Carlos Chaín nunca se imaginó que su vida tendría un giro radical. Del emblemático barrio Paz Barahona de San Pedro Sula pasó a Nueva York, donde durante años se ha dedicado a retratar con su cámara a las celebridades en las alfombras rojas más prestigiosas del mundo del espectáculo.
Con una gran pasión por esta industria y su talento para la fotografía, este compatriota ha tenido la oportunidad de codearse con más de un centenar de celebridades, entre las que destacan Robert de Niro, John Travolta, Shakira, Donald Trump, Katy Perry, Harrison Ford, Daniel Craig y muchos más.
Su acercamiento con el mundo del entretenimiento no fue una simple coincidencia, desde que era un estudiante de ingeniería tenía grandes deseos de ser actor, lo que terminó concretando de cierta manera, protagonizando ciertos comerciales y formando parte del Círculo Teatral Sampedrano.
Chaín comenzó su carrera en la fotografía por pura coincidencia en 1997, tiempo desde el cual ha forjado una carrera envidiable, logrando que su trabajo figure en las más destacadas revistas y tabloides de los Estados Unidos.
En esta entrevista exclusiva con EL HERALDO este talento comparte su historia de triunfo y adelanta los planes de escribir un libro en el cual detallará su vida y su carrera.
¿Cómo comenzó su carrera en el mundo de los medios?
Comenzó por pura casualidad, yo estaba en los Premios Ace en 1997 y el presidente de esta institución me vio y me dijo: “no tengo quién me tome fotos, ¿puedes tomármelas tú?” Llegué a la mesa y estaban Lucero, Mijares y Carlos Ponce, y así fue como inició mi carrera. Yo siempre quise ser actor, ya había hecho varios comerciales en Honduras y la vida como da muchas vueltas terminó poniéndome aquí, me preparé como fotógrafo profesional y me gusta lo que hago.
¿Cómo comienza esta vinculación con las estrellas?
Eso es lo más difícil, tener una cámara y más estar en una ciudad tan grande como Nueva York no es nada fácil. Mi primer contacto con el mundo de la fama fue con la Asociación de Cronistas del Espectáculo, esto me permitió llegar a los eventos más prestigiosos como los realizados en el Madison Square Garden o el Radio City Music Hall, entre otros. Comencé a buscar por mi cuenta a los promotores de conciertos en la ciudad y ofrecer mis servicios, empecé a ir a shows grandes. Nunca me conformé con eventos pequeños o locales, siempre quise estar en los megaeventos. Mi sueño era ir a premios Lo Nuestro, luego de esto fui a los premios Billboard, premios Grammy, llegando hasta los Emmy y premios Oscar.
Lo más importante en este mundo de la fotografía es tener perseverancia, la cual creo que he tenido, además de la actitud, ya que creo que la cámara te abre caminos, pero si tienes lo primero sumado a una gran personalidad es mucho más fácil que un artista te tome en serio. Es necesario que te vea seguro, con buen inglés, lucir bien y estar atento a todo como buen fotógrafo.
A mí me gustaba ser más paparazzi porque es un trabajo en donde te pagan mejor, hasta el día de hoy recuerdo fotos por las que me dieron mucho dinero en esta faceta. Recuerdo cuando capté a Adela Noriega con una dentadura mala y me dieron por ella (la foto) casi 3 mil dólares. Luis Miguel con Mariah Carey en estado de ebriedad fue otra que también me dio muchas ganancias. Los tiempos han cambiado desde entonces, ahora trabajo más para artistas, entre ellos Ricardo Arjona y Romeo Santos, y tuve el privilegio de trabajar con Roberto Carlos precisamente cuando su disquera Sony le dio el premio por haber vendido más de 100 millones de discos.
Yo fui el fotógrafo oficial de Sony Music por mucho tiempo en Nueva York, aún lo sigo siendo. Desde ahí di el salto a Hollywood, porque sentí que tenía que darle impulso a mi carrera.
El compartir con todas estas celebridades y estar cumpliendo sus sueños, ¿como lo valora?
Yo siempre me siento un artista frustrado (sonríe) y como sea la vida me recompensó de cierta manera el poder compartir con los artistas de otra forma. En un encuentro que tuve con Robert de Niro en Florida me dijo: “tú tienes cara de artista”, me llenó de orgullo porque realmente estoy haciendo algo que me gusta. Cuando estas haciendo algo que te gusta realmente lo haces con pasión. Me siento muy afortunado de conocer a personas increíbles que a veces los medios de comunicación las tachan de intocables y cuando estás con ellas las ves que son completamente diferentes, aunque también se da el caso contrario.
Yo he tendido la oportunidad de compartir con una gran cantidad de artistas y, sin sonar egocéntrico, es privilegio que pocos tienen.
Mi actor favorito es Harrison Ford y un día de repente me llamaron y me dijeron: “tienes que prepararte, te toca trabajar con Harrison Ford y te estará esperando en el hotel a las cuatro”, y me dije a mí mismo: “Dios mío, esto no puede estar pasando”. Me han pasado cosas muy bonitas en esta profesión. He compartido con reyes, jaques y grandes celebridades. Aunque también he tenido encuentros desagradables con algunos de ellos. Para el caso Juan Gabriel, quien ya descansa en paz, fue un gran cantante y un gran compositor, pero como persona me dejó mucho que desear, compartí mucho con él y te puedo decir que su personalidad era muy “arisca”, con aires de divo, fue el más difícil de todos.
El ser latino y abrirse paso en Nueva York, ¿qué desafío representó para usted?
Es un gran desafío y cada que vez que estoy trabajando en una alfombra roja viene a mi mente mi madre, que gracias a ella estoy en lo que estoy aquí, y también mi patria Honduras, ya que la mayoría de gente que trabaja aquí son de otras nacionalidades. Siento que por ello he roto los esquemas, ya que siempre me preguntan de dónde soy y se sorprenden cuando les digo, ya que no es lo común. En Honduras hay mucho talento y me gustaría en un futuro poder establecer una escuela de actuación, ya que hay un gran potencial en este campo. En un momento yo fui parte del Círculo Teatral Sampedrano. En Honduras no solo somos fútbol, hay mucho más.
¿Qué actividades se vienen para Carlos en las siguientes semanas?
Mira, siempre hay mucha actividad por hacer, próximamente estaré en los Latin Billboard, porque van a ser el 27 en Miami. Luego de regreso voy a la gala Met de Nueva York, donde se dan cita figuras como Beyoncé o Rihanna y donde las entradas pueden costar hasta los 35 mil dólares. Es un evento que requiere preparación y donde la etiqueta es una exigencia para poder acreditarse.
¿Cuál es la invitación que hace para los hondureños que también buscan sus sueños?
Te digo que solo el hecho de ser hondureño ya es grande, somos más que fútbol, hay mucho talento. Necesitamos despertar como un país que produce entretenimiento, estamos para más cosas. Quisiera ser un embajador de talentos en mis país. Hay que imitar otros ejemplos como el República Dominicana, que da tantas facilidades para hacer cine. Hay que apoyar a las nuevas generaciones. Voy a escribir mi libro con mi historia y ya tengo la persona interesada en escribirlo. Quiero seguir haciendo cosas ya que el mundo del entretenimiento es muy grande, te puedes extender bien siempre y cuando lo hagas con elegancia y sin mentirle al público, ya que uno se debe al público.
Perfil
Carlos Chaín es originario de San Pedro Sula y vivió en el barrio Paz Barahona, del cual nunca se ha olvidado. Actualmente radica en Queens, en la ciudad de Nueva York. Su deseo también es impulsar el talento hondureño y establecer una academia de actuación en el país.
Su máxima admiración: mi madre Jeannete Chaín
Comida hondureña favorita: carne asada y baleadas
Lo que más extraña de Honduras: mi familia
De dónde es: de San Pedro Sula, del barrio Paz Barahona
Cantante favorito: Raphael
Actor favorito: Harrison Ford
Eventos favoritos: entregas de premios y premiers de películas
Artistas más difíciles de retratar: Paulina Rubio y Juan Gabriel.
