Tegucigalpa, Honduras.- En medio de la actual vorágine musical, Los Iracundos, bajo la dirección artística de Sebastián Velásquez, se conciben como un remanso de romanticismo, baladas y canciones que escarban en el proto rock latino de los años 70.
Manuel Paz, Ricardo La Nasa, Pablo Larrosa, Fabricio Larroque y Freddy Loker rememoran la cúspide de la banda uruguaya, cuya inconfundible voz, Eduardo Franco—fallecido hace más de tres décadas y principal compositor de sus 350 canciones inéditas—dio identidad al sonido de Los Iracundos y, quizás, a la música latinoamericana.
Su estilo vocal sincero, con revuelos dramáticos típicos de la sangre uruguaya y con matices italianos, tenía un impacto inmediato en su audiencia y permeaba fácilmente en los sentimientos de quienes con presteza podían identificarse con sus letras y melodías.
Con un rango vocal tenor firme, armonizado por los barítonos y contrapuntos de sus compañeros de banda, sus melodías siguen siendo pegadizas y memorables, una fórmula perfecta que la actual alineación de Los Iracundos reedita a la perfección.
Su debut en Honduras fue clamoroso. Sin teloneros que los precedieron, irrumpieron en el Teatro Manuel Bonilla de Tegucigalpa. Al marcar las 7:30 PM del sábado 19 de octubre, y ante un público enfervorizado, maduro y en su mayoría femenino, el concierto comenzó con “Va cayendo una lágrima”.
“Estamos felices de estar aquí en Honduras y esta hermosa ciudad, gracias por hacernos sentir como en nuestra tierra natal”, dijo Paz en agradecimiento al cálido recibimiento.
A partir de ahí, el íntimo concierto discurrió en interpretaciones con melismas íntimos y cálidos que tocaron las fibras del amor, el desamor y lo prohibido, sobrecogiendo a los capitalinos.
Su particular estilo musical a inicios de los años 60 del siglo pasado alternó baladas románticas de claro matiz latino con cortes de pop, rock and roll, proto rock, pop barroco y rock.
Basta escuchar su éxito “Es la lluvia que cae”, de 1967, para entender por qué se les llama aún los “Beatles Latinos”, pues su similitud con “Help!” de la banda británica es más que evidente.
Uruguayos de origen, de la región ribereña de Paysandú, los “Blue Kings”, como originalmente se llamaron, evolucionaron musicalmente a lo largo del tiempo, impactando el mundo de habla hispana al adaptar temas de la escena musical italiana e inglesa o componer sus propios cortes.
Entre sus éxitos interpretados que hicieron mella entre el público capitalino se encuentran “Te lo pido de rodillas”, de 1973, un verdadero clásico. Ya a mediados de los años 80, reactivaron su vigencia con temas frescos y sonidos new wave en baladas como “Las puertas del olvido” y “Afróntate a vivir”, así como en la introspectiva y melancólica “Tú, con él”, sin dejar de lado su profundo estilo romántico que tanto los ha caracterizado, con letras honestas y sentidas que han generado una fábrica de éxitos tan prolífica.
Sin perder la energía, el recinto vibró con interpretaciones de temas como “Porque no vale la pena”, “Cierra los ojos y juntitos recordemos”, “Mamaracho”, “Calla”, “Candilejas”, “Con la misma moneda” y “Me voy o me quedo”.
La presentación culminó entre ovaciones y un emotivo “¡Gracias, Honduras!”, con la promesa de un pronto regreso, esta vez con su espectáculo teatral fusionado con una sinfónica.