Alto peligro en la carretera entre Jesús de Otoro y San Juan, Intibucá

Tegucigalpa, Honduras.- “Aquí en esta curva se fue un tractor, una rastra cementera, una rastra con postes y un carro de paila, hallamos dos hombres muertos, es un desastre”, expresó don Aníbal Cantarero, mientras quitaba, junto con otros vecinos, una enorme roca que había caído en la carretera, en el sector de Cofradía, San Miguelito, Intibucá.

Al igual que la vía de comunicación entre La Paz a Marcala y de Marcala a La Esperanza, la vía que conduce a Yamaranguila y San Miguelito hasta llegar a San Juan, Intibucá, está completamente destruida, casi intransitable para vehículos tipo turismo.

El equipo de EL HERALDO Plus llegó hasta el Corredor Lenca, una carretera que ha sufrido el abandono de los gobiernos en los últimos años, donde no hay rastros de trabajos de mantenimiento que se puedan observar a simple vista.

Desde que se pasa por el centro de la ciudad de La Esperanza, Intibucá, por una cuesta de concreto hidráulico, antes de llegar a Yamaranguila, se comienza a sufrir por el mal estado de la calzada, con baches enormes que van de extremo a extremo.

Es zona tiene hermosos paisajes, con bosque que todavía se conserva, como para disfrutar en un viaje de placer, pero la vía de comunicación no lo permite, porque en un solo descuido se puede destruir el vehículo.

Es tanto el mal estado del pavimento, que es común encontrar accidentes, carros que se salieron de la carretera, derrumbes y gente tratando de ganarse unos lempiras rellenando los baches de tierra.

La gente que tapa los baches son los que alivianan la problemática, porque los llenan de lodo o de piedras, evitando que los carros se dañen al caer de imprevisto en los hoyos.

Cantarero, mientras rajaba la enorme roca con una almádana y una punta de hierro, aseguró que la vía está “destartalada”, y el problema es que los trabajos de mantenimiento que han hecho “son chambones, no sirven porque no dura ni un mes, rápido está igual o peor”.

Contó que la carretera la hicieron hace una década aproximadamente, pero rápido se destruyó, hay partes que ya no hay pavimento, que solo ha quedado la pura tierra y solo con pedacitos de asfalto.

EL HERALDO Plus comprobó que todo lo que dijo el habitante de la zona y sus vecinos era cierto, al grado que había un enorme agujero que medía al menos 25 centímetros de alto y dos metros de ancho.

El conductor, el fotógrafo y el periodista de este rotativo se tomaron unos minutos para echar tierra en el agujero, pues cuando estaban en la zona casi se accidenta el conductor de un vehículo que pasaba por allí.

Son más de 58 kilómetros que están destruidos entre La Esperanza y San Juan del Caite, en Intibucá, porque desde ese sector hasta llegar a Gracias, Lempira, el gobierno anterior hizo un tramo de concreto hidráulico que se mantiene en óptimas condiciones.

Al igual que en la carretera hacia Marcala, La Paz, en este tramo existe una enorme falla geológica, que se ubica en la entrada a San Miguelito. La falla fue detectada desde que se comenzó a construir la vía, pero nunca se arregló.

Los que más sufren son los conductores de buses del servicio público, quienes se cruzan de un lado a otro para no dañar tanto la unidad y así poder prestar el servicio a las comunidades de ese sector del país.

“Esta calle está en pésimo estado, bien mala, hay un montón de hoyos que ni quiera Dios, lo que hacemos es venir despacio siempre porque tenemos que trabajar”, expresó Adonay Aguilar, conductor del bus de la ruta La Esperanza-Gracias-Santa Rosa de Copán.

Comentó que en la noche se debe tener más cuidado y es peor si llueve, porque se llenan los agujeros de agua y se quiebran las hojas de resorte de los buses y se quedan varados.

Los habitantes de la zona reclamaron que esta carretera se ha vuelto internacional, porque comunica a La Paz, Comayagua, Intibucá, Lempira, Copán y Ocotepeque, hasta llegar a las fronteras de Guatemala y El Salvador.

