TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Para Kathya Chinchilla, especialista en Dermatología y Dermatopatología, la rutina de cuidado facial puede ser tan compleja o tan sencilla como exijan las necesidades de cada tipo de piel. Pero se resume en tres pasos básicos e imprescindibles: limpieza, hidratación y protección solar.
Para la limpieza la especialista sugiere un dermolimpiador suave, preferiblemente con un pH con tendencia a ser ácido y libre de álcalis.
“Esto es debido a que el pH de la piel es ligeramente ácido (4.5-5.75) y al colocarnos un jabón alcalino estamos alterando nuestra barrera cutánea, lo que nos puede provocar problemas en nuestra piel. En la actualidad hay en el mercado diversos dermolimpiadores que son específicos para cada tipo de piel: grasa con tendencia a acné, seca, sensible, atópica, con rosácea e incluso los hay con despigmentantes. Es necesario determinar su tipo de piel con un dermatólogo para que le indique un dermolimpiador adecuado”, apunta.
Chinchilla sugiere complementar el proceso con dos productos más: exfoliantes y soluciones para limpieza diaria como el agua micelar y las soluciones lipídicas.
“Los exfoliantes pueden contener componentes químicos o físicos, los químicos son aquellos que contienen algunos componentes como los alfa hidroxiácidos (ácido glicólico, ácido láctico, ácido cítrico) y beta hidroxiácidos (ácido salicílico) estos ácidos aceleran la renovación natural de la piel, eliminando las capas más superficiales de esta y dándole mayor luminosidad e hidratándola.
Los componentes físicos son esas partículas que se sienten como gránulos para poder frotarlos en nuestra piel y de esa manera remover impurezas”, explica.
La correcta elección dependerá de su tipo de piel y su tolerancia. Por ejemplo, las pieles sensibles pueden irritarse mucho con los ácidos o con los componentes físicos.
Luego viene la hidratación. Según la especialista, debe hidratar no solo el rostro sino también el contorno de ojos, labios y cuello.
Hay una gran variedad de hidratantes. Los antienvejecimiento suelen componerse, por ejemplo, de retinoides, alfa hidroxiácidos, resveratrol, entre otros. Sin embargo, no todas las pieles toleran ingredientes como los retinoides. Recuerde que este paso debe hacerse dos veces al día: por las mañanas después del baño y por la noche después de la limpieza.
Y finalmente la protección solar. “Sólo con este paso estamos reduciendo el envejecimiento prematuro en al menos un 70%. Si bien debe optar por un filtro arriba de FPS30, en la actualidad es muy importante decantarse por aquellos que no sólo nos protejan de la radiación Ultravioleta (UVA y UVB) sino también de la luz azul (luz visible) y rayos infrarrojos. Con la nueva modalidad de trabajo nos estamos exponiendo más a las pantallas. También recuerde que el protector solar debe colocarse cada dos a tres horas, independientemente del FPS”.