Crisis de camarón: 250 fincas cerraron al no haber mercado en Taiwán y México
Los productores de camarón en el sur de Honduras lamentan la decisión política de romper relaciones diplomáticas con Taiwán y no resolver el conflicto con México
Al menos 250 fincas de camarón en el sur de Honduras han dejado de producir en los últimos años debido a que ya no pueden exportar a sus principales mercados: Taiwán y México.
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un remolino de polvo se levantó del fondo de una laguna donde se debería estar produciendo camarón. Las fincas en el Pacífico de Honduras cada vez están más deprimidas y áridas, debido a la ruptura de las relaciones diplomáticas con la República de China Taiwán y el conflicto con México.
A pesar de que Honduras produce uno de los camarones más exquisitos del mundo, desde hace unos años los pequeños, medianos y grandes productores navegan contra la corriente, incluso bajo la amenaza de que desaparezcan sus negocios por el cierre de mercados en el extranjero.
La Unidad de Investigación de EL HERALDO Plus llegó hasta los municipios costeros en el sur de Honduras, donde una de las industrias más grandes y que genera miles de empleos se hunde despacio, debido a las malas decisiones políticas, la falta de apoyo del gobierno y al cierre del mercado internacional.
Para los pequeños productos, el gobierno no hace el esfuerzo suficiente. El ejemplo está, según versión de los camaroneros, en que la titular de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), Laura Suazo, les dijo que si termina la producción de camarón en Honduras “no pasa nada”, palabras que causaron indignación, debido a que las fincas son su único patrimonio.
Las zonas para la producción de camarón en Choluteca están próximas al Golfo de Fonseca, se alimentan con el agua salada del mar y están unidas en enormes lagunas con bordas, que únicamente se secan cuando se cultiva el camarón, es decir, que se saca cuando ya está listo para salir al mercado.
Actualmente, al adentrarse bajo el inmenso calor, asombra ver los estanques secos, como si fueran campos de fútbol solitarios, debido a que muchos trabajadores han sido despedidos sin saber cuándo regresarán, porque hasta las esperanzas de volver a desarrollar el enorme emporio se están esfumando.
En las oficinas de la Asociación Nacional de Acuicultores de Honduras (Andah), en Choluteca, aseguraron que están en crisis, debido a que en el último rastreo que hicieron detectaron que al menos 250 fincas de grandes, medianos y pequeños productores han detenido la producción.
El dato es aterrador para la economía de la zona y para quienes se dedican a este rubro, debido a que hay censadas unas 420 fincas, es decir, el 60% ha preferido no seguir trabajando.
Javier Amador, director ejecutivo de la Andah, afirmó a EL HERALDO Plus que los productores han decidido suspender operaciones debido a la incertidumbre de los dos grandes mercados: China Taiwán y México.
Se estima que solo en el primer trimestre del año 2024 se han perdido unos 20 millones de dólares (unos 490 millones de lempiras) en divisas: 16 millones que se han dejado de exportar al mercado de Taiwán y cuatro millones hacia el mercado mexicano.
Camaroneros afectados
La disminución en la venta de camarones afecta directamente la economía de los productores de la zona sur, provocando desempleo, migración, pérdida de mano de obra calificada y más pobreza.
Tal es el caso de don José María Meraz, un pequeño productor de Namasigüe, Choluteca, quien se declaró en la ruina, ya que su único ingreso son dos lagunas de camarón, pero estas se han azolvado y en su hogar los ingresos económicos se fueron a pique.
“Producir hemos producido, lo que pasa es que no hay mercado, y el año pasado no trabajé por (falta) de fondos, porque en tres años solo para abajo y para abajo (pérdidas), y ahora ya no tenemos con qué trabajar”, expresó don José María, conocido en la zona como “don Chema”.
A pesar de que son considerados pequeños productores, el camarón que ellos cosechan se lo venden a los intermediarios, quienes lo llevan a planta o se vende en el mercado local, pero como han bajado las ventas en el mercado internacional, los grandes productores han lasa ventas locales.
Explicó que ellos trabajan por ciclos de tres meses, cuando el camarón llega de 14 a 16 gramos de peso. En cuatro meses el crustáceo puede llegar a pesar de 16 a 18 gramos, no obstante, los costos de producción se elevan, por lo que no resulta rentable a raíz de los bajos precios.
“Don Chema” señaló que almacenar este tipo de productos no es tan fácil como lo aseguró el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (SDE), Fredis Cerrato, porque ese proceso es industrial.
Esta opción se presenta muy difícil a las grandes empacadoras, no digamos para los pequeños productores que están en la escala inicial de la cadena y apenas tienen algunas neveras.
Mientras señalaba una de sus lagunas, deteriorada por la falta de uso, aseguró que ese es el patrimonio de su familia, de eso se mantienen, ejemplificando que de sus áreas sobrevive él, su esposa, sus hijos y hasta los yernos.
“Estamos ahorita en una crisis que no se imagina usted”, confesó, al grado que su familia le pide emigrar hacia Estados Unidos, pero tampoco tienen recursos para el viaje, a menos que se vayan en una caravana.
