En una entrevista con Oprah Winfrey transmitida a principios de marzo, Meghan dijo que “tres días antes de nuestra boda nos casamos”.
“Llamamos al arzobispo y dijimos mire, esta cosa, este espectáculo es para el mundo, pero nosotros queremos nuestra unión entre nosotros”, dijo. “Así que los votos que tenemos enmarcados en nuestra habitación son sólo de nosotros dos en nuestro patio trasero con el arzobispo de Canterbury”.
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Justin Welby dijo que la pareja se casó legalmente en el castillo el 19 de mayo de 2018, pero no reveló lo que sucedió en sus reuniones privadas antes de eso.
“Yo firmé el certificado de matrimonio, que es un documento legal, y habría cometido un delito grave de haberlo firmado sabiendo que era falso”, dijo Welby, quien encabeza la iglesia de Inglaterra.
Welby dijo al diario italiano La Repubblica: “No voy a decir lo que sucedió en cualquier otra reunión”. Indicó que tuvo “un número de reuniones privadas y pastorales con el duque y la duquesa antes de la boda”.
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En la entrevista con Winfrey, Meghan argumentó que sufrió racismo y trato cruel de la casa real y la prensa durante el tiempo que trabajó como miembro de la familia real.
A principios del 2020, Meghan y Harry anunciaron que renunciaban a sus deberes reales y se mudaban a Norteamérica citando lo que calificaron de intromisiones insoportables y actitudes racistas de la prensa británica.