El único tramo que ha logrado construir con concreto hidráulico la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) es entre Siguatepeque, Comayagua y Jesús de Otoro, Intibucá.

De acuerdo con la SIT, son 67 kilómetros que se están reconstruyendo con pavimentación de concreto hidráulico en ese tramo carretero, a un costo inicial de 677 millones de lempiras.

La queja de los habitantes de la zona es que la SIT se ha tardado mucho tiempo en la reconstrucción de la vía, al grado que por algunos meses lo dejaron abandonado.

Las obras la comenzaron en 2023 con un plazo de construcción de 12 meses, no obstante, según el informe de Avance Físico y Financiero del Plan de Inversión Pública, de la Secretaría de Finanzas (Sefin), se estaría finalizando hasta abril de 2025 y tendrá un costo total de 982.9 millones de lempiras, es decir, que aumentaría más de 300 millones.

Claudia María Aguilar, vicealcaldesa de La Esperanza, Intibucá, declaró a EL HERALDO Plus que los trabajos en esta vía fueron retomados porque la sociedad civil hizo presión, debido a que la compañía ya había abandonado el proyecto por falta de pago.

Lamentó que al menos dos meses estuvieron detenidos los trabajos, entonces los gobiernos locales de la zona, la comunidad y la empresa privada se organizó para exigir que se terminara, porque es una buena obra la que se está haciendo.

La vicealcaldesa lamentó que ese municipio tiene varias vías de acceso, como la de Marcala, La Paz y la vía que los comunica con San Juan a Gracias lempira, que están destruidas, afectado la economía de la zona.

Debido al mal estado de las carreteras y al lento trabajo de reconstrucción hacia Jesús de Otoro, se ha reducido el turismo y se ha afectado la producción, porque hay muchos que viajan en camiones a entregar producto a San Pedro Sula, Tegucigalpa y otras ciudades del país.

EL HERALDO Plus comprobó que los 32 kilómetros entre Siguatepeque y Jesús de Otoro, hasta pasar el túnel de los árboles ya está fundido con una capa de 20 centímetros de concreto hidráulico.

Lo único que hace falta en este tramo de carretera es señalización horizontal y vertical, pero se conduce sin ningún contratiempo en el día, contrario a lo que sucede de Otoro a La Esperanza.

Desde ese punto son 35 kilómetro en los que se deben hacer extensas colas, debido a que hay cuadrillas trabajando, además hay tramos que están destruidos, porque se han reparado algunas fallas geológicas.

EL HERALDO Plus encontró cuadrillas de trabajadores al salir de La Esperanza, que estaban tirando concreto y fundiendo varias lozas de la carretera.

Hasta llegar a Jesús de Otoro se está trabajando en algunos tramos, que según la vicealcaldesa de La Esperanza, la SIT les dijo que solo son 12 kilómetros, pero muchos puntos de la vía están completamente deteriorados, sin ninguna intervención.

En ese sentido, por donde se vaya hacia el Corredor Lenca, la población se va a encontrar con carreteras en mal estado, con poca señalización y de alto riesgo para conducir en horarios nocturnos.

El titular de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT), Octavio Pineda, defendió que el tramo de Siguatepeque a Jesús de Otoro ya está finalizado, pero de Jesús de Otoro a La Esperanza hay tres fallas grandes que fueron reparadas.

Estimó que hace falta que se terminen de fundir al menos 11 kilómetros, pero ya se está con dos frentes de trabajo, uno que va desde La Esperanza a Jesús de Otoro y el otro que inicia en Jesús de Otoro hacia La Esperanza.

“Esperamos finalizarlo para fin de año y tener listo parte del corredor lenca que va desde La CA-5 Norte a la altura de Siguatepeque hasta La Esperanza”, defendió el funcionario.

Sobre el tramo de La Esperanza a San Juan, Pineda informó que ya hicieron trabajos de mantenimiento, no obstante a toda esa carretera se le estará haciendo un tratamiento especial.

“Estamos en otros lugares ahorita, pero no vamos a dejar de atender eso el año siguiente, en el último año del gobierno de la presidenta Xiomara Castro”, prometió el funcionario.