En los albores de su nueva vida retirados de la corona británica, escribieron que 'lo más importante ahora es la salud y el bienestar de cada uno en todo el planeta y encontrar soluciones a los numerosos problemas generados por la pandemia'.
'No nos verán más aquí', pero 'el trabajo continúa', escribe la pareja, que trata de buscar cómo 'contribuir de la mejor forma' ante los cambios que se anuncian.
'Estamos deseosos de reconectarnos con ustedes pronto', agregan sin otra precisión.
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Tras insuflar aire fresco a la monarquía británica, el príncipe Harry, nieto de la reina Isabel II, y su esposa generaron una tormenta al anunciar en enero que deseaban retirarse de la primera línea de las obligaciones de la corona.
A partir del 31 de marzo no podrán utilizar los títulos de alteza real ni representar oficialmente a la reina, por lo que podrán vivir lejos de la férula que imponen las obligaciones monárquicas y ganarse la vida ellos mismos.
También han tenido que renunciar al dominio 'sussexroyal', que utilizaban hasta ahora en Instagram y en su página de internet.
Tras pasar un tiempo en Canadá, el príncipe de 35 años y sexto en la línea de sucesión al trono, y su esposa de 38 años, se trasladaron la semana pasada a California, donde la exactriz estadounidense dispone de una nutrida agenda de contactos y donde vive su madre Doria.
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