LONDRES, INGLATERRA.- La renovación de la nueva residencia del príncipe
Harry, su esposa Meghan y su hijo
Archie cost
ó 2,4 millones de libras (3,05 millones de dólares o 2,7 millones de euros), según las cuentas anuales de la familia real, publicadas este martes.
'Las infraestructuras obsoletas fueron sustituidas para garantizar el futuro a largo plazo de la propiedad', que data de principios del siglo XIX, justificó en rueda de prensa el encargado de la gestión de las cuentas reales, Michael Stevens.
Las labores de renovación, que se prolongaron seis meses, permitieron entre otras cosas volver a reunir en una sola residencia las cinco viviendas en que se había dividido el Frogmore Cottage, una casa en el dominio del Castillo de Windsor, unos 40 km al oeste de Londres.
Harry y Meghan se instalaron en esta casa de campo para criar aquí a su primer hijo, Archie, nacido el 6 de mayo. Antes vivían en el Palacio de Kensington, en Londres, que también es residencia oficial del príncipe Guillermo, su esposa Catalina y los tres hijos de ambos.
El coste para los contribuyentes de la renovación de Frogmore Cottage suscitó numerosas críticas.
'Un organismo benéfico gastó 2,4 millones de libras para un centro de apoyo a los marines que sufren síndrome de estrés postraumático. Los contribuyentes gastaron después la misma cantidad para ofrecer una casa privada de lujo a Harry y Meghan', subrayó en Twitter Graham Smith, líder de los 'Republicanos', un movimiento británico antimonárquico.
Esa cantidad también hubiese 'podido servir para transformar los edificios vacíos de Windsor en lugares donde pudiesen dormir las personas sin hogar', dijo por su parte Mark Delaney, un sin techo de Windsor, al diario The Daily Mirror.
Acuerdo de 1760
En total, en el año fiscal 2018-2019 la Casa Real británica se gastó 67 millones de libras (85 millones de dólares, 74,9 millones de euros), de los 82 millones (104 millones de dólares, 91,9 millones de euros) recibidos del Tesoro británico.
Según Michael Stevens, los 15 millones de libras no gastados se guardarán para futuras obras en el Palacio de Buckingham, cuya renovación comenzó en 2018 y se prevé que dure diez años.
En virtud de un acuerdo de 1760, los beneficios generados por el patrimonio de la Corona -el conjunto de tierras y propiedades hereditarias del monarca, conocido por 'Crown Estate'- se ceden al Tesoro británico. En 2018-2019 representaron 345,5 millones de libras (439 millones de dólares, 386 millones de euros).
En contrapartida, el Tesoro concede una subvención que debe cubrir los gastos anuales de la reina, llamada 'Sovereign Grant' y que representan el 15% de los beneficios. Desde 2018, la familia real recibe un 10% complementario para cubrir las obras de renovación del Palacio de Buckingham.
Del total de gastos, 23 millones de libras sirvieron para pagar al personal -el equivalente a 463 empleados a tiempo completo- y 2,3 millones se dedicaron a recibir a casi 160.000 invitados, con 1,7 millones dedicados a alimentos y bebidas.
La visita de Estado del presidente estadounidense, Donald Trump, realizada a principios de junio, será incluida en el próximo balance anual.
En 2017-2018, el Tesoro británico trasfirió 76 millones de libras a la familia real.
'Las infraestructuras obsoletas fueron sustituidas para garantizar el futuro a largo plazo de la propiedad', que data de principios del siglo XIX, justificó en rueda de prensa el encargado de la gestión de las cuentas reales, Michael Stevens.
Las labores de renovación, que se prolongaron seis meses, permitieron entre otras cosas volver a reunir en una sola residencia las cinco viviendas en que se había dividido el Frogmore Cottage, una casa en el dominio del Castillo de Windsor, unos 40 km al oeste de Londres.
Harry y Meghan se instalaron en esta casa de campo para criar aquí a su primer hijo, Archie, nacido el 6 de mayo. Antes vivían en el Palacio de Kensington, en Londres, que también es residencia oficial del príncipe Guillermo, su esposa Catalina y los tres hijos de ambos.
El coste para los contribuyentes de la renovación de Frogmore Cottage suscitó numerosas críticas.
'Un organismo benéfico gastó 2,4 millones de libras para un centro de apoyo a los marines que sufren síndrome de estrés postraumático. Los contribuyentes gastaron después la misma cantidad para ofrecer una casa privada de lujo a Harry y Meghan', subrayó en Twitter Graham Smith, líder de los 'Republicanos', un movimiento británico antimonárquico.
Esa cantidad también hubiese 'podido servir para transformar los edificios vacíos de Windsor en lugares donde pudiesen dormir las personas sin hogar', dijo por su parte Mark Delaney, un sin techo de Windsor, al diario The Daily Mirror.
Acuerdo de 1760
En total, en el año fiscal 2018-2019 la Casa Real británica se gastó 67 millones de libras (85 millones de dólares, 74,9 millones de euros), de los 82 millones (104 millones de dólares, 91,9 millones de euros) recibidos del Tesoro británico.
Según Michael Stevens, los 15 millones de libras no gastados se guardarán para futuras obras en el Palacio de Buckingham, cuya renovación comenzó en 2018 y se prevé que dure diez años.
En virtud de un acuerdo de 1760, los beneficios generados por el patrimonio de la Corona -el conjunto de tierras y propiedades hereditarias del monarca, conocido por 'Crown Estate'- se ceden al Tesoro británico. En 2018-2019 representaron 345,5 millones de libras (439 millones de dólares, 386 millones de euros).
En contrapartida, el Tesoro concede una subvención que debe cubrir los gastos anuales de la reina, llamada 'Sovereign Grant' y que representan el 15% de los beneficios. Desde 2018, la familia real recibe un 10% complementario para cubrir las obras de renovación del Palacio de Buckingham.
Del total de gastos, 23 millones de libras sirvieron para pagar al personal -el equivalente a 463 empleados a tiempo completo- y 2,3 millones se dedicaron a recibir a casi 160.000 invitados, con 1,7 millones dedicados a alimentos y bebidas.
La visita de Estado del presidente estadounidense, Donald Trump, realizada a principios de junio, será incluida en el próximo balance anual.
En 2017-2018, el Tesoro británico trasfirió 76 millones de libras a la familia real.