FRASER ISLAND, AUSTRALIA.- Meghan Markle, la esposa del príncipe Harry, que espera dar a luz el año que viene, reapareció el lunes tras su reposo para saludar junto a su marido en la i
sla de Fraser, en la costa este de Australia.
La duquesa de Sussex había faltado a casi todas las citas oficiales del día en Fraser.
Un reposo que según el palacio de Kensignton era necesario por la ajustada agenda de visitas de la pareja desde que llegó el pasado lunes a Australia, con eventos en Sídney, Melbourne y la localidad de Dubbo, en Nueva Gales del Sur.
Meghan reapareció por la tarde junto a su marido para saludar a la multitud que les esperaba en la bahía de Kingfisher.
Poco antes de llegar a Australia, el palacio había anunciado que Harry, de 34 años, y Meghan, de 37 años, esperaban un bebé para la primavera 2019.
La pareja había llegado en avión a Queensland pero luego viajaron a la isla por separado.
El duque de Sussex asistió el lunes al llegar a la isla de Fraser a una ceremonia tradicional del pueblo Butchulla, a orillas del paradisíaco lago McKenzie.
El príncipe paseó luego descalzo en la arena blanca que bordea el lago, fuente de agua potable para el pueblo Butchulla.
La isla, situada en el Mar del Coral, es la más grande de arena en el mundo y está inscrita en la lista del patrimonio mundial de la Unesco.
La duquesa de Sussex había faltado a casi todas las citas oficiales del día en Fraser.
Un reposo que según el palacio de Kensignton era necesario por la ajustada agenda de visitas de la pareja desde que llegó el pasado lunes a Australia, con eventos en Sídney, Melbourne y la localidad de Dubbo, en Nueva Gales del Sur.
Meghan reapareció por la tarde junto a su marido para saludar a la multitud que les esperaba en la bahía de Kingfisher.
Poco antes de llegar a Australia, el palacio había anunciado que Harry, de 34 años, y Meghan, de 37 años, esperaban un bebé para la primavera 2019.
La pareja había llegado en avión a Queensland pero luego viajaron a la isla por separado.
El duque de Sussex asistió el lunes al llegar a la isla de Fraser a una ceremonia tradicional del pueblo Butchulla, a orillas del paradisíaco lago McKenzie.
El príncipe paseó luego descalzo en la arena blanca que bordea el lago, fuente de agua potable para el pueblo Butchulla.
La isla, situada en el Mar del Coral, es la más grande de arena en el mundo y está inscrita en la lista del patrimonio mundial de la Unesco.
La gira real seguirá en las islas Fiyi y Tonga y terminará el 31 de octubre en Nueva Zelanda.
