Estados Unidos
Ni siquiera Hollywood pudo imaginar una película donde las más grandes estrellas pudieran convencer a los legisladores para que firmaran una ley que pudiese alejar a los fotógrafos de los hijos de los famosos. Pero Halle Berry lo consiguió. Y en honor a semejante logro, creó incluso una propia productora de cine con el nombre de esa misma ley antipaparazzi, 606, para seguir imponiendo cambios en el mundo del cine.
¿Cómo fue realmente que lograste una ley contra los fotógrafos? ¿Qué tan difícil resultó el proceso?
Muy difícil, todos me decían que no iba a poder cambiar las reglas (con los paparazzis), pero yo había llegado al límite de mi paciencia. Ya había tratado de arreglarlo de otra forma, traté de razonar con los fotógrafos, llamé a todas las revistas y traté de razonar con ellos... Pensé que así podían ver cómo estaban hiriéndome, pero tampoco ayudó para nada... Perder no era una buena opción. Y fui y hablé con todos los diputados y senadores con los que tuve que hablar, hasta que me escucharon. Cuando ya no nos quedan más opciones, las madres lo conseguimos todo. Y valió la pena todo el tiempo y el dinero que costó.
¿Qué cambios disfrutas hoy gracias a la Ley AB606 antipaparazzi?
Hoy mis hijos viven sus vidas como cualquier otro niño normal. (Antes que pasara la ley antipaparazzi) mi hija tenía miedo de salir de casa o caminaba por la calle cubriéndose la cabeza. Era un verdadero trauma... Pero ahora nuestra vida es normal. Valió la pena cada milésima de esfuerzo y energía para conseguirlo.
¿Qué estilo de cine te gustaría producir con tu compañía 606?
Quiero hacer películas sobre mujeres fuertes y determinadas que nunca renuncian y que al final también ganan. Ese es el sello de nuestra productora. Queremos inspirar a las mujeres, especialmente las de color. Quiero contar historias donde la mujer no solo sea la heroína, que también tenga múltiples dimensiones.
¿Hay alguna producción confirmada?
Tenemos un par de películas en las que estamos trabajando. Una es de Universal Pictures con Kevin Hart. También tenemos una serie de televisión en la que estamos trabajando para producir en TV cable y es emocionante, además de otra película con Blumhouse.
Últimamente te estás inclinando mucho más a los personajes intensos y emocionales con películas como Kidnap o Kings, además de conservar la acción de Kingsman. ¡Me encanta!
¿Resulta fácil despejarte de la emoción de tus personajes cuando son tan dramáticos como en Kings o Kidnap?
No podría decir que es fácil, pero después de tantos años en este negocio aprendí a apagar y encender el “switch” de las emociones. Agradezco que hayamos filmado por ejemplo Kidnap en apenas 21 días, porque fue una tortura mantener ese estado emocional de ira y pánico que se vio en el cine. Fue una verdadera tortura interna cada día del rodaje. Con Kings también, los dramas cansan y desgastan.
¿Hay un punto en común que te atrae en esta clase de historias?
Cuando leí los guiones de Kidnap y Kings como madre me identifiqué enseguida. Pensé que podía ser lo peor para cualquier madre. Y me hizo pensar muy profundamente sobre lo que yo haría en ese estilo de situaciones.
¿Cómo lo hubiera manejado todo?
Dios no lo permita, pero estaba intrigada... Y la belleza es que una mujer totalmente normal puede convertirse en una heroína. Es maravilloso mostrar cómo puede darle vida a esa personalidad de héroe que tenemos todas las mujeres. Por eso también me pareció tan interesante vivir como estos personajes.