Uno paga, a uno le deducen, y para una cita es bien difícil”, lamentó la hondureña, quien también cuestionó que tienen problemas hasta para entregar de forma correcta los resultados de exámenes.

Pasaban las 10:00 de la mañana. La mujer de cabello rubio y ojos oscuros esperaba sentada al lado del consultorio, donde ingresaría después de que el médico de turno atendiera a dos personas.

Frente a ella estaba doña Elizabeth Mencías, una mujer de 69 años que goza del Seguro Social porque es pensionada. “Tiene que venirse uno a las 4:00 de la mañana para ver si consigue cupo”, gritó en forma sarcástica, como esperando que alguna autoridad la escuchara, sin embargo, lo más cercano eran tres guardias que aguardaban de forma sigilosa para pedirle al equipo de EL HERALDO Plus que saliera del centro asistencial.

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Iba a consulta con el cardiólogo, pero no encontró cupo. Ese día solo pudo entrar con el neurólogo, porque ella no va de gusto al Seguro Social. “Si no entro con uno yo no me voy para mi casa, yo voy a aprovechar”, dijo.

Las diferencias entre doña Elizabeth y Karla son abismales, pues la primera goza de tiempo para esperar e ingresar a consulta, mientras que la segunda tiene un día específico porque su trabajo no le permite faltar varios días por no encontrar cupo.

Ambos casos reflejan la realidad que se vive en el Seguro Social, donde solo el año pasado (2021) atendieron en promedio a 7,270 personas por día solo en consulta externa. La cifra es casi el doble de los reportes de 2020, cuando la pandemia del covid-19 ingresó al país.

Según los registros del mismo Seguro Social, para diciembre de 2021 había más de 1.8 millones de asegurados, entre cotizantes y beneficiarios, sin embargo, el exjefe de la Unidad de Cuidados Intensivos, Walter Moncada, aseguró que la institución no tiene capacidad para atenderlos a todos.

“Si no, no hubiera deuda de consulta; si no, no le pedirían a la gente que compre medicamentos. Hay déficit de insumos y de equipo para poder atender a la población al 100%, como debería de ser”, lamentó el experto.

Las cifras, analizadas por la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus, detallan que solo el número de cotizantes equivale a 830,685, mientras que los asegurados indirectos (hijos menores de 18 años y cónyuges de los cotizantes) son casi el doble: 1,005,128.Estos datos incluyen a beneficiarios como Karla, que cotiza a través del EM (régimen por enfermedad) y doña Elizabeth, quien es benefactora por IVM (vejez, invalidez, viudez y orfandad).

Karla, por ejemplo, paga mensualmente por recibir atención médica por enfermedad, en caso de accidente, maternidad, invalidez y en un futuro vejez. El Seguro Social también cubre muerte, según especifica la ley.

La cuota mensual que cada mes le quitan de forma automática de su salario es una parte de lo que su patrono, en este caso la Secretaría de Educación, complementa.

Cifras en poder de este rotativo muestran que esta institución figura entre las que acumulan una mayor deuda histórica con el IHSS, es decir, las aportaciones que el patrono (institución del Estado) debía dar por la Seguridad Social fueron incumplidas, al punto que se acumuló una millonaria deuda histórica. Esta situación ocurre tanto en instituciones gubernamentales como en la empresa privada, según reveló la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus.

El problema es que impacta de forma directa en las atenciones y de seguir así, en un futuro no lejano, implicará que los mismos asegurados compren todo los utensilios necesarios para cirugías, advirtió el médico Carlos Umaña.

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El Seguro Social tiene cobertura en 25 ciudades del país. Esto significa que en los lugares que no hay un establecimiento las personas deben acudir al punto más cercano.

Para el caso, solo en los IHSS ubicados en Tegucigalpa registraron durante 2021 más de dos millones de atenciones en consulta externa, casi el doble de los reportes de 2020, cuando la pandemia del covid-19 ingresó a Honduras.

Cabe mencionar que en el Distrito Central en 2021 había 350,616 cotizantes, mientras que los beneficiarios indirectos sumaban 424,245, esto en el régimen EM. Por IVM los beneficiarios directos eran 191,955, mientras que los indirectos superaban los 232 mil.

En el caso de San Pedro Sula, al norte de Honduras, las atenciones pasaron de 1.7 millones en 2020 a 2.6 millones en 2021, es decir, hubo un aumento de un 32% en apenas un año. Esta ciudad tiene 445,554 cotizantes directos e indirectos por el régimen de enfermedad, mientras que por invalidez, vejez o muerte la cifra pasa a 418 mil.

Otra ciudad donde la consulta externa aumentó significativamente fue Choloma, Cortés, donde dieron 123 mil atenciones en plena pandemia, pero en 2021 la cifra superó las 218 consultas.

En Villanueva, también en Cortés, el año pasado hubo 210 mil atenciones en consulta externa, mientras que en el principal centro asistencial de Choluteca hubo 71,784.

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Las cifras de atenciones varían de acuerdo con las ciudades, clínicas y número de afiliados. Por ejemplo, el centro ubicado en Monjarás, también en Choluteca, fue el que registró menos consultas externas el año anterior, según los registros.

Los datos que analizó este rotativo solo mencionan el número de consultas externas concretadas por año, pero no indican cuánto tiempo tuvieron que esperar los afiliados para que un médico los viera.

Según Walter Moncada, quien también forma parte de la Asociación de Médicos del IHSS, para que una persona pueda lograr una cita debe esperar semanas, producto de la falta de personal.

“Depende de las especialidades, en algunas el tiempo de cita es más largo que en otras. En cosas de medicina interna son más cortas, pero en neurología, endocrinología, son más largas, entonces (la gente) no es bien atendida”, cuestionó.

El experto dijo que es necesario atender a las personas de acuerdo con la enfermedad, porque hay quienes requieren ser visto de forma periódica, pero la mayor parte del tiempo no se puede.

Moncada afirmó que el IHSS, que cubre un 20% de la población hondureña, no solo tiene mora en cuanto a atenciones, sino que hay un “cuello de botella” en la entrega de medicamentos. El experto dijo que el PNUD es quien los compra, pero el Seguro Social “no los pone a disposición”.

Umaña, por su parte, detalló que cada compra de medicamentos e insumos que realiza el IHSS oscila entre 300 a 500 millones de lempiras anuales, aunque existe el temor de que por la situación financiera de la institución sean los mismo afiliados quienes cubran de sus bolsillos estos gastos, más allá del pago por la Seguridad Social.

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