LONDRES, INGLATERRA.-'Me produce gran tristeza que se haya convertido en esto', reconoció el
príncipe Harry ante los invitados a una cena caritativa el domingo en Londres, refiriéndose a la renuncia de sus títulos nobiliarios como parte de su acuerdo de
separación de la familia real británica.
'Nuestra esperanza era seguir sirviendo a la reina, a la comunidad y a mis asociaciones militares, pero sin financiamiento público. Lamentablemente, eso no es posible', subrayó en su primer comentario al respecto.
Harry debe seguir participando en actos oficiales hasta la primavera. El lunes apareció en una cumbre en Londres dedicada a las inversiones británicas en África, donde mantuvo un encuentro privado con el primer ministro Boris Johnson.
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La próxima semana, según la prensa, debería viajar a Canadá para reunirse con Meghan Markle y su hijo Archie, de ocho meses.
Además de un negocio -los británicos se refieren a su monarquía como 'la empresa'- la realeza es un vínculo familiar y, como tal, con un fuerte carácter afectivo.
'Harry, Meghan y Archie seguirán siendo miembros muy queridos de mis familia', dijo la reina. 'Siempre tuve un enorme respeto por mi abuela, mi comandante en jefe, y le estoy increíblemente agradecido', respondió muy emocionado.
El escándalo fue bautizado como Megxit.
