Hasta 1,500 dólares cuesta el kilo de pasta de coca producida en Honduras

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La producción de pasta base de coca (PBC) se ha convertido en un negocio rentable para las organizaciones de narcotráfico en Honduras, ya que un kilogramo puede llegar a costar entre 1,000 y 1,500 dólares, es decir, más de 30,000 lempiras al cambio actual, según información de agentes antinarcóticos.

Un investigador antidrogas de las agencias de Honduras, quien pidió el anonimato, afirmó a la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus que los narcotraficantes están llegando a zonas con condiciones especiales para el cultivo.

Para triangular zonas se valen de las siguientes características: difícil acceso, fuentes de agua, y cercanas a las rutas ya establecidas para sacar el producto a Guatemala y México.

Las investigaciones arrojan que los criminales no compran propiedades, pues prefieren desplazar a la fuerza a las comunidades. Incluso, llegan hasta reclutar a los habitantes como trabajadores bajo amenazas o con promesas de pago, según la fuente, informes antinarcóticos y casos destapados por los propios agentes hondureños.

Una vez que ya están dentro de las propiedades, los esclavizan y no los dejan salir por meses, muchas veces ni les pagan y a las mujeres las violan, las embarazan y hasta llegan a matarlas, en el peor de los casos.

Por ejemplo, en Sico, Iriona, Colón, hicieron un rescate de unos productores de hojas de coca a los que no les dejaban salir, no les pagaban y los torturaban, es decir, los obligaban a producir en las plantaciones.

También se ha detectado que utilizan tierras propiedad de campesinos. Como la mayoría no tienen título de propiedad, los narcotraficantes despojan con facilidad de las parcelas a los agricultores, además que utilizan tierras nacionales, ejidales o explotan las reservas naturales muy alejadas o solitarias.

Al llegar a esos sectores se puede detectar el abandono absoluto del Estado, donde no se ven proyectos sociales o comunitarios, no existe presencia policial o militar permanente. Aprovechan este olvido para fabricar vías de comunicación, como la narco carretera entre Olancho y Gracias a Dios, denunciada por la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus.

Algunas áreas de países centroamericanos, debido al cambio climático, se vuelven idóneas para los cultivos ilícitos. A veces superan el clima, la topografía y la disponibilidad de tierras que las regiones andinas tradicionales.

Así lo establece el informe “¿Cultivo de coca desde Sudamérica, expansión hacia el norte?”, publicado en marzo de 2024 por el Centro Internacional y Análisis Contra Narcotráfico Marítimo (CMCON) de la Armada de Colombia.

Cita como ejemplo a Guatemala, que -a pesar de ser un país territorialmente pequeño- posee 32 microclimas, lo que hace que las organizaciones criminales encuentren tierra fértil para cultivar hoja de coca, marihuana y amapola en diferentes regiones.

De acuerdo al investigador nacional, en el caso de Honduras, ingenieros colombianos llegaron al país en 2006 para realizar modificaciones a las plantaciones de hojas de coca mediante ensayos, encontrando la primera plantación en 2016 en Esquipulas del Norte, Olancho.

En el operativo realizado se hallaron indicios de que ya había laboratorios con uso de precursores, donde se comenzaba a elaborar la pasta base de coca, pero no se dio a conocer en ese momento por los acuerdos internacionales que tiene Honduras.

Los análisis indican que los ingenieros garantizaron que las producciones en regiones como Honduras y Guatemala sean eficaces para cosechar en seis meses y, si es posible, antes de ese tiempo.

Mario Rivera, vocero de las Fuerzas Armadas (FF AA), afirmó que quienes cultivan la hoja de coca tienen viveros, ya que aproximadamente en la mitad de las plantaciones incautadas han encontrado plántulas en crecimiento para ser trasplantadas.

Hasta los primeros días de julio de 2024 ya se contabilizaban unos 3,000,000 de arbustos de hojas de coca asegurados en unas 59 plantaciones en la región del Litoral Atlántico, detalló Rivera.

Por su lado, el investigador contó que en un encuentro en Colombia de los equipos antidrogas de ambos países mostraron que una planta en Colombia produce menos cantidad de hojas que los ejemplares modificados en Honduras, es decir, que esta nueva modalidad la vienen planificando desde hace mucho tiempo, no es improvisada.

Las estructuras criminales cultivan pequeñas parcelas en distintas zonas del país. Como saben que el Código Penal aplica penas de acuerdo a la cantidad producida, evaden la justicia y por eso es difícil enjuiciarlos, sostienen expertos.

Datos de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) indican que ha bajado significativamente la detención de personas ligadas al narcotráfico, ya que en 2014 fueron capturadas 786, en el 2023 bajó a 214 y hasta febrero de 2024 iban 74.

El artículo 322 del Código Penal establece que “a los efectos de determinar la cantidad de la droga aprehendida, excepto en el caso del cannabis, se tiene en cuenta la cantidad de principio activo, si la naturaleza de la droga o su presentación lo permiten”.

Además, el daño ambiental es grande, porque se depreda bosque, se consume el agua de las fuentes cercanas y se contamina los suelos con los precursores químicos, además de la apertura ilegal de caminos y carreteras.

Las últimas mediciones que han hecho las autoridades antidrogas de Honduras establecen que de una manzana sembrada se pueden producir 25 arrobas de hojas de coca, cantidad suficiente para producir un kilo de pasta de coca.

El investigador entrevistado por EL HERALDO Plus estimó que un kilogramo de pasta de coca puede llegar a tener un precio de entre 1,000 a 1,5000 dólares en Honduras, es decir, más de 30,000 lempiras.

Una de las ventajas que tienen los criminales es que si en Honduras son atrapados con pasta de coca no es delito, antes había una figura de “actos preparativos”, pero ahora los jueces dejan a muchas personas en libertad porque consideran que la pasta base de coca no es droga, sin caer en razón que es el ADN, la principal sustancia de la producción, condenó el investigador.

Ya en Guatemala se hace la segunda preparación, que es la purificación de la pasta básica de cocaína base, con el implemento de químicos, donde el kilo adquiere un valor de 4,000 o 5,000 y hasta 6,000 dólares, entre 100,000 y 150,000 lempiras.

Ya en México se hace la conversión de base de cocaína a clorhidrato de cocaína, es decir, la cristalización, quedando lista para traficarla a Estados Unidos y Europa.

En ese punto, el kilo de coca llega a costar unos 10,000 dólares, alrededor de 250,000 lempiras, y al cruzar la frontera, aumenta el precio a entre 16,000 a 18,000 dólares el kilo, alrededor de 450,000 lempiras, estiman agencias antinarcóticos.

Esta modalidad permite a las organizaciones criminales producir droga más barata, ya que cuando sale desde Colombia se estima que puede llegar a costar 30,000 dólares cada kilo, unos 750.000 lempiras y quizá en estas zonas ya sea de mejor calidad.

Las investigaciones de la armada de Colombia también destacan que México está cultivando hoja de coca, ya que para el 2023, entre enero y mayo, el Ejército mexicano erradicó 96 plantíos, 37% más que todo el año 2022, la superficie de hoja de coca destruida ascendió a 20,3 hectáreas.

El investigador aseguró que el precio del kilo de clorhidrato de cocaína en Honduras antes se cotizaba entre 14,000 a 16,000 dólares, pero sucedió un fenómeno en el Litoral Atlántico, que hizo que descendiera estrepitosamente.

Resultó que algunos policías corruptos, exagentes y civiles comenzaron a realizar los famosos “quites”, es decir, robaban la droga a los que no eran de la zona o a quienes no se aliaron con ellos, donde salió involucrada casi toda la Policía de Tocoa, Colón.

Como a estas organizaciones no les costaba el transporte y la producción de la cocaína, hace unos cuatro o cinco meses, el precio del kilo de cocaína bajó a unos 7,000 dólares, es decir, alrededor del 50%.

Estas organizaciones tenían las armas oficiales, el uniforme de la Policía y el apoyo de inteligencia civil, es decir, las organizaciones criminales aliadas ayudaban a localizar a quienes llevaban la droga y supuestamente realizaban un decomiso, pero en realidad se trataba de un robo.

EL HERALDO Plus intentó comunicarse con las autoridades de la Dirección Nacional Policial Antidrogas (DNPA) de la Policía Nacional, para saber sobre qué trabajo realizan contra estos grupos criminales, pero no atendieron las llamadas y mensajes.

Una de las expresiones dentro del crimen organizado es que “la silla nunca está vacía”, esto quiere decir que las mismas organizaciones que han manejado el narcotráfico en el país son parte de las nuevas modalidades de producción.

Quienes lideran estas operaciones son el clan de Los Montes y del Señor de Los Cielos. Hay otras que están más fuertes, pero debido a que están en proceso de investigación no se pueden mencionar, afirmó el investigador a EL HERALDO Plus.

Según el “Diagnóstico Situacional de la Dinámica de Narcotráfico Marítimo” desarrollado por el CMCON en el año 2023 y los eventos suscitados en el metanálisis del mes de enero del año en curso, el narcotráfico está e constante evolución y crecimiento sostenido.

En la región de Centroamérica se muestra cómo las organizaciones criminales continúan implementando estrategias flexibles e innovadoras para consolidar de manera permanente la cadena de valor del narcotráfico en una región compleja y crítica.

Gonzalo Sánchez, experto en temas de seguridad, explicó que es más económico para el crimen organizado producir la droga en Honduras, que transportarla desde Colombia, y por desgracia el territorio nacional se presta para este tipo de cultivo.

Geográficamente, Honduras está en el centro de América favoreciendo el tránsito de la droga y se ubica cerca de los países consumidores, como Estados Unidos, quienes son los que tienen que colaborar para evitar que esa droga se siga produciendo y transitando por estas regiones.

Sánchez consideró que estos grupos están tomando control donde históricamente cultivaban los campesinos y ahora los someten por las buenas o por las malas, ofreciéndoles grandes cantidades de dinero y ya no siembra legumbres, sino de cocaína. Si se rehúsan les quitan vida.