Bajo una temperatura de 39 grados centígrados, el equipo de EL HERALDO Plus pudo verificar que la gente sí quiere trabajar, debido a que en algunas zonas estaban esperando que llegaran camiones a comprarles el camarón que ya estaba listo para salir al mercado.
Productos de camarón no se arriesgan
La zona sur de Honduras es un diamante por pulir, donde se produce sal, azúcar, melón, sandía, ocra, ganado, mariscos y más, pero la mayor parte de la inversión es por el esfuerzo de los grandes, pequeñas y medianas emprendedores... que ahora están temerosos de seguir invirtiendo.
Wilmer Cruz, presidente de la Asociación de Pequeños y Medianos Acuicultores del Sur (Apemasur), expresó, en un recorrido con EL HERALDO Plus, que están viviendo una situación que nunca antes habían experimentado.
Para el dirigente, es sorprendente ver las lagunas secas en pleno tiempo de producción, además de recorrer las fincas y no ver a los empleados alimentando el camarón, cosechando u oxigenando los embalses.
El representa a un grupo integrado por 177 fincas, de las cuales se estima que al menos 100 no van a sembrar, ya que en el primer ciclo, que deberían estar produciendo en este momento, solo unos 20 se arriesgaron a sembrar.
El segundo ciclo está comenzando, pero muchos no se quieren arriesgar, porque la inversión es millonaria y si no hay mercado, pueden quedar en la calle, pero las lluvias también les pueden dañar las lagunas y recuperarlas es costoso.
La salida más pronta es esperar que se solvente la situación legal en Sinaloa, México, donde el debate es que Honduras estaba triangulando camarón ecuatoriano para mandarlo hacia aquel país, situación que desmienten los camaroneros hondureños.
La próxima fecha clave para los productores hondureños es el 7 de mayo, cuando un juez celebre la audiencia de apelación del gobierno de Honduras y de la Andah en contra de la suspensión temporal de importación de camarones de Centroamérica, vigente desde el pasado 24 de febrero
Al dejar de operar las 100 fincas de los productores más pequeños, las pérdidas serían de tres millones de libras de camarón, que en dinero significan alrededor de 160 millones de lempiras, dinero que va directamente a las familias de bajos recursos, explicó Cruz.
Antes de romper relaciones con Taiwán, los camaroneros estaban siendo afectados por los efectos del cambio climático, aunque el fenómeno nunca los detuvo, ya que tenían compradores y se adaptaban al contexto. Ahora Taiwán, otrora uno de los mercados más fuertes, paga menos y cobra un arancel del 20%.
“Desde que se cerró el mercado de Taiwán, eso vino a crear una crisis, y con el cierre del mercado mexicano, vino a abonar para crear una verdadera crisis, y es la que estamos enfrentando, no vemos por donde remediar esa situación”, alertó el dirigente de los acuicultores.
La cara de la crisis
Para llegar a las fincas hay carreteras construidas por las diferentes empresas. Cuando el equipo de EL HERALDO Plus llegó, eran altamente transitadas pues la vía principal del corredor estaba bloqueada por una protesta. Algunos trabajadores cobraban “peaje” para dejar pasar los carros.
“Somos de Diario EL HERALDO, vamos a las fincas de camarón”, le explicó el periodista a un guardia vestido con uniforme amarillo, quien respondió: “De ahí van a salir de noche, para no cerrarles el portón dejen algo (de dinero) y así podrán pasar, si andan agua, déjennos también”.
Para los productores, todas esas situaciones son la cara de una crisis que golpea en la zona sur de Honduras, la gente está buscando cómo conseguir recursos para alimentar a sus familias y cubrir sus necesidades.
Más adelante, para llegar a una de las fincas de un pequeño productor, se necesitaba viajar en lancha, pero no se pudo llegar, porque todo ha estado paralizado y se han quedado desabastecidos de combustible para el equipo de navegación.
“Ustedes han visto este día que muchas lagunas que fuimos a visitar están secas, en algunas hasta se levanta el polvo con el viento, eso es producto de la incertidumbre que hay, que no tenemos mercado y financiamiento, y con los mercados cerrados nadie se quiere arriesgar a llenar sus lagunas de agua y camarón”, sentenció Cruz.
Hay muchos camaroneros que han desaparecido o han decidido vender los predios, hasta grandes empacadoras han cerrado operaciones, despidiendo a sus empleados y se han ido del país.
El problema, según los productores, es la falta de interés de las autoridades, debido a que ellos invitaron a funcionarios de la SAG para realizar un recorrido, así como lo hizo el equipo de EL HERALDO Plus, y que constataran la realidad de lo que están viviendo, pero no aceptaron.
Según la Andah, en el año 2023 se produjeron 80 millones de libras de camarón y este año se proyecta bajar a 66 millones de libras, es decir, unos 14 millones de libras menos, tomando en cuenta que algunos productores decidan sembrar en invierno bajo la esperanza que se reabra el mercado de México.