Madrid, España.- David Bisbal se siente “privilegiado” por haber grabado “como se hacía hace cuarenta años” el disco “Todo es posible en Navidad”, canciones que van de villancicos a clásicos como “El burrito sabanero” con las que cree haber logrado “un viaje navideño por América para perdurar toda la vida”.
Son diez cortes para “momentos entrañables y de añoranza” de los que elige como sus favoritos la primera versión en español de Always on my Mind (“Siempre te recordaré”), de Elvis Presley, aunque no sea estrictamente propia de esta época del año, y los dos temas inéditos: “Todo es posible en Navidad” y “Navidad junto a ti”, explica en una entrevista con EFE.
El disco lo ha grabado casi todo en Los Ángeles y a la manera de antaño, con todos los músicos tocando a la vez en el estudio.
Sonidos latinos
“He disfrutado muchísimo haber estado presente en la grabación de todos los instrumentos, de las cuerdas de mariachi a los metales”, asegura Bisbal, para quien “ha sido toda una lección musical en toda regla” que va de los sonidos caribeños a los andinos.
Porque de sus gustos musicales asegura que sigue escuchando mucho flamenco y música regional en general. “Me gusta la música regional de México, de Centroamérica, del sur de Latinoamérica”, señaló Bisbal, que también dice explorar sonidos y producciones de canciones urbanas y latinas.
“’Despacito’ de mi compañero Luis Fonsi me encanta, sé valorar el ritmo latino, la fusión perfecta con Daddy Yankee, los instrumentos orgánicos que también se grabaron en el tema”, ha dicho Bisbal, para quien “probablemente gracias a ese tema, la música latina esté en uno de sus mejores momentos”.
Todas esas influencias se dejan sentir en su nuevo trabajo, dedicado a una época, la navideña, en la que disfruta de sus únicas “vacaciones normales”.
“Nos damos una tregua en la industria musical, salvo que tengas un concierto de fin de año o una gira”, como la que precisamente él celebrará a finales de 2025 con las canciones de este disco.
Para el cantante, nacido en Almería (sureste) en 1979, Navidad significa estar tranquilo, con su familia -está casado con la actriz venezolana Rosanna Zanetti con la que tiene dos hijos, más otra de su primer matrimonio con la española Elena Tablada-.
“Porque, sinceramente, para mí no hay un verano normal ni una Semana Santa normal”, confiesa el cantante, que dedica esas épocas a sus conciertos.
Como uno reciente en Buenos Aires, donde se le rasgó el pantalón de cuero que llevaba, y en ese momento se dijo “tierra, trágame”. “No se me había roto poquito, se me rompió prácticamente toda la parte de la entrepierna”, recuerda.
Pero la presencia de sus invitados, los artistas Fede Emanero y Pablop, de La Konga, le hicieron quedarse en el escenario. “No me podía ir y hacerles un desplante, por lo tanto, opté por quedarme un poco de perfil, terminar la canción y bromear sobre la situación. ¿Qué vas a hacer? es un accidente que a cualquier persona le pasa y ya está”.
“No me gusta ser una persona dejada”
En su proceso creativo y de interpretación, al cantante le gusta trabajar en equipo y opinar sobre aspectos como las colaboraciones, los conceptos musicales y los vestuarios. “Obviamente no hay que ser obsesivo, pero me gusta organizar con tiempo de antelación todo y no ser una persona dejada, sino colaborativa”, afirma.
También le gusta estudiar y cuidarse, porque “no solamente es cantar, te tienes que preparar a nivel físico, organizar muy bien tu tiempo de descanso, cuidarte mentalmente”, de manera que los viajes y cambios de hora no afecten al sistema inmune y poder “realizar tu concierto a la perfección”, reflexiona.
Bisbal, que se dio a conocer tras participar en el concurso Operación Triunfo en 2001, siente que ya se ha quitado esa etiqueta. “Para tener una carrera musical no funciona ganar un concurso de televisión, que yo no gané además”, subraya el intérprete, para el que fue importante pasar por escenarios como el Teatro Real o el Carnegie Hall de Nueva York para sentirse seguro.