Una miseria oculta deja fiebre del café entre productores

EL PARAÍSO, EL PARAÍSO, HONDURAS. Algunos cafetales de este municipio rebosan de granos verdes y rojos, en otros el rendimiento es menor, no obstante, la nueva temporada de cosecha esconde una miseria que sofoca a muchos productores.

Las enfermedades -como la roya y la broca-, el alto costo de mantenimiento de las fincas, la falta de trabajadores, la caída de los precios del grano son factores que no solo determinan la reducción de la cosecha, sino que está conduciendo a que los cafetaleros abandonen sus fincas ya que su esfuerzo no es proporcional al valor obtenido.

Debido a sus penurias una gran cantidad de productores han descuidado sus fincas, como consecuencia la cosecha 2023-2024 experimentará una reducción entre un 20 y 40 por ciento.

Estas personas que año con año se las ingenian para producir, así como cortar y poner en el mercado el grano en uva, en pergamino seco, húmedo o en oro, al final son los que menos beneficios económicos obtienen en un rubro que cada temporada solo enriquece a los grandes intermediarios y a los exportadores.

El precio del café en el mercado nacional e internacional es muy fluctuante, un día puede estar a un precio y al siguiente a otro. Vender o retener el producto para los caficultores puede significar ganancias, o enormes pérdidas económicas.

Actualmente un quintal de cien libras de café uva en el mercado local ronda entre los 550 y 600 lempiras. Una vez realizada la adquisición, los compradores tiene que procesar el grano hasta convertirlo en pergamino húmedo, seco, o en oro.

Con el procesamiento del café, al pasarlo de uva a oro, las ganancias son muy significantes en los mercados mundiales, pero muy pírricas para los caficultores, quienes para mantener una finca anualmente tienen que gastar en dos limpiezas, una poda, dos fertilizaciones, fumigaciones y luego la corta.

Según los cálculos, el quintal de café uva- que equivale a 20 libras de grano en oro e igual cantidad de café molido- al productor hondureño se lo pagan entre 550 y 600 lempiras (22.79 y 24.70 dólares). Esta cantidad en los Starbucks de Londres se hace nada más con la venta de seis tazas de café.

Una taza de café en ocho onzas en el Reino Unido anda entre los tres dólares (81.50 lempiras) y una taza de 12 onzas entre los 4.36 dólares (107.70 lempiras). Si una libra de café molido genera alrededor de 16 tazas de café de 12 onzas, 20 libras producen 320 tazas.

De acuerdo con el productor Mario Iglesias, quien tiene 18 manzanas en producción en la comunidad de El Chaguite, el año pasado sacó 335 quintales de café en pergamino, pero ahora la finca solo le dará unos 70 quintales.

“Esta es una gran merma, pero la estamos sufriendo la mayoría de los productores”, añadió. “Con los precios que tenemos ahorita no sacamos ni los gastos. Los costos no dan para el mantenimiento de una finca. Realmente operamos con pérdida”, aseguró Iglesias.

Igualmente, el productor Rony Duarte, también aseguró que la enfermedad de la roya y la broca están afectando la producción y la calidad del café. “La cosecha para este año es muy poca, incluso creo que la reducción va a andar por el 40 por ciento”, proyectó.

Entre tanto el ingeniero Juan Ardón, quien labora para la Cooperativa Mixta de Caficultores de Oriente Limitada- que posee una membresía de 125 socios y socias- recordó que el año pasado se tuvo una producción alta, pero en la presente temporada se espera una reducción a pesar de que “estamos de la mano con el Instituto del Café (Ihcafé) con el Programa Renovar sin Dejar de Producir, donde se motiva a los caficultores a optimizar los recursos y concentrar sus parcelas en extensiones más tecnificadas, no obstante, aun así este año vamos a tener una producción bastante mermada en comparación con el año anterior”.

Ante la difícil situación que atraviesan los productores, la Cooperativa Mixta de Caficultores del Oriente Limitada, donde el grano se procesa y se comercializa en pergamino y también ya tostado o en polvo, apoya a sus socios pagándole precios más justos frente a los que se dan en la plaza local.

Por su parte Esaú Duarte, ingeniero y funcionario de la alcaldía de El Paraíso, sostuvo que además del sacrificio que realizan los productores para sacar sus cosechas por el mal estado de vías de acceso, también tienen que enfrentar la caída de la cosecha, así como los bajos precios del grano.

Sobre el mal estado de las carreteras, Duarte manifestó que hay problemas en Las Cañas, que es una zona grande y bastante productora de café, en Barranca Arriba, Barranca Abajo, la aldea de San José, Las Selvas y La Lodosa, entre otras comunidades.

Rememoró que, gracias a la alcaldía, al Fondo Cafetero y unos productores que tienen a bien ayudar con ciertos recursos se están realizando algunas tareas paleativas, porque no es una respuesta definitiva. Son más de 3,000 productores solo en esta zona. Solo la parte de Las Selvas está reportando más de 18 mil quintales de café; igual que la comunidad de Las Dificultades.

El trabajo de reparación que se ha hecho es para tener cierto nivel de accesibilidad, pero se necesita un trabajo más completo, con perfilado de cunetas, reparación de alcantarillado dañado, así como de vados que ya están obsoletos porque las crecidas de los ríos son bastante grandes.

“Necesitamos la ayuda del gobierno central. La SIT (Secretaría de Infraestructura y Transporte) debe intervenir y un poco más el Fondo Cafetero, porque ahorita atendieron una emergencia, pero no solo es de atender la emergencia, sino que desde antes de que empiece la cosecha de café se debe dar un mantenimiento previo.

“Ojalá las autoridades de la SIT este año nuevo año puedan mandar una maquinaria completa; aquí no es de un par de horas, debe ser un trabajo completo para dejar una calle reparada como corresponde”, exigió Duarte.