El momento, algo surrealista, podría ser clave en el final de la serie, ya que muestra similitud con la profecía de Quaithe a Daenerys, sólo presente en los libros.
El caballo blanco apareció en el séptimo episodio de la segunda temporada, titulado 'Hombre sin honor', cuando Daenerys y Jorah Mormont buscaban a los dragones de ésta.
Este personaje pálido que monta Arya, al final del episodio, indica que la profecía se podría referir a Stark.
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La escena final del quinto capítulo de la octava temporada de Juego de Tronos es bíblica, y se refiere a un pasaje del Apocalipsis:
'Y miré, y he aquí un caballo pálido; y el que estaba sentado sobre él tenía por nombre Muerte; y el infierno le seguía. Y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra'.
Este fragmento hace alusión a los cuatro jinetes del apocalipsis, y, más en concreto, a la Muerte, que cabalga un caballo blanco y pálido, tal y como Arya hace tras la desolación en Desembarco del Rey.
Así, la joven asesina sería la representación de la muerte, y, por tanto, sería la encargada de cesar la vida de Daenerys antes de que se convirtiera, definitivamente, en una tirana como su padre.
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