Corredor Lenca: destruida la ruta entre La Paz, Marcala y La Esperanza

Intibucá, Honduras.- El Corredor Lenca, la carretera que conecta a los departamentos de La Paz, Intibucá y Lempira, está completamente destruido y expone a los conductores a una serie de tragedias por el descuido del gobierno central.

Así lo constató el equipo de EL HERALDO Plus en un recorrido por el corredor indígena, cuna de gente laboriosa que se levanta cada mañana a cultivar uno de los mejores café de Honduras y el mundo.

Los baches aparecen desde que la conexión con la carretera CA-5 Norte, a la altura de Comayagua, pero la pesadilla es más aterradora al salir de la ciudad de La Paz en ruta hacia Marcala, en la carretera CA-7, donde llegar con el carro en buen estado es una bendición de Dios.

Los conductores no pueden quitarse un hoyo sin caer en otro, además existen enormes fallas que con el paso del tiempo van creciendo, sin que haya una solución definitiva a esta importante vía de comunicación, de categoría internacional.

“Nos tienen en el olvido, como desde 1984 que hizo esta carretera Roberto Suazo Córdova (expresidente de Honduras 1982-1986) no se volvió a hacer nada, la dejaron olvidada, uno se arriesga a quedarse botado, se nos arruinan los carros y sacar el producto es complicado”, expresó un agricultor de la zona, que solo se identificó como Antonio.

El chasis de los automóviles suena como las latas atadadas a la parte trasera del vehículo en una boda. Cada vez que pasan por los enormes agujeros, los conductores frenan de manera abrupta, aunque sin buenos resultados, generando mucha molestia. “Xiomara no cumple”, gritó el chofer de bus de Marcala cuando caía en un agujero lleno de lodo.

Quienes amortiguan el problema un poco son Denis Mejía y Manuel de Jesús, dos jóvenes que desde las 7:00 de la mañana llegan a un bache de la carretera para cubrirlo con tierra y ganarse unos lempiras.

“Toda la carretera está en mal estado, está matada, ayer estuvimos tapando unos baches que no permitían que los carros pasaran y gracias a Dios ya los tapamos”, expresó Mejía mientras con un saco junto a su compañero cargaban tierra para tirar a los agujeros.

Son alrededor de 67 kilómetros de vía desde La Paz a Marcala, entre bosques y montañas, por donde se debe circular a una velocidad máxima de 40 kilómetros por hora, porque no hay espacio para acelerar ya que se corre el riesgo de quedarse a la deriva.

En la noche es mayor el peligro, debido a la poca señalización. Si está lloviendo es peor, porque los cráteres se llenan de agua y es imposible ver con certeza, más si no conocen la vía. Lo mejor es evitarla cuando está oscuro.

Cerca de la aldea Quilaperque, dos niños le hicieron parada a la unidad del equipo de EL HERALDO Plus. “Colaboren, por favor” gritaron. Uno tenía 15 años de edad, mientras el menor siete años; se trataba de tío y sobrino. Ellos desde las 6:00 de la mañana llegan con una pala a tapar baches.

Confesaron que ninguno asiste a la escuela o al colegio, su oficio es identificar un agujero diario para cubrirlo y, cambio, pedir dinero para llevar comida a sus hogares.

Desde hace 40 años, cuando el expresidente Suazo Córdova les construyó la carretera, se sienten en el olvido los pobladores. Aunque en el actual gobierno realizaron dos bacheos, se necesita una reconstrucción completa, demandó el maestro jubilado Celestino Turcios.

“Aquí vemos accidentes a diario, me ha tocado llevar personas accidentadas por tanto bache que se ha hecho, más en tiempo de lluvia y es porque está muy dañada la carretera”, expresó el ciudadano.

Destacó que esa vía se ha vuelto importante, ya que en los 17 años que tiene viviendo a un costado de la calzada, se ve mayor paso de buses hacia los municipios de La Paz, a Intibucá y hacia el occidente, como Copán y Ocotepeque, y hasta los buses de migrantes circulan por esa vía. Por esta calzada también pasan vehículos en ruta hacia El Salvador y Guatemala.

Al llegar al desvío de San Pedro de Tutule, la situación es más crítica. El equipo de EL HERALDO Plus se desvió para llegar a ese municipio, chocando con una enorme falla que amenaza con dejar incomunicada a los habitantes en cualquier momento.

Wilfredo Guevara, alcalde de Tutule, lamentó que la carretera principal —conocida como la pavimentada—, que une a los municipios de La Paz, Santa María, San José, Chinacla y otros, presenta un deterioro avanzado.

“Los baches son enormes con esta temporada de lluvia y no han sido reparados, quizá los que fueron reparados el año pasado ya se dañaron nuevamente”, señaló el jefe edilicio.

Esta situación afecta no solo en la producción, sino también en el turismo, debido a que la gente sabe que la carretera está destruida y por eso no tienen muchas visitas de turistas.

Guevara expresó que en el caso de Tutule preocupa más porque ya está cerca la temporada de corte de café y da miedo que un camión cargado se vaya a la hondonada y suceda una desgracia.

Junto a los habitantes de los municipios de Guajiquiro y Concepción de Choluteca realizaron una toma de la carretera y, como respuesta, los atendió el ministro de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT), Octavio Pineda, quien prometió que el 26 de agosto pasado mandataría máquinas, pero ya terminará octubre y no hay señales de la reparación.

En dirección a Marcala, precisamente en el sector de Las Pavitas, Santa María, existe una enorme falla geológica que desde hace más de un año se comenzó a formar y que con el paso del tiempo se ha más profunda y extensa.

Cerca de la falla las autoridades colocaron un rótulo con el anuncio “Proyecto próximo a iniciar”, además señalizaron toda el área para evitar que un carro se vaya a la hondonada.

Patricia Díaz, habitante de la zona, expresó a EL HERALDO Plus que conductores de automóviles y motocicletas se han accidentado en el sitio, pero la preocupación no se limita al estado de la vía. El poste de alumbrado eléctrico cede con los movimientos de la tiera, por lo que el tendido puede ocasionar también una tragedia.

Más adelante en la zona de Cerro Bueno, San José de La Paz, también se formó otra falla geológica que representa enormes riesgos de accidentes para los conductores

Reinieri Rodríguez, regidor municipal de Marcala, La Paz, señaló que la ruta entre Marcala-La Paz y Marcala-La Esperanza está en mal estado, a pesar de su estatus internacional, de alta producción y movimiento comecial, en el sentido que en Marcala convergen comerciantes de varios municipios.

“Tenemos alrededor de tres años con estas fallas que nos están afectando y si siguen vamos a quedar incomunicados, y como la carretera corresponde al gobierno central, en la corporación municipal no podemos intervenir”, lamentó.

Con las lluvias se complica la situación, por lo que recomendó a las personas que no conocen esa vía que eviten viajar por la noche y si lo hacen que sea despacio, porque existen muchos baches y fallas que pueden provocar accidentes.

Aparte de afectarles en la comercialización del café y las hortalizas que se cultivan en las zonas boscosas y montañas de esa zona lenca, el turismo también está impactado, porque antes, cuando estaba en mejores condiciones, recibían más visitas.

Rodríguez consideró que lo más recomendable para esa vía es rehabilitarla con concreto hidráulico, basado en la antigüedad y que solo se han aplicado reparaciones menores.

De Marcala a La Esperanza, la carretera CA-11, está en iguales condiciones, con baches que cruzan la vía de extremo a extremo, además de derrumbes que ponen el peligro la vida de los conductores.

Son alrededor de 23 kilómetros que también urge que sean reparados, debido a que a diario estallan las llantas de los vehículos o se avería su sistema de dirección, señalaron los habitantes de la zona.

La condición de la vía se ha empeorado porque sirve como ruta alterna al occidente de Honduras a raíz de la reconstrucción de la carretera de Siguatepeque, Comayagua, a La Esperanza, Intibucá.

El ministro de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT), Octavio Pineda, informó que ya se realiza el estudio de toda la carretera (60 kilómetros) para iniciar con los trabajos de reconstrucción en febrero o marzo de 2025.

Ya se le había realiza mantenimiento de bacheo y whitetopping (recubrimiento de un pavimento asfáltico), pero el principal problema son las dos fallas grandes, una a la altura de Planes y otra en San José, ambas están cercanas, como a 10 minutos de viaje.

Recientemente se señalizó el área porque mientras se desarrolla el estudio para la rehabilitación vial, pero Pineda no detalló si la reconstrucción de la vía será de asfalto o de concreto hidráulico.

También se trabajará en el tramo de Marcala a La Esperanza, donde se harán trabajos de reconstrucción, pero en la actualidad solo se limitarán a trabajos de mantenimiento, prometió.

Estimó que para estos tramos carreteros se prevé una inversión no menor de 400 a 500 millones de lempiras, ya que dada la topografía de la zona se tienen que reparar varias fallas geológicas.