“Me habían ofrecido hacer una mamá que vende flores”, dijo Castro en un encuentro con periodistas previo al estreno el viernes de la anticipada serie del director mexicano Manolo Caro con la que la actriz de telenovelas como “Rosa Salvaje” y “El derecho de nacer” regresa al melodrama tras casi una década fuera de la pantalla.
La realidad es que en el primer capítulo Victoria, el personaje de Castro, fuma marihuana. “Manolo no me lo había dicho y ya habíamos comenzado a filmar... Me resistí”.
Para decidir si continuaba con el proyecto Castro dijo que habló con sus hijos y ellos no se escandalizaron. Entonces se puso a ver otras series de Netflix, la plataforma de streaming por donde se estrena su serie. “Dije ‘pues si todo mundo se mete cosas y yo aquí como sonsa’”, recordó.
Otro de los motivos para acceder fue que sintió empatía por la situación por la que atraviesa Victoria. En el primer capítulo se entera de que su esposo tiene una amante cuando la mujer se suicida en su propia casa. Pero eso es solo la punta del iceberg, sus hijos también tienen muchos secretos.
“De repente te das cuenta que tu marido no te funcionaba y que tus hijos no tienen nada que ver con lo que tu pensaste en un momento dado de tu vida. Es un poco lo que le pasa a cualquier familia, me pasa a mí, nos pasa a todos”, apuntó.
Como ejemplo, recordó “el saiote de Cristian enseñando las nalgas” en referencia a una fotografía viral que su hijo, el cantante Cristian Castro, publicó tras recibir un masaje en la cual tenía puesta un “saiote”, o tanga, que no dejaba nada a la imaginación. “Todos tenemos en la vida algo en la familia que de repente salta y como eres artista o gente pública pues salta peor”, dijo Castro.
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¿Rosa Salvaje enamorará a la nueva generación?
Al tratarse de una serie que será estrenada en Netflix, la actriz está a la expectativa del público joven que la conocerá por primera vez en acción. Desde la telenovela “Los exitosos Pérez” de 2009, Castro no había tenido una participación como actriz en televisión.
“Los millennials me tienen atacada, ojalá les caiga bien, ojalá les guste”, dijo Castro. “A mí me sigue espantando todo, ya estoy viejita, voy para mis 70 años”.
Para Caro tener a Castro como protagonista “fue una de las mejores cosas que le pudo pasar a la serie”.
“Nosotros hemos sido una esponja que hemos estado aprendiendo todos los días de esas experiencias que solamente una persona como Verónica puede contar', dijo en entrevista telefónica con The Associated Press el director de “Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando” y la cinta próxima a estrenarse “Perfectos desconocidos”.
Pese a los escándalos que envuelven a la familia De La Mora en “La Casa de las Flores”, Caro planteó la historia para hablar de los lazos afectivos, al mismo tiempo que trató de darle visibilidad a personajes que tradicionalmente han quedado fuera de la televisión mexicana como jóvenes gay, artistas transexuales y matriarcas que no necesitan un hombre para tomar, o tratar de tomar, las riendas de su familia.
La trama de la serie
En cada capítulo hay un secreto o dos que se van revelando sin que necesariamente se sepa la verdad de cada uno, más bien el espectador es cómplice de todos.
La tragicomedia 'es un género que me gusta y me gusta pensar que así es la vida misma. Que no todo es tragedia, que no todo es comedia y que uno siempre anda navegando en esos dos mundos y eso para mí era importante ponerlo sobre la mesa', dijo Caro.
El director introduce al público a un mundo femenino sumamente rico gracias a las actuaciones de Cecilia Suárez (Paulina) y Aislinn Derbez (Elena) como las hijas de Castro, aunque también intentó que hubiera equilibrio entre ambos géneros.
Hay padres, hermanos, novios, ex e hijos interpretados por Darío Yazbek (Julián), Juan Pablo Medina (Diego), Arturo Ríos (Ernesto), Lucas Velásquez (Claudio), Paco de León (José María/María José) y Luis de la Rosa (Bruno).
Caro, quien es arquitecto de profesión, dio un cuidado especial a la escenografía y dirección de arte en “La Casa de las Flores”, creando un universo visual que mezcla un toque tropical con el lujo mexicano ligeramente recargado de los años 60 y 70 que remite a las películas y telenovelas de la época.
'Crecí viéndolas, crecí viendo esa televisión que se hizo en México y que es parte de nuestra historia y bastante importante en el mundo en el que nosotros convivimos', dijo Caro. 'Si a esto se le llama la evolución de la telenovela mexicana yo estoy muy complacido y muy agradecido con ese término'.