La exactriz se reunió con varias excompañeras de trabajo en un lujoso hotel de la ciudad para compartir todos los detalles de la llegada de su primer hijo al mundo.
Llevaba gafas oscuras, abrigo negro William Vintage con corte trapecio y tacones altos y bolsa en tonos neutros. Mientras los fotógrafos la aguardaban afuera del hotel, una lujosa cuna y flores rosadas fueron entregadas.
Markle viajó sola a celebrar con sus amigas. Su esposo, el príncipe Harry, siguió atendiendo su agenda.
Los duques esperan la llegada de su bebé para el mes de abril. Se desconoce si es niño o niña.
Llamó mucho la atención que la estadounidense celebrará la llegada de su primer hijo, pese a las prohibiciones que establece la Casa Real con respecto a las celebraciones.
Según Victoria Arbiter, experta en la Familia Real: “Una lujosa fiesta de bienvenida al bebé se consideraría altamente inapropiada”.
Sin embargo, considera que Markle puede tener una excepción porque no es ella, ni nadie de los Royals, los que le celebran el baby shower, sino su círculo de amigos más cercano.