Tegucigalpa, Honduras
Diversidad de estampados florales, a rayas y un manjar de tonalidades audaces, neutras y pastel invadieron la pasarela de la recepción oficial por los 240 años de independencia de los Estados Unidos.
Los frescos jardines de la residencia del embajador James Nealon fueron la pasarela perfecta para que las damas pusieran en vitrina una amplia galería de tendencias en moda de coctel. Faldas midi y lápiz, vestidos corte A y recto imperaron en el importante evento diplomático donde año con año las invitadas le dan un toque de sobriedad y distinción con sus impecables atuendos.
En cuanto a accesorios, se apreciaron los tradicionales sombreros pamelas, tocados con malla y plumas, así como el sello primaveral de algunas féminas que optaron por llevar las flores en el cabello.
Diversidad de estampados florales, a rayas y un manjar de tonalidades audaces, neutras y pastel invadieron la pasarela de la recepción oficial por los 240 años de independencia de los Estados Unidos.
Los frescos jardines de la residencia del embajador James Nealon fueron la pasarela perfecta para que las damas pusieran en vitrina una amplia galería de tendencias en moda de coctel. Faldas midi y lápiz, vestidos corte A y recto imperaron en el importante evento diplomático donde año con año las invitadas le dan un toque de sobriedad y distinción con sus impecables atuendos.
En cuanto a accesorios, se apreciaron los tradicionales sombreros pamelas, tocados con malla y plumas, así como el sello primaveral de algunas féminas que optaron por llevar las flores en el cabello.