Los Ángeles, Estados Unidos.- Los archivos relacionados con la solicitud del visado estadounidense del príncipe Harry fueron divulgados este martes luego que un juez exigiera se hicieran públicos.
Y es que desde que se mudó en marzo de 2020 con su esposa Meghan Markle y su hijo Archie a Estados Unidos el documento que le permitió entrar para residir en el país ha sido motivo de controversia.
Los documentos no muestran datos clave como la petición de visado o la respuesta al consumo de drogas.
La Fundación Heritage, un laboratorio de ideas de ideología conservadora, había interpuesto una demanda contra el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para obtener información relacionada con el proceso de aprobación de dicho visado después de que las revelaciones del príncipe en su libro ‘Spare’ sobre su consumo de drogas generaran dudas sobre el proceso.
Dicho centro de pensamiento argumenta que “la ley estadounidense suele considerar a una persona inadmisible para su entrada” en Estados Unidos si hay pruebas de que ha consumido drogas en el pasado y buscaba que el historial de inmigración del hijo menor de Carlos III fuera público por el interés del caso.
Los documentos divulgados tienen la mayor parte censurada, con el objetivo de proteger al príncipe Harry del “interés público”.
Según un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos la divulgación del material expondría al individuo a daños o acosos por parte del público.
Asimismo, aseguró que no había evidencia de mala conducta gubernamental en la concesión de la visa del duque de Sussex y que no hay ningún trato preferencial en el proceso.
De igual forma, mencionó que publicar los resgistros de visado infringe las leyes de privacidad y que tercenos no pueden solicitar esa información sin permiso del beneficiario.
Violación de leyes
Un documento judicial del pasado 13 de febrero apuntaba que, según Heritage, el duque de Sussex “probablemente violó numerosas leyes que deberían haberlo inhabilitado para la admisión”.
El think tank advierte de que “si se le admitió sin una exención ni entrevista con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP)” se le otorgó “un “trato preferencial que socavaría la confianza pública en la aplicación de la justicia igualitaria ante la ley”.
En su libro de memorias ‘Spare’ (En la sombra), el duque británico cuenta que consumió drogas cuando era adolescente, como cocaína y marihuana, y que incluso consultó con una mujer con “poderes”, sin dar su nombre ni decir si era vidente, que le dijo que su madre, la fallecida Diana de Gales, aprobaba su decisión de iniciar una nueva vida en EE.UU. con su mujer, la actriz estadounidense Meghan Markle.
A principios del pasado febrero, no obstante, dijo no estar interesado en echar de Estados Unidos al príncipe si se confirman irregularidades: “No quiero hacer eso. Le dejaré en paz. Ya tiene suficientes problemas con su mujer. Ella es terrible”, dijo en declaraciones en exclusiva al diario The New York Post